Sánchez podrá evitar otro cara a cara con Feijóo en el Senado hasta otoño con su agenda como excusa

Han sido 15 minutos de combate dialéctico que, muy probablemente, no se repetirán hasta el próximo otoño. El Senado sólo celebra un Pleno cada dos semanas y el próximo, que se celebrará del 21 al 23 de junio, será el último del actual curso parlamentario.

El reglamento de la Cámara Alta otorga al presidente del Ejecutivo una absoluta discrecionalidad para decidir cuándo acude a responder las preguntas de la oposición en la sesión de control al Gobierno. Puede por tanto excusarse por cuestiones de agenda. 

Las fuentes del PP consultadas por EL ESPAÑOL dan por seguro que Pedro Sánchez no tiene intención de regresar al Senado este mes de junio: el debate parlamentario entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición no se repetirá, por tanto, hasta el próximo período de sesiones, que se inicia en otoño.

Durante su primer cara a cara parlamentario, Feijóo ha pedido a Pedro Sánchez que asuma su plan económico para compensar a las familias por la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación. El presidente del Gobierno le ha respondido que el PP no hace más que "estorbar, estorbar y estorbar".

Concluido el debate, el presidente del PP se mostraba sorprendido, ante los periodistas, por la actitud de Sánchez: "Le hago una propuesta y me contesta diciendo que estoy estorbando. En mis 13 años como presidente de la Xunta nunca se me ocurrió tratar así a la oposición".

"No voy a competir en insultos, porque siempre me gana", ha ironizado Feijóo en los pasillos del Senado. El líder del PP ha recordado que su propuesta busca devolver a las familias los 13.000 millones de euros adicionales que la Agencia Tributaria ha recaudado durante los cuatro primeros meses del año, gracias a la inflación.

Arropado por 4 ministros

Otras fuentes del PP se muestran satisfechas por el resultado del debate y contraponen la actitud constructiva de Feijóo, planteando propuestas para aliviar la situación de las familias, con la agresiva respuesta del presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez no había acudido sólo al Senado. Hasta cinco ministros de su Gobierno han tomado la palabra después para responder las preguntas de la oposición: Félix Bolaños (Presidencia), María Jesús Montero (Hacienda), Yolanda Díaz (Trabajo) y Nadia Calviño (Economía), quien ha aprovechado para afear a Feijóo que confundiera la "prima de riesgo" con los tipos de interés en su intervención.

"Pedro Sánchez ha tenido que recurrir a cuatro ministros para apuntalar sus palabras y sus ataques a Feijóo", recalcan fuentes del PP.

El debate entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición probablemente no se repita hasta otoño... pero antes el calendario parlamentario ofrece este miércoles otra cita importante: Pedro Sánchez comparece en el Congreso para explicar su cambio de postura sobre el Sáhara Occidental y las conclusiones del Consejo Europeo celebrado el pasado mes de mayo.

El "chantaje" de Marruecos

Durante su intervención, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, pedirá a Pedro Sánchez que explique si su cambio de postura sobre el Sáhara se debe a que Marruecos le ha "chantajeado" con información extraída de su teléfono móvil mediante el software Pegasus.

Fuentes del PP recuerdan que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) advirtió que el régimen de Mohamed VI pretendía, con la avalancha de 10.000 inmigrantes registrada en Ceuta en mayo de 2021, obligar a España a reconocer sus pretensiones de soberanía sobre el Sáhara.

En aquellas mismas fechas (mayo de 2021), fueron infectados con el software Pegasus los teléfonos móviles de Pedro Sánchez (del que extrajeron 2,6 gigas de información); del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la titular de Defensa, Margarita Robles.

Durante su comparecencia extraordinaria del pasado 26 de mayo en el Congreso sobre el caso Pegasus, Pedro Sánchez evitó responder a las preguntas del PP sobre qué información le fue sustraída del teléfono móvil, si el terminal afectado es el oficial o el de uso personal, y si cumplió todos los protocolos de seguridad para proteger sus comunicaciones.

Desacreditar al CNI

Los populares siguen apuntando al actual ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como el responsable de la seguridad de las comunicaciones de la Moncloa y recuerdan que, a raíz de este escándalo, Sánchez destituyó a la directora del CNI, Paz Esteban, para satisfacer las exigencias de sus socios independentistas.

Fuentes oficiales del PP se muestran convencidas de que nada va a cambiar los planes del presidente Pedro Sánchez de agotar la legislatura. Pero la portavoz popular Cuca Gamarra aprovechará el debate de este miércoles para ahondar en las contradicciones entre el PSOE y Podemos en el seno del Gobierno.

Podemos se ha mostrado especialmente crítico con la decisión de Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental. Pero estas discrepancias en el seno del Gobierno se han puesto en evidencia, en las últimas semanas, en infinidad de cuestiones.

La última, la propuesta defendida este martes por Unidas Podemos en el Congreso para implantar un nuevo impuesto a las grandes fortunas, que se solaparía con el impuesto de Patrimonio.

Podemos rompe la baraja

El PP también puso en evidencia la semana pasada las discrepancias internas del Gobierno, al facilitar con su abstención la aprobación de la Ley Audiovisual, que no contaba con el apoyo de Podemos.

El cisma en el seno del Gobierno se repite con la proposición de Ley planteada por el PSOE para prohibir por completo la prostitución, cuya tramitación se ha iniciado este martes en el Congreso.

La propuesta sobre defensa y política exterior, que Feijóo tiene previsto presentar en los próximas días, también busca poner en evidencia que el presidente Pedro Sánchez encuentra en el PP una posición más leal en esta materia, que en su propio socio de Gobierno.

Mientras Pedro Sánchez se dispone a actuar como anfitrión de la Cumbre de la OTAN que Madrid acoge a finales de junio, sus socios de Podemos exigen públicamente la disolución de la OTAN y rechazan enviar armas para que Ucrania se defienda de la invasión rusa.

Con esta estrategia, el PP busca mostrar la imagen de un Gobierno a la deriva, formado por dos partidos incapaces de ponerse de acuerdo en las grandes políticas de Estado.