El Pacto de Yuste: la nota de Moncloa sobre la renovación institucional se hizo en el portátil de Egea
Bolaños –ministro de la Presidencia– y García Egea –secretario general del PP– inauguran una complicidad entre las partes hasta ahora desconocida.
15 octubre, 2021 03:57Noticias relacionadas
El comunicado que inaugura una nueva relación entre el PSOE y el PP se redactó en el viejo portátil de Teodoro García Egea. "No es una máquina de escribir, pero casi", relata un diputado que conoce la herramienta. Hasta hace un telediario, era inimaginable que unos párrafos con la firma de Moncloa vieran la luz en el teclado del secretario general de los populares.
Ocurrió durante la mañana de este jueves en una sala del Congreso. Acto seguido, aquella misiva era distribuida a todos los medios de comunicación: se había consumado el deshielo. Acababan de quedar renovados –a expensas de efectuar los nombramientos– todos los órganos institucionales salvo el Consejo General del Poder Judicial.
Todo empezó el martes, día del Pilar. Casado, García Egea y su núcleo duro se reunieron en Génova. Ya en la convención del PP se había apostado por "reforzar las instituciones". Entonces, se dio un paso más: "Separemos los problemas de las soluciones". Dicho de otro modo: aparquemos el CGPJ y vayamos con el Tribunal de Cuentas, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos. Lo desvela a este diario uno de los presentes en aquella reunión.
"Estuvimos contemplando distintas opciones. ¿Cuál era la mejor forma de tender la mano a Sánchez en ese sentido? Podía ser una entrevista, una rueda de prensa... Acabamos apostando por un golpe de efecto mayor". Esta fuente se refiere a la interpelación de Casado al presidente del Gobierno del día siguiente, en la sesión de control.
La jugada salió según estaba prevista. Sánchez, en el escaño, no pudo ocultar su sorpresa. Eludió responder a la oferta de Casado. Entonó un todo o nada, como dando a entender que sin el CGPJ no se podía negociar. Minutos después –literalmente– era Félix Bolaños quien, previa convocatoria de prensa, anunciaba una llamada a García Egea: "Si quieren, nos reunimos esta misma tarde". Ninguno de los dos partidos quería encarnar el enésimo bloqueo de la renovación institucional.
Efectivamente, Bolaños llamó a García Egea. En uno y otro lado aseveran que los dos dirigentes han mantenido "una relación de confianza en todo momento", incluso en los meses más duros del bloqueo, que llegaron cuando se frustró el relevo del CGPJ.
"Sánchez y Bolaños vieron una oportunidad. Han comprobado que Casado es un tío sencillo que cumple su palabra. Se han dado cuenta de que sus ofertas son de verdad, y no por tacticismo", desgranan las fuentes consultadas del PP.
En el Gobierno, por otro lado, refieren que, por su parte, "la puerta siempre ha estado abierta" y que ha sido "el cambio de postura de Casado" lo que ha posibilitado el pacto a contrarreloj.
Merkel y las reuniones
En la primera reunión, coinciden los contendientes, se dibujó "el escenario global" y la "necesidad de desbloqueo". Bolaños y García Egea acudieron sin equipos. Mano a mano. Consensuado el destino de la operación, se citaron para la mañana siguiente. Tan claro lo tenían que bromearon: "Sólo el nacimiento de Ignacio –la mujer de Teodoro va a dar a luz esta semana– puede retrasar el pacto".
Casado llamó por teléfono a García Egea este jueves a eso de las 6:45 de la mañana. Le dijo que se iba al monasterio de Yuste, a la entrega del premio que iba a recibir Angela Merkel. "Te dejo a cargo de los pactos de Yuste", le comentó. Horas después, habiéndose visto Casado y Sánchez, el líder del PP intercambió un mensaje con su número dos: "Ya está todo hecho".
Casualidad o no, la presencia colateral de Merkel en todo esto tiene un significado: ella fue la autora de la gran coalición en Alemania. Y con ella en España se estrenaba una nueva relación entre PP y PSOE.
El jueves a primera hora, tras esa segunda reunión entre Bolaños y García Egea que concluyó con el comunicado conjunto, la suerte estaba echada.
Sólo los intentos frustrados a lo largo de la legislatura pueden explicar la rapidez del desbloqueo. "No era empezar de cero. En el pasado, cuando todo estuvo a punto, negociamos mucho", explican desde el Gobierno.
También aligeró la segunda y última reunión el hecho de que todavía no se pusieran nombres encima de la mesa. "De verdad que no los hay. Nos dimos muchos en el pasado, pero ahora no los hay. Irán saliendo. En uno y otro lado sabemos que no van a ser un impedimento", aduce un dirigente del PP.
En 2018, cuando el CGPJ comenzaba a reclamar su renovación, este diario publicó un mensaje en el que Ignacio Cosidó, líder del PP en el Senado, narraba a los suyos con pelos y señales el reparto de los magistrados: "Ha sido una jugada estupenda (...) y además controlando la sala segunda desde atrás".
Aquella exclusiva embarrancó la renovación. Después, el pasado febrero, la renovación volvía a estar encauzada, pero la exigencia de Podemos de nombrar vocal a De Prada –el juez que redactó el párrafo letal sobre la corrupción del PP que posibilitó la moción de censura– lo desbarató.
Ahora, Bolaños y García Egea se han emplazado a seguir negociando. Pero el PP no levantará el pie del acelerador. Sigue exigiendo la reforma de la ley para que sean los jueces quienes elijan a los jueces. "No nos fiamos de su palabra. Nosotros estamos dispuestos a la actual renovación siempre y cuando se acompase a la reforma de la ley", sintetizan en Génova. De momento, el Gobierno no parece dispuesto a ello.