Pablo Iglesias ha dejado claro que las devoluciones en caliente en las verjas de Ceuta y de Melilla "no se pueden producir" y que eso ya lo sabe el titular de la cartera, Fernando Grande Marlaska: "Este Gobierno tiene una política migratoria respetuosa con los derechos humanos, y es un consenso que las devoluciones en caliente no lo son", ha sentenciado. "Eso se lo he escuchado yo personalmente decir al ministro Marlaska, así que está claro que cualquier iniciativa contra los derechos humanos no se puede producir".
Iglesias es ahora un defensor de la Constitución de 1978. Como vicepresidente de Derechos Sociales, lleva siempre el librito que Unidas Podemos editó para las elecciones del 28-A en el que reproducía y comentaba los artículos de la Carta Magna que tratan de esos aspectos. Con ese movimiento, ya comenzó a cambiar el Podemos impugnatorio de acampadas y escraches por un partido con aspiraciones de gobierno. Ahora que se sienta en el Consejo de Ministros, lleva casi todos los días americana. Lo cierto es que aún no es experto en ello, porque la de este lunes le hacía moiré en pantalla, desviando la atención del espectador de los Desayunos de TVE.
El vicepresidente ha respondido a un total de 17 preguntas en el programa de Xabier Fortes, pero han destacado algunas de ellas, en las que Iglesias ha puesto su alto cargo encima de la mesa. Ha querido demostrar su ascendencia sobre el presidente, Pedro Sánchez, explicando qué es lo que tienen que hacer el ministro del Interior, cómo se deben desarrollar las reuniones de la mesa de gobiernos con la Generalitat, lo que debe hacer el titular de Agricultura e incluso la de Política Territorial.
La respuesta sobre inmigración llegaba el mismo día que EL ESPAÑOL revela que las devoluciones de inmigrantes a Marruecos no se están produciendo sólo en caliente, sino también en frío. Este mismo fin de semana, dos menores marroquíes que ya estaban bajo la tutela de la ciudad de Melilla han sido regresados a su país de origen tras la identificación de sus madres y la consiguiente condena por abandono de menores.
El tribunal de este juicio rápido ha seguido el nuevo criterio impuesto por la Fiscalía de Dolores Delgado -ya avalada por el Congreso- que, por primera vez, ha invocado un convenio firmado con Marruecos para la devolución de menores extranjeros no acompañados -los conocidos como Menas-.
"Casado en la cárcel"
Con respecto a la negociación que se inicia este miércoles entre el Gobierno de España y el de la Generalitat, Iglesias ha sido también tajante a la hora de defender que las condenas por sedición no impiden que un vicepresidente visite al reo entre rejas: "No podemos elegir nuestros interlocutores", ha dicho, "el señor Junqueras ha sido elegido por ERC y a ERC la vota mucha gente". Y para apoyar su argumento ha remachado, con sorna: "Si un día Pablo Casado acaba en la cárcel y sigue siendo el líder del PP, también lo iré a ver si tengo que hablar con él".
Y es que la posición de Unidas Podemos en este asunto es cómoda. Los morados, en la persona de Iglesias y el ministro de Universidades, Manuel Castells, se limitarán a acudir a las citas a mediar entre las partes. Ni JxCat ni ERC -ni, por ende, el Govern- se fían de las intenciones de Pedro Sánchez. Creen que el presidente ha accedido a esta mesa por pura necesidad de sacar adelante su legislatura. Sin embargo, sí se fían de Iglesias, que habla su idioma en cuanto a autodeterminación.
Así, cuando ha sido preguntado por la profundización en las desigualdades entre españoles, Iglesias ha salido por la tangente: "Las soluciones uniformizantes en un país que es diverso por naturaleza serían un error", ha comenzado. Para después darle línea de inspiración a la ministra Carolina Darias: "España no tiene que ser jacobina, porque la igualdad se construye respetando las diferencias".
Iglesias ha vuelto a tirar de la Carta Magna cuyo cerrojo quería hacer saltar hace no tanto para afirmar que "una de las grandezas de la Constitución del 78 es que reconoció las diversidades, que en nuestra patria hay nacionalidades, que es un sinónimo de nación", ha dicho, "y hay regiones". Para el vicepresidente, "la diversidad territorial es clave para entender que esta patria no es sólo Madrid... y se lo dice un madrileño".
El campo
Si esta semana saltaron las discrepancias dentro del Gobierno a cuenta de la ley de libertades sexuales y de la política migratoria, hace 15 días la polémica vino de la intervención de Iglesias en el conflicto del campo. El líder de Unidas Podemos se limitaba a pagar un fuego ocasionado por la iniciativa de su ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de forzar una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesinal. El alza ahora a 950 euros provocó las protestas del sector agrario que veían crecer las presiones económicas por la vía de los costes cuando las de los ingresos son casi insoportables.
Iglesias fue citado a una reunión ya concertada con los sindicatos y las patronales agrarias, pero a éstas últimas se las desconvocó desde Trabajo. A todo esto, el Ministerio de Agricultura, responsable del área, no estaba invitado. Y finalmente, el ministro Luis Planas hubo de salir un par de días después a desviar el tiro anunciando medidas para intervenir en la cadena de precios desde origen.
"La prueba de que no lo hicimos mal" -Iglesias había sido preguntado por si este episodio era uno de esos "errores" que él admitía-, ha dicho, "es que mañana martes, el titular de Agricultura traerá al Consejo de Ministros esas medidas". Según el vicepresidente, "en unas pocas semanas, somos el Gobierno que más ha hecho por el campo español".