Empieza la campaña electoral y cada partido toma posiciones de salida. Mientras Pedro Sánchez se estrena en la Casa Blanca y Ione Belarra propone duplicar los impuestos a la banca, el PP de Alberto Núñez Feijóo ha dejado claro su argumento electoral desde el primer momento: ligar al PSOE con Bildu. Si ese fue el discurso ayer, el de hoy se ha centrado en el ataque personal contra los ministros, que huyen de la prensa para no responder por sus pactos.
Así lo ha esgrimido el Partido Popular desde primera hora del viernes, publicando varios mensajes de campaña que buscan comparar a los candidatos socialistas con los abertzales. "Cuando Sánchez te habla de pactos, este el pacto del que te habla", reza uno de los tuits del partido, para luego mostrar la imagen de una papeleta del PSOE que, al entrar en la urna, se convierte en una de Bildu.
En una tónica parecida, los venablos también se han dirigido a los propios ministros del Gobierno, mostrando un vídeo de ellos rehuyendo preguntas de Antena 3 sobre los pactos. En los últimos días se ha recrudecido la campaña contra los abertzales, que incluyeron a un total de 44 exterroristas de ETA (siete de ellos condenados por asesinato) en sus listas para las elecciones del 28-M.
Este miércoles, tras estallar la polémica, la candidata de EH Bildu a la Presidencia de Navarra, Laura Aznal, manifestaba que las personas condenadas por su pertenencia a ETA que forman parte de las listas electorales de la coalición "tienen intactos todos sus derechos, sus derechos políticos también".
Es una postura que ha generado heridas dentro del PSOE, un partido castigado por ETA que ha encontrado en EH Bildu uno de sus aliados estratégicos para el llamado bloque de la investidura. La percepción es que las caras visibles del partido no quieren hablar sobre este tema, mucho menos en elecciones, y así lo ha hecho saber el PP con su vídeo.
Sólo la vicepresidenta Nadia Calviño, la ministra Margarita Robles y el presidente Javier Lambán han alzado la voz contra la candidatura de los exetarras, pidiendo romper cualquier tipo de relación con el partido independentista. Otros cargos del PSOE, sin embargo, ya detallaban a este periódico hace unos días que preferían "los votos a las balas".
"Si la ley dice que pueden ir, es inevitable que cualquier ciudadano del país pueda presentarse", reconocía un diputado en el Congreso. "Es perfectamente legal y, en parte, es lo que les pedíamos, que dejaran las armas y participaran en el sistema democrático", añadía otro.