El presidente Pedro Sánchez ha negado este miércoles en el Congreso que su cambio de posición sobre el Sáhara Occidental se deba a que Marruecos le haya sometido a ningún tipo de "chantaje" o "extorsión" con la información sustraída de su teléfono móvil con el software Pegasus.
"A diferencia de otros presidentes del Gobierno como Rajoy, yo no tengo ningún problema con mi móvil", ha dicho Sánchez durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, para rebatir la insinuación que habían planteado los portavoces del PP, Cuca Gamarra, y de Navarra Suma, Carlos García Adanero.
Durante el debate parlamentario sobre la última cumbre europea y las relaciones con Marruecos, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, es quien más claramente ha planteado que el espionaje con Pegasus a varios miembros del Gobierno español, en mayo de 2021, procedió del régimen de Rabat.
"Traición" al pueblo saharaui
La "prueba del nueve", ha dicho Esteban, es que entre los ministros espiados durante la crisis migratoria de Ceuta se encuentra el titular de Agricultura, Luis Planas (que antes fue embajador de España en Marruecos), además de los ministros de Defensa, Interior, Exteriores y el propio presidente del Ejecutivo.
Durante su comparecencia, el presidente Pedro Sánchez ha señalado que el Gobierno pretende, con su cambio de posición sobre el Sáhara Occidental, poner fin a un conflicto que se prolonga durante décadas y avanzar en una solución diplomática que sea aceptada por ambas partes, en línea con lo defendido por Francia, Alemania, Países Bajos y EEUU.
Sin embargo, Aitor Esteban ha considerado que el Ejecutivo español ha acabado cediendo, más bien, a la presión ejercida por el régimen de Mohamed VI, mediante "el cierre de fronteras, la invasión de Ceuta con críos, el escándalo de Ghali que Marruecos azuzó y también algún partido en esta Cámara, y el hackeo de su teléfono móvil".
Otros socios parlamentarios del Gobierno han acusado abiertamente a Sánchez de "traicionar al pueblo saharaui". "Es bueno mejorar las relaciones con Marruecos, pero el precio no puede ser vender al Sáhara Occidental", ha dicho el portavoz de Bildu, Iñarritu García.
"Conflicto bélico" en Perejil
Como ocurrió hace dos semanas, Pedro Sánchez ha respondido a las críticas de sus socios de investidura dirigiendo todos sus ataques contra el PP y su presidente, Alberto Núñez Feijóo (que no podía responder ni asistía al debate, porque no tiene escaño en el Congreso).
"Cuando el PP deja de insultar, desaparece el insulto de la vida política", ha dicho Sánchez dirigiéndose a la portavoz popular, Cuca Gamarra. El presidente ha presumido de que ya ha comparecido dos veces en el Congreso para hablar de Marruecos, mientras que "Aznar no compareció ni una sola vez ante un conflicto bélico como el de Perejil". Luego ha matizado sus palabras y ha hablado del "conato de conflicto bélico" del islote Perejil.
Respecto a Feijóo, ha recordado que el martes confundió la "prima de riesgo" con los tipos de interés en el Senado, y ha considerado que alguien como él, que dirigió Correos, hoy debería celebrar que esta empresa ha hecho la mayor oferta pública de empleo de su historia.
"Si pregunta a los sindicatos", ha alegado Cuca Gamarra en la réplica final, "le dirán que Feijóo hizo una gestión ejemplar en Correos, mientras hoy tiene usted a 20.000 trabajadores en las calles por el desmantelamiento de esa empresa pública".
Abascal y el Kremlin
El presidente del Gobierno también tenía un mensaje para el portavoz de Vox, Santiago Abascal, del que ha dicho que tiene "un discurso reaccionario que aplaudiría Putin desde el Kremlin. Los enemigos de Europa no sólo están en el Kremlin, son ustedes en el sistema político española", ha apostillado.
Sánchez ha indicado que Vox ha votado en contra de todos los "avances sociales" impulsados por su Gobierno, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la reforma laboral.
"Y tienen el cuajo de decir que vienen aquí a defender a las clases medias", ha añadido entre aplausos del grupo socialista, "ustedes son los herederos de la élite que dirigió este país durante 40 años de oscuridad". También ha considerado que Vox tiene "un problema con la Constitución, del primero al último de sus artículos".
La portavoz popular Cuca Gamarra había puesto de relieve que Pedro Sánchez ni siquiera tiene el apoyo de los ministros de Podemos para enviar armas a Ucrania, celebrar la cumbre de la OTAN de Madrid, aumentar el presupuesto de Defensa (como exigen la UE y la OTAN) ni respecto al Sáhara Occidental.
Rapapolvo a Echenique
En su respuesta, Sánchez ha pedido al portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que tome nota de los partidos de izquierdas de Suecia y Finlandia, que han pedido su ingreso inmediato en la OTAN (espera consumarlo este mes en la Cumbre de Madrid) al verse bajo la amenaza de Putin.
Defender la paz, ha dicho el presidente al respecto, no es "abandonar un país como Ucrania, que está siendo agredido en su integridad territorial y soberanía" por el régimen de Putin. Sánchez también ha advertido a Echenique que lo que desmoviliza a los votantes de izquierdas es "que nos afanemos más de lo debido en subrayar las diferencias y no las alianzas a favor de esas conquistas sociales".
El cambio de postura sobre el Sáhara, ha argumentado por otro lado Sánchez, ha permitido al Gobierno español alcanzar acuerdos con Marruecos para reabrir las fronteras de Ceuta y Melilla con aduana comercial, y retomar el grupo de trabajo de delimitación de espacios en la fachada marítima del Atlántico, que lleva 15 años sin reunirse.
Las aguas de Canarias
"La soberanía de Ceuta y Melilla está fuera de toda duda", ha recalcado el presidente, para advertir luego que "España no va a tolerar la instrumetalización de la tragedia de la inmigración irregular como arma de presión".
La diputada de Coalición Canaria Ana Oramas se ha mostrado especialmente crítica con este acuerdo: ha recordado que este año se ha disparado en un 52% la llegada de inmigrantes irregulares a Canarias y ha exigido al presidente que aclare si está negociando con Marruecos "el reparto de los recursos mineros" que se encuentran en aguas del archipiélago.