Todo apunta a que el pasado viernes por la tarde el presidente Pedro Sánchez no sabía que vendría a Sevilla el lunes por la mañana para colocar la primera piedra del tramo norte de la línea 3 del metro en la barriada de Pino Montano.
Pero los últimos acontecimientos han sido clave para que el presidente decidiera a última hora del domingo desplazarse a Sevilla y a su localidad fectiche, Dos Hermanas, donde precisamente resurgió de sus cenizas en 2017.
También el clima de tensión entre el Ayuntamiento y el Gobierno que comenzó la pasada semana tras la publicación por este periódico de parte de un mensaje que publicó un responsable del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.
Este versaba sobre la retirada de una subvención nominativa de 12 millones de euros al Consistorio para la construcción de 500 viviendas al estar gobernado por el PP.
Precisamente Sánchez se ha trasladado a Dos Hermanas para visitar una promoción de vivienda pública protegida y para recordar "el esfuerzo inversor" en vivienda adsequible por parte del Gobierno en Andalucía, que alcanza los 1.500 millones de euros desde 2018. "Este es el modelo de vivienda que queremos".
Sin embargo, Sánchez no ha podido evitar ser abucheado tanto en Pino Montano, ni tampoco en Dos Hermanas, uno de los pocos bastiones socialistas que quedan en Andalucía y donde el PSOE han sido capaces de resistir durante más de 40 años.
El presidente ha tenido que pedir a los vecinos que estaban gritando que se callaran: "A ver, escuchadme que tengo cosas que decir". Fue entonces cuando anunció que iba a eliminar la Golden Visa, la fórmula que permite acceder al régimen de residencia en España cuando se invierte más de medio millón de euros en bienes inmuebles.
Tal ha sido el clima de tensión vivido en la colocación de esa primera piedra en la capital sevillana, cuyo proyecto alcanza los 1.300 millones de euros, que no ha habido foto de familia pasando la inauguración en sí a un segundo plano.
Apenas ha habido un cruce de palabras bajo la carpa colocada para la ocasión, ya que las deudas pendientes con Sevilla y Andalucía han sido lanzadas por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y por el alcalde del Sevilla, José Luis Sanz, en forma de dardos hacia Pedro Sánchez.
[Pedro Sánchez anuncia que el Gobierno va a eliminar la 'Golden Visa']
Moreno le ha llegado a pedir directamente desde el atril que convoque la Conferencia de Presidentes autonómicos y aborde con urgencia la reforma del sistema de financiación de las comunidades.
Abucheos de los vecinos
Los abucheos por parte de algunos vecinos a los tres dirigentes tampoco ha ayudado a rebajar el clima en una zona que se ha convertido en una especie de ring para ver quien de los tres vendía mejor las bondades que habían hecho por Sevilla. Sánchez ha sacado pecho de sus inversiones en la ciudad, "sin precedentes desde la Expo 92".
También se ha juntado el rifirrafe protocolario que se produjo el fin de semana por los asientos en el palco del estadio de la Cartuja para la final de la Copa del Rey, con la vicepresidenta María Jesús Montero, como máxima representación del Gobierno, y el presidente andaluz, como protagonistas.
Desde la Junta alegaron que Sánchez "despreciaba a Andalucía y de no respetar a la corona" con este hecho y se remontaban a una sentencia del Tribunal Constitucional de 1986, que estableció que en los territorios de las comunidades autónomas, los presidentes autonómicos están por delante de todos los ministros, sean o no vicepresidentes.
Finalmente fue la Federación Española de Fútbol la que solucionó el problema al echarse a un lado el presidente de la comisión gestora Rafael del Amo y dejar su sitio libre junto al monarca.
Sánchez también con su viaje a Sevilla, acompañado por el ministro de Transporte, Óscar Puente, y la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha evitado estar presente en la Comisión General de Comunidades Autónomas que se ha reunido en el Senado, en Madrid.
Allí el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, le ha recordado a Sánchez que se pronunció en contra de la amnistía como hoy se está pronunciando en contra del referéndum que piden los independentistas de ERC y Junts.
También el presidente catalán le ha advertido de que "todo será posible". Todo ello mientras Pedro Sánchez asistía a la colocación de la primera piedra de una línea de metro en el mismo barrio donde nació el lema 'Que te vote Txapote' en septiembre de 2022, de nuevo, entre abucheos de los vecinos.