Era la primera rueda de prensa posterior a un Consejo de Ministros en guerra. A pesar de que el Gobierno ha buscado un subterfugio para comprar "armas letales" en apoyo a Ucrania, amparándose en que "es la unidad la que nos da la fuerza y eso es lo que más teme Putin", España sigue apareciendo ante sus socios y aliados como uno de los países con menos "determinación" en la ofensiva común contra la invasión.
De hecho, el Ejecutivo de coalición se está centrando más en los otros dos de "los tres pilares" que definió Nadia Calviño como claves de la respuesta unitaria de la UE y la OTAN, en la comparecencia ante la prensa: "Unidad, determinación y solidaridad". Es decir, mantener la "unidad" del Gobierno es lo urgente para estar en la importante, la de socios y aliados; y la "solidaridad" es necesaria porque las "consecuencias económicas del conflicto nos van a tocar".
No "de lleno", insistió la vicepresidenta primera, pero sí "indudablemente". Según Calviño, "todos los analistas coinciden en que España es el país menos expuesto de las economías importantes de la UE" a estos efectos perniciosos.
De hecho, lo defiende ella misma, pero buscó el amparo de los diagnósticos externos para no sacar pecho. Eso sí, la mano derecha de Pedro Sánchez admitió que "la inflación seguirá al alza", que "los precios de la energía continuarán presionando y obligarán a tomar medidas" y que la reforma fiscal que prometió el Ejecutivo "se irá a medio plazo". Es decir, se matizará "teniendo en cuenta las consecuencias económicas" de la invasión rusa en Ucrania, y las sanciones cruzadas con Moscú.
Esta semana es clave. El comité de expertos reunido por el Ministerio de Hacienda debe entregar a la ministra, María Jesús Montero, su informe para la reforma fiscal comprometida en el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Los morados llevan desde Navidad presionando para adelantar la subida masiva de impuestos que reclaman (IRPF, Sociedades, Grandes Fortunas, Eléctricas, Banca...) mientras el PSOE trata de bajar las expectativas.
De hecho, el equipo de Yolanda Díaz ya ha advertido de que "después de aguantar tanto retraso", dicen las fuentes consultadas, no aceptará "una reforma light".
Pero Calviño ha dado un paso más en este sentido al admitir que el equipo económico de Sánchez, que ella comanda, "recibirá el dictamen y lo analizará cuidadosamente". Pero eso sí, siempre "teniendo en cuenta la situación actual", sobrevenida por "la guerra de Putin", como la insistía en llamar la ministra portavoz, sentada a su lado, Isabel Rodríguez.
La vicepresidenta enmarcó esta perspectiva en un discurso que lleva repitiendo desde que llegó el Consejo de Ministros, a mediados de 2018. "La prioridad siempre es", y por este orden, "favorecer el crecimiento económico, impulsar la creación de empleo de calidad e ir avanzando a un sistema fiscal más justo"... pero en este caso, Calviño añadió un matiz, "a medio plazo".
Precios de la energía
En el aspecto de la subida de precios, Calviño incidió en que "la cadena de transmisión", es decir, el contagio de la crisis, "vendrá indudablemente por la vía de los precios de la energía". Y en ese punto, fuentes del Ejecutivo recordaron que "llevamos desde junio presionando en Bruselas para reformar el sistema de formación de precios, porque el gas tira al alza de todas las fuentes de energía".
Según Economía y Transición Ecológica, "cada vez más países ven que nuestra postura era la adecuada, cuando a nosotros nos preocupaba, porque ahora son ellos los afectados, estábamos en lo cierto".
Es más, Calviño explicó que este lunes, "Teresa Ribera estuvo en Consejo informal de ministros de Energía" y dejó caer que, a consecuencia de ello, "esperamos una comunicación cuanto antes de la Comisión Europea para adecuar el marco regulatorio".
No subir los sueldos
Hubo otro mensaje en el que la vicepresidenta primera cambió el gesto y cuidó mucho sus palabras. La negociación colectiva que arranca en breve debe ser "prudente" en las subidas de sueldos, pese a la pérdida ingente de poder adquisitivo de los trabajadores, con la inflación disparada al 7,4%.
El Gobierno tiene un empeño explícito en advertir a la población de que "lo importante", la recuperación económica, está en riesgo. Pero al mismo tiempo, dejar claro que "lo urgente", la guerra, no debe hacernos entrar en pánico y tomar decisiones precipitadas. Fuentes de Moncloa recurren constantemente a una misma expresión: "La cautela manda en estas circunstancias".
"Todos los agentes sociales son conscientes de la situación", dijo ante el micrófono Calviño. "La relevancia del diálogo social recuperado es ya un hito, y veremos cómo se orientan las negociaciones", enmarcó. Pero eso sólo era el preámbulo para advertir de que "éste es un acuerdo que será muy importante" en tres aspectos: "Para la evolución de salarios de trabajadores, para la situación financiera de las empresas y para el impacto macroeconómico".
Es decir, atención y cuidado. "Hay que tener cuidar las decisiones a corto plazo, teniendo en cuenta las implicaciones a medio plazo".