Sánchez cree que los datos iniciales de Sumar indican que lograrán darles la vuelta a las encuestas
El PSOE no desprecia la posibilidad de reeditar coalición sacando menos escaños pero con un socio "más cómodo" como Yolanda Díaz.
10 abril, 2023 02:29Por primera vez en unas elecciones generales en España uno de los dos grandes partidos acudirá a las elecciones formando bloque o tándem con otro, de forma abierta y sin ningún disimulo, aprovechando la evidente polarización social y política.
El presidente del Gobierno y líder socialista ha preparado una estrategia en la que busca movilizar a los electores de la izquierda y frenar el trasvase de votos del PSOE al PP y para eso plantea y ejecuta un plan en el que convierte las elecciones generales de diciembre en una confrontación en las urnas del bloque Pedro Sánchez/Yolanda Díaz frente al bloque Alberto Núñez Feijóo/Santiago Abascal.
Por el momento, los primeros datos de encuestas indican que Sánchez sí puede lograr esos objetivos y darle la vuelta a las predicciones. Así, la primera encuesta publicada desde que Yolanda Díaz presentó su proyecto, la de Sociométrica para EL ESPAÑOL, muestra una cierta expectación y agitación del electorado de la izquierda, tal y como pretende Moncloa.
Esa encuesta señala que Sumar tendría ya un 7,6% de los votos, pese a que sólo tiene unos días de vida y pese a que aún el electorado de los partidos que lo componen no tienen claro la forma en la que se producirá el acuerdo para las generales. Y, además, Podemos baja ya hasta el 8%, es decir, muy cerca del resultado de la nueva plataforma de Yolanda Díaz.
Si la tendencia se mantiene, Sumar podría superar claramente a Podemos. Más aún después de las municipales y autonómicas del 28 de mayo en las que PSOE y Sumar prevén un mal resultado y una desbandada de cuadros de Podemos.
Sánchez patrocina la iniciativa de Yolanda Díaz para superar y diluir a Podemos, es decir, lo que intentó sin éxito en noviembre de 2019 con la fallida candidatura de Íñigo Errejón.
El sondeo presenta también la clara deducción de que la izquierda sale debilitada de la división, lo que puede dar el Gobierno a la suma de PP y Vox. Este temor es el que, según Moncloa, puede movilizar y agitar al electorado de izquierdas y puede interpelar a Podemos para que termine pactando tras el 28 de mayo.
El riesgo evidente es debilitar al máximo al PSOE en favor de Sumar. Si pueden reeditar la coalición será con los socialistas por debajo de cien escaños, es decir, más débiles y si no lo hacen, el PSOE quedaría en la oposición con fuerzas muy mermadas.
Según este plan de la Moncloa, el que quiera la continuidad de la coalición de Gobierno podrá votar a PSOE y Sumar, mientras que el que quiera una alternativa tendrá que tener en cuenta que en la ecuación entra la extrema derecha de Vox.
[Moncloa cree haber frenado la sangría de votos con mensajes radicales y desgastando a Feijóo]
En ese bloque de Gobierno, según este planteamiento, habrá quedado muy reducido el papel de Podemos, para ser sustituido por una izquierda más amable que representa Yolanda Díaz y que, a su vez, no moviliza tanto a los votantes de la derecha, siempre según fuentes de la Moncloa.
Según estas fuentes, los dos problemas del PSOE que pretende solucionar esta estrategia son la fuga de votos hacia el PP y, sobre todo, la falta de movilización del electorado de izquierdas.
En el primer caso, Moncloa explica que esa fuga se ha conseguido casi taponar. Era muy evidente hace menos de un año en todas las encuestas y se manifestó en las elecciones autonómicas en Andalucía.
Tiene que ver, según su análisis, con la aparición de Alberto Núñez Feijóo al frente del PP con un discurso aparentemente más moderado y también con el malestar de electores con algunas decisiones del Gobierno, con la actuación más radical de Unidas Podemos en la coalición y también por supuesto con la situación económica que en ese momento era de incertidumbre y de aumentos espectaculares de la inflación y de precios como el de la energía o el carburante.
A eso Moncloa aplicó la receta de las medidas sociales, empezando por la ayuda al carburante y al transporte, también la receta de las propuestas y mensajes más de izquierdas para reforzar ese electorado potencial que le podría haber abandonado, además de una campaña dura de desgaste de la imagen de Feijóo.
Se trataba en este último punto de debilitar su imagen y atacar su presunta fiabilidad como gobernante experimentado. Moncloa se empeñó en esta tarea con mensajes sobre la "mala fe o la inutilidad" del líder del PP, ayudado por la petición de debates en el Senado que terminaron por favorecer al presidente del Gobierno, con un formato más favorable a sus intereses.
También porque, siempre según la versión del Gobierno, al líder del PP le ha costado en este año encontrar el punto para ejercer la oposición Así, empezó con la economía y las previsiones son fueron como se esperaba; incidió con algunos deslices en la política exterior, una de las fortalezas de Sánchez y, finalmente, algunos casos de corrupción como el del Tito Berni que no ha estallado como esperaba el PP.
Con esa labor de desgaste, que ha seguido ahora rescatando la foto de Feijóo con un narcotraficante, el PSOE lograba desacreditar el bloque PP/Vox para los votantes socialistas que pretendieran hacer ese camino y de paso movilizar a los electores de la izquierda. Fuentes del equipo de Pedro Sánchez en la Moncloa aseguran haber logrado el primer objetivo, según las encuestas publicadas y las internas.
Moncloa prevé celebrar aún varios debates con Feijóo en el Senado, el primero en abril y quizás otro en mayo.
Para el segundo objetivo, los socialistas confían también en la irrupción de Sumar que, según explican, sirve para agitar a la izquierda. Según su análisis la futura plataforma de Yolanda Díaz puede hacerse con el voto que siempre ha tenido Unidas Podemos, además de abstencionistas procedentes del PSOE, pero reticentes a votar al partido morado.
Entienden que, en todo caso, al plantearse la votación en bloques, si Sumar restara votos al PSOE sería en favor del bloque de la izquierda que busca sumar 176 escaños con los partidos nacionalistas e independentistas.
En este punto, hay alguna discrepancia, porque otros socialistas consideran que Sumar puede restar tanto al PSOE que no llegue siquiera a los cien escaños, con un efecto arrastre de restos en provincias del que se beneficiaría el PP. De ser así, Sánchez aspiraría a reeditar la coalición mucho más debilitado por el número mínimo de escaños del PSOE, aunque con un socio "más cómodo", según admite Moncloa.
En la pugna entre Sumar y Podemos, el PSOE desearía que el partido que lidera Ione Belarra terminara disolviéndose dentro de la plataforma de Yolanda Díaz. Es decir, que no sea el elemento principal de la nueva candidatura y que no presente lista propia para competir con Sumar.
En todo caso, Moncloa explica que los movimientos de la izquierda logran agitar a ese electorado, frente al de la derecha que ya lo está desde hace tiempo con la perspectiva de "sacar a Sánchez de la Moncloa".
Obviamente, en esa estrategia de Moncloa es fundamental el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y, sobre todo, los pactos posteriores, porque eso puede acelerar o ralentizar esos efectos.
Por ejemplo, una victoria clara del PP el 28 de mayo aceleraría las opciones de Feijóo o, al menos, la impresión de que es posible ese triunfo también en generales. Pero para los días posteriores, los posibles acuerdos entre PP y Vox en comunidades y ayuntamientos podría reforzar el mensaje para las elecciones generales entre dos bloques que pretende instalar Moncloa.