Echenique, el ayudante de Robespierre de Podemos: así lidera la campaña de Iglesias contra la Corona
El portavoz morado ha descrito la Monarquía como una "institución antidemocrática" tras la vacunación de las infantas.
7 marzo, 2021 02:17Noticias relacionadas
"Los Borbones ya van a más de dos escándalos por semana"; "En el próximo capítulo de The Crown: Villarejo se fuga de España, se va a Abu Dabi a comentar unas cosillas sobre Corinna y Sanz Roldán con Juan Carlos I y aprovecha y se vacuna"; "vivir con impunidad desde el nacimiento ayuda mucho a no tomar conciencia de lo que supone un abuso"...
Estos mensajes proceden de la cuenta de Twitter del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, que ha estado especialmente activo -y duro- esta semana en su ya tradicional diatriba contra la Corona. En esta ocasión, con motivo de la vacunación de las infantas Elena y Cristina en su viaje a Abu Dabi.
El portavoz morado se ha referido a la Monarquía como una "institución antidemocrática" cuyos miembros "hacen ostentación permanente del privilegio jurídico y económico". Todo ello está "acercando la república", en su imaginario.
La única forma de que una institución antidemocrática como la monarquía pueda durar en el tiempo es que sus miembros sean ejemplares.
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) March 2, 2021
En España, no solamente no lo son. Es que, además, hacen ostentación permanente del privilegio jurídico y económico, acercando así la república. pic.twitter.com/MI3vQp0nqg
Con arreglo a la historia, podría decirse que Echenique juega un papel dentro de la formación de Pablo Iglesias similar al que desempeñaba Georges Couthon para la empresa revolucionaria de Maximilien Robespierre. Así ha quedado probado en la campaña de Podemos contra la Monarquía.
Georges Couthon
Couthon fue un fiel colaborador de Robespierre en la Revolución francesa. Era un abogado tullido como consecuencia de una enfermedad degenerativa, que se movía gracias a una tosca silla de ruedas y que desempeñó un papel protagonista como azote de los luego guillotinados como "girondinos".
"Te sorprendía mientras te inspiraba piedad", decían de él sus adversarios parlamentarios, pues el jacobino practicaba un discurso duro y violento. Tanto es así que, tras haber pedido la proscripción de 22 diputados moderados, uno de ellos exclamó: "¡Dadle un vaso de sangre! Couthon tiene sed...".
Cuando Iglesias convirtió a Echenique en portavoz parlamentario de Unidas Podemos, el paralelismo estaba servido. Desde entonces, Echenique se ha convertido en la voz más beligerante dentro de la campaña de Unidas Podemos contra Felipe VI. En definitiva, ha servido como Couthon a Robespierre.
Como presidente de la Convención Nacional, Robespierre abolió la monarquía y proclamó la república. Justo ese es el objetivo de la formación de extrema izquierda: dibujar un "horizonte republicano" -en palabras del vicepresidente segundo del Gobierno- utilizando las polémicas que salpican al entorno de la Corona.
Robespierre fue, además, el encargado de desmontar el argumento de la inviolabilidad del Rey. Y así fue como el 3 de diciembre de 1792 la Convención acordó la pena de muerte para el ciudadano Luis Capeto, depuesto Luis XVI.
Pero los parecidos entre los principales protagonistas de la Revolución francesa y los dirigentes de Podemos van más allá de su pulsión antimonárquica. Si en su día Robespierre consignó que la barbarie es "la justicia del pueblo", Echenique ve en los disturbios violentos de Barcelona a "jóvenes antifascistas pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles". Un mensaje que ha sido denunciado por "instigar a la violencia" y que demuestra la similar concepción de unos y otros sobre la justicia.
¿Por qué Echenique?
El portavoz parlamentario de Unidas Podemos no sólo es uno de los líderes más duros contra la Corona, sino también contra la oposición. Echenique se refiere indiferentemente a PP, Vox y Ciudadanos como la "ultraderecha", les atribuye intenciones golpistas y se burla de las muchas leyes que van a tener que tragar durante la vigente legislatura.
Y esto es así porque Echenique cuenta con la ventaja de no ser miembro del Gobierno. De hecho, la cúpula de Pablo Iglesias decidió dejarle fuera del Ejecutivo y delegarle la función de portavoz parlamentario para que pudiera dar rienda suelta a sus mensajes incendiarios minimizando de este modo su posible repercusión.
Todos los partidos y todos los gobiernos cuentan con un portavoz beligerante, que busca la confrontación y se maneja en el fango político. Socialistas y populares han contado históricamente con su rottweiler, encarnado en políticos como Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba o Rafael Hernando.
Unidas Podemos lo ha encontrado en Pablo Echenique, aunque su belicosidad no tiene parangón en la política actual y se trata del primer portavoz de un partido que, desde dentro del Gobierno, carga contra las instituciones democráticas. Una de ellas, la Monarquía.
"Horizonte republicano"
No es ningún secreto que desde Unidas Podemos se relamen cada vez que sale a la luz una nueva polémica que involucra indirectamente a la Casa Real. La formación de extrema izquierda, partidaria de impugnar gran parte del marco constitucional, considera que atacando al Emérito y a las infantas los españoles pronto asociarán Monarquía a Dictadura y República a Democracia.
Pablo Echenique es uno de los creyentes más fervorosos en esta idea. El portavoz parlamentario de Unidas Podemos ya convirtió el acto del Día de la Constitución en una jornada propagandística contra la Corona a cuenta de la regularización fiscal del Emérito. También aprovechó su paso por Nueva Economía Fórum para aseverar que la "República llegará más pronto que tarde".
Ahora, aprovecha la vacunación de las infantas para reforzar su argumentario contra la Monarquía. Una ocasión a la que se ha sumado también el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, que ya vislumbra un "horizonte republicano".
Los datos del CIS, sin embargo, evidencian que la campaña no está dando los frutos esperados por los dirigentes de Podemos. Cuando nació el partido, el 0,6% de los españoles percibía la Monarquía como un problema. Hoy, esa cifra se ha reducido al 0,3%.