Que Pablo Iglesias es un pragmático dogmático es un secreto a voces desde el primer día en que irrumpió en política. Si a algunos les dio pavor su desembarco en mítines atestados de gente fue, precisamente, porque aunaba un objetivo político muy concreto con tácticas audaces y volubles. ¿De izquierdas? Sí. ¿Por tanto, igualitario radical? Sin duda. ¿Y entonces, a favor de la autodeterminación de Cataluña? Es lo que hay. ¿Y estrella de la tele que financia el régimen iraní, ése que cuelga a los homosexuales de una grúa? "Lo aprovechamos, la política es cabalgar contradicciones". Y ya está.
De que Pablo Iglesias ha ido despejando su camino, el suyo, hacia un asiento en el Consejo de Ministros sin que le temblara el pulso ante cualquier obstáculo son testigos todos los integrantes de la foto fundacional de Podemos, hoy cada uno en sus labores, alejadas todas ellas del Gobierno y hasta de la sede morada de la calle Princesa, en Madrid.
Y que Pablo Iglesias tampoco ocultó tras el abrazo del 12 de noviembre que, a cambio de hacer algunas "políticas públicas" -que es como ahora llaman a hacer leyes, decretos, reglamentos y todo tipo de normas- desde Moncloa iba a tener que "hacer muchas cesiones". Porque en el Ejecutivo, su Podemos se iba a encontrar "muchos límites y contradicciones". Echando cuentas -como Iceta- en estos apenas dos meses de cogobierno, nos salen 10:
1. Dolores Delgado, fiscal
El salto de la exministra a la Fiscalía General del Estado es una de las primeras ocasiones en la que los morados tuvieron que ensayar sus tragaderas. Tanto, que ya está asumida al nivel de que en los cafés sin micrófonos que celebran los dirigentes de Podemos hacen bromas con ello, guiñan ojos y dicen, sin decir, "es que ahora somos gobierno".
Hay que recordar que fue el propio Pablo Iglesias el que exigió no ya la dimisión de la extitular de Justicia , sino su "alejamiento de toda función pública" en septiembre de 2018 por "mezclarse de manera afable con la basura, con las cloacas de Interior".
Para el hoy vicepresidente, "la vida política debe ser noble", y las conversaciones amistosas de Dolores Delgado con el excomisario José Villarejo -hoy encarcelado por sus corrupciones- hacían "daño a la mayoría parlamentaria de la moción de censura" y no eran "aceptables ministros que sean amigos de tipejos como" el expolicía.
2. Las armas a Arabia Saudí
Nada más llegar a la Moncloa, el PSOE e encontró con varios contratos de venta de armas y material de guerra a Arabia Saudí. La ministra de Defensa, Margarita Robles, paralizó la venta de una partida de 400 bombas por el pequeñísimo valor de valor 9 millones de euros, menos del 1% del anual en este negocio de nuestro país.
El asunto es que ese contrato, que al final no se rompió, porque Josep Borrell -exministro de Exteriores- salió a enderezar el entuerto, puso en riesgo el que se mantuvo y ahora , con Iglesias sentado a la izquierda de Sánchez cada martes en Moncloa, se terminará de ejecutar: los 1.813 millones de euros que recibirá la pública Navantia por fabricarle cinco corbetas al régimen de los Saud.
Además, ya se ha reactivado sin restricciones -únicamente las mismas prevenciones que antes se aplicaban, las de no vender material de guerra a países que la estén librando- y, sobre todo, sin críticas, la relación comercial en este campo con el país que gobierna el príncipe Mohamed bin Salman (MBS)... a quien sólo verlo fotografiado con el rey emérito Juan Carlos significaba una nueva ofensiva republicana de Unidas Podemos.
3. Vallas más altas
Hasta su entrada en el Gobierno, la inmigración no se arreglaba "con vallas más altas", ni siquiera a cambio de quitar las concertinas de Ceuta y de Melilla. Antes de ser Gobierno, Iglesias atacaba con saña "las devoluciones en caliente del Ejecutivo del PP" y a Fernando Grande-Marlaska por haber recuperado esa práctica una vez olvidado el recibimiento con fanfarrias al Aquarius en junio de 2018.
Ahora, las verjas se suben un 30% para sustituir las cuchillas, y queda claro que la inmigración, si no se soluciona, al menos sí se para "con vallas más altas".
4. Devoluciones en caliente
Es más, cuando Podemos ya había llevado al PSOE a Moncloa, desalojando a Mariano Rajoy a través de una moción de censura, la hoy secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, lideraba una campaña política "contra el desmantelamiento de la Oficina de Ailo y Refugio" que había provocado un atasco de expedientes de más de 70.000. "Eso son personas, 70.000 personas sin derechos a los que España desampara", exigía en el registro del Congreso.
Esta semana, Iglesias trató de lucir músculo en una entrevista televisiva, asegurando que "Marlaska sabe y yo le he escuchado decirlo, que las devoluciones en caliente no respetan los derechos humanos, y no se hará ni una más". Inmediatamente, el Ministerio del Interior emitió una nota desmintiendo al vicepresidente. Y éste pasó a otra cosa.
Incluso, ahora las dovoluciones también se hacen "en frío". Hace una semana, EL ESPAÑOL, informó de cómo la Fiscalía de Dolores Delgado había invocado un convenio con Marruecos para entregar al país vecino a dos menores que ya estaba incluso tutelados por los servicios sociales de la ciudaad autónoma de Melilla.
5. Puertas giratorias
"Hay que decirlo claro, sentarse en un consejo de administración, es una puerta giratoria, y eso es traición a España". Es Pablo Iglesias en la campaña electoral del 28-A. "Lo sabe todo el mundo, hasta que Unidas Podemos no esté en el Gobierno no va a haber un sistema racional de sanciones a las empresas energéticas por una razón muy sencilla, a nosotros no nos han podido comprar".
Hoy, Iglesias ha callado. Y con él, todo Podemos, Izquierda Unida, los Comunes y cualquier otra confluencia morada, ante el nombramiento de la actualmente diputada, y antes ministra del PSOE Beatriz Corredor, para presidir Red Eléctrica.
"Si me pongo a recitar nombres, necesiatría las pilas del conejito del anuncio", decía en el atril del Congreso de los diputados un jocoso Iglesias en el pasado: Aznar, Endesa; Felipe González, Gas Natural; Josep Piqué, Vueling; Elena Salgado, Endesa; Rodrigo Rato, Telefónica, Bankia, y Santander... Pedro Solbes, Endesa; Arias Cañete, Ducar; Narcis Serra, Caixa Catalunya, Gas Natural, Telefónica; Zaplana, Telefónica; Javier Solana, Acciona; Pío Cabanillas, Endesa; Isabel Tocino, Enagás..."
Hoy, desde la silla a la izquierda de Pedro Sänchez en Moncloa, Iglesias calla aquello de que "el problema de esto, aunque sea legal, es que es corrupción".
6. Silencio Sáhara
La explicación desde las fuentes oficiales de Vicepresidencia fue que Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y número dos de Iglesias en el Ministerio, se había reunido con una representante de la autodenominada República del Sáhara Occidental, "por un convenio que tiene con la ONCE, y a petición de esta organziación".
Pero lo cierto es que la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, hubo de calmar al Ejecutivo de Rabat después de que Álvarez publicara su encuentro en Twitter con la "ministra" del gobierno saharaui.
La titular de la diplomacia española no gana para extintores, entre Venezuela y el Sáhara. Ya informó este periódico de la preocupación de varias cancillerías con la llegada de Podemos al Ejecutivo. En esta ocasión, González Laya llamó de urgencia a su homólogo marroquí a pedir que "no hiciera caso" de los tuits, que "la posición de España no ha cambiado".
Lo mismo admitió Iglesias en la tele. Y Nacho Álvarez borró sus tuits de inmediato.
7. Reforma laboral
"Hay que derogarla toda", decía Iglesias. "Hay que hacerlo de inmediatao", añadía Yolanda Díaz. "Haremos lo que podamos", dice uno hoy. "Iremos por partes, eliminando lo más pernicioso", concluye la otra ahora. Y así hacen el vicepresidente y la ministra de Trabajo.
Y no hay que "eliminar las dos últimas reformas, la de Zpatero y la de Rajoy", como decía Díaz en campaña, "que tanto han precarizado el mercado laboral". Ahora, como integrante del Gobierno, la cosa va "por fases" y de manera puntual. "No nos engañen con un nuevo Estatuto de los Trabajadores, esto es urgente y la propuesta de Nadia Calviño se va para dos o tres años", defendía Díaz. Hoy es ella la que propone "trasladar a un nuevo Estatuto de Trabajadores los desafíos de la economía digital".
8. Prohibir la publicidad del juego
Ahora "prohibir está mal". Hoy, "lo mejor es que hemos eliminado al ley de la selva y veremos en un año si sirve de algo". Antes, Alberto Garzón, que hoy es ministro de Consumo, comparaba "las casas de juego" con "la heroína de los años 80", prometía "restringir su publicidad como la del tabaco" y crear "zonas exentas" de locales.
El decreto que presentó el también coordinador federal de IU esta semana limitaba la comparación con los cigarrillos en que se pondrán "carteles de advertencia" equivalentes en los salones de juego. La publicidad no se prohíbe, a parteri de las 22.00 horas será libre, los partidos de gran audiencia y los clubes de fútbol podrán seguir luciéndola...
9. José Félix Tezanos y el CIS
Podemos denunció al presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ante la Junta Electoral. José Félix Tezanos, integrante de la Ejecutiva de Pedro Sánchez en el PSOE hasta que Podemos lo levó al Gobierno, se despachaba con un editorial en la revista Temas, que aún dirigía cuando ya era cargo público, reclamando el "voto útil" para el PSOE en las elecciones.
Su secretario general, Pablo Iglesias, reaccionó de forma contundente a la publicación en su cuenta en Twitter: "El CIS es una institución pública, no el patrimonio del partido que gobierna. Tezanos, en tanto que presidente, no puede defender abiertamente el viejo bipartidismo y pedir el voto. Debería dimitir o ser cesado ipso facto".
Iglesias es hoy vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030. Y aplica el mismo silenció socarrón que con Dolores Delgado. Claro, que el CIS ya no trata tan mal a Podemos.
10. Ministro de jornada
Iglesias celebró por primera vez la Constitución como político el día en que ésta cumplía 40 años. Era diciembre de 2018, ya gobernaba el PSOE gracias a la moción de censura, y los morados vieron la oportunidad de copar la atención en el Congreso con unas chapitas que reclamaban una república feminista para España.
Sólo un año y un mes después, Iglesias y sus cuatro ministros aplaudían al Rey Felipe VI, a la Reina Letizia, a la Princesa Leonor y a la Infanta Sofía en la Cámara Baja, en la sesión solemne y conjunta de las Cortes para abrir la Legislatura. Sentado en el banco azul, con traje y batiendo palmas a la Familia Real, el republicano se isntitucionalizaba tanto...
Que este viernes incluso fue el ministro de jornada de Doña Letizia, en su visita a La Coruña para la proclamación de uno de los premios de la Fundación Princesa de Girona.