El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha encontrado gritos a izquierda y derecha en el acto en el que ha participado este lunes en Pino Montano, uno de los barrios más populares de Sevilla.
No es una figura retórica. Es que los vecinos estaban apostados a los dos lados de la carpa que se ha montado para el acto de la primera piedra de la nueva línea de Metro de la capital andaluza.
A su izquierda, un grupo ha abucheado al presidente del Gobierno y le han increpado con gritos de "¡fuera, fuera!". Los pitidos y gritos han acompañado casi toda la intervención de Sánchez, quien ha sacado pecho por las aportaciones de su Ejecutivo en Sevilla y el resto de Andalucía.
A la derecha, otro grupo de vecinos ha estado dividido. Al principio de la intervención de Sánchez han pitado, sí, pero después han gritado algún esporádico "presidente, presidente".
También en Dos Hermanas
Tras el acto de Pino Montano, el presidente del Gobierno ha acudido a Dos Hermanas, donde visita unas obras de viviendas sociales. También allí se ha encontrado gritos y abucheos.
De hecho, al inicio de su discurso, cuando más arreciaban las protestas y gritos, ha tenido que pedir calma. "A ver, escuchadme, que tengo cosas que decir", ha indicado el presidente del Gobierno.
Alcalde y dos presidentes
Las protestas vecinales empezaron mucho antes del acto. Al mismo estaban convocados todos los altos cargos posibles: el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el presidente de la Junta, Juanma Moreno; y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Además, han acudido varios consejeros (el portavoz, Ramón Fernández-Pacheco; la de Educación, Patricia del Pozo), concejales como la de Cultura, Minerva Salas o José Luis García, de Barrios, así como el eurodiputado popular Juan Ignacio Zoido.
Con esa concentración de políticos, los vecinos empezaron a apostarse tras las vallas de seguridad una hora antes de la llegada de los primeros cargos públicos. Primero han protestado por el sistema de recogida de basuras del barrio, cuestión que han recriminado al alcalde de la ciudad.
Escándalo más notable
Después han pitado -poco y de forma leve- al presidente de la Junta, Juanma Moreno. Pero el escándalo más notable ha llegado cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subido al estrado.
El ruido ha obligado, incluso, a elevar algo el tono a Sánchez. Los pitidos y silbidos -sobre todo de su flanco izquierdo, pero también del derecho- se han escuchado, a ratos, por encima de sus palabras.
La cuestión es que el presidente del Gobierno llegaba para el acto de la primera piedra de la nueva línea de Metro. Ni aún así ha podido tener un acto tranquilo.