Pérez-Sauquillo, excargo de la Junta condenado por Invercaria: "Espero el mismo trato que a Griñán"
La Audiencia ordenó en enero su ingreso inmediato en prisión, pero él pidió la suspensión al alegar una cardiopatía y una patología urológica grave.
13 marzo, 2023 03:48Tomás Pérez-Sauquillo, expresidente de Invercaria, la empresa pública de inversión y gestión de capital riesgo de la Junta de Andalucía bajo los gobiernos del PSOE, espera que la Justicia le dé el mismo trato que al expresidente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, que aún no ha entrado en prisión.
Sus vidas tienen no pocos paralelismos. Ambos nacieron en Madrid, tienen 76 años de edad, sobre ambos pesa una condena firme del Supremo por malversación por la concesión de ayudas irregulares a empresas y los dos han alegado ante la Justicia que padecen una enfermedad incurable para evitar la prisión.
Griñán está condenado a seis años de prisión por el caso ERE y Pérez-Sauquillo a tres años y medio, por la concesión arbitraria de 100.000 euros a una empresa de aceitunas para que pusiera en marcha una línea erótica de olivas de mesa.
[El TS condena a un ex alto cargo socialista andaluz por ayudas a una empresa de aceitunas eróticas]
El primero alegó que padece un cáncer de próstata y la Audiencia aplazó su entrada en prisión. El segundo tiene una cardiopatía tras dos operaciones a corazón abierto en 2011 y 2021, y una patología urológica grave por la que ha estado varios días ingresados recientemente. Además, sus visitas a los centros médicos son casi diarias. A él la Audiencia no le ha contestado.
Según su médico, afirma en declaraciones de EL ESPAÑOL, "lo de Griñán es menos importante" comparado con las dolencias de Pérez-Sauquillo. "Cualquier médico penitenciario se quedaría patidifuso por mi historial clínico cuando me viera aparecer", afirma el facultativo.
"En los ERE se regalaba dinero"
Sin embargo, también tienen muchas diferencias. La principal, según asegura a EL ESPAÑOL el expresidente de Invercaria, es que "en los ERE se regalaba dinero y en Invercaria ni un euro".
Entonces, ¿por qué está condenado? Pérez-Sauquillo insiste en conversación con este periódico que él concedió "todas las ayudas de manera legal", pero por un fallo técnico del servidor de Invercaria "no se pudieron aportar al sumario los correos que lo demuestran".
Por ello, asegura que "su indefensión es total". Además, sostiene que la Audiencia tampoco ha tenido en cuenta toda la documentación que presentó la Agencia IDEA, de la que dependía Invercaria. Cuando Pérez-Sauquillo tomó sus riendas, estaba de consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, que también cumple condena por el caso ERE.
En total, Pérez-Sauquillo repartió 40 millones en 200 ayudas durante cinco años, pero asegura que denegó otras 800 porque no cumplían con los requisitos. Entre ellos, tener capacidad económica para devolver el préstamo. De hecho, señala que si Invercaria hubiera sido privada y se hubiera podido quedar con participaciones, ahora contaría con "un capital de 500 millones de euros".
El Supremo "no ha leído el recurso"
El exdirectivo ha presentado un recurso de amparo al Constitucional para que "esta injusticia se sobresea". En realidad, insiste, su auténtico motivo es que es "inocente".
Es más, asegura sin temblarle la voz que el Supremo lo ha condenado porque "los magistrados no se han leído el recurso". No obstante, cree que ha sufrido una segunda indefensión: "Me aplicaron el Código Penal de 2015 por unos hechos que ocurrieron entre 2005 y 2010 y que no eran delito entonces. Es una auténtica barbaridad", señala.
De ser condenado, precisa Pérez-Sauquillo, lo hubiera sido "por administración desleal y no por malversación. Todo se hubiera quedado en el pago de unas multas". No obstante, insiste en que si hubiera tenido los correos para ejercer su defensa no habría sido condenado.
Su letrado ha solicitado que se le aplique una rebaja de su condena del Supremo, amparándose en la reciente reforma del Código Penal, que introdujo modificaciones en las penas de prisión cuando opera un delito de malversación.
Otras condenas
En total, Pérez- Sauquillo se ha sentado en el banquillo hasta en siete ocasiones por la concesión de ayudas supuestamente irregulares y pesan sobre él cuatro condenas —todas están recurridas al Supremo—, una de las cuales ya es firme.
También ha sido absuelto de otras tantas. Recientemente lo ha sido por el caso FIVA, la primera macrocausa de Invercaria, por las ayudas de 716.000 euros a una empresa de base tecnológica para montar un portal de ferias virtuales en 3D.
Licenciado en Derecho, Pérez-Sauquillo recaló en Andalucía a finales de los años 90 tras presentar su dimisión como director financiero en Villar Mir.
Entonces empezó de cero con un proyecto de viviendas tuteladas para mayores, que iba a instalar en la localidad sevillana de Gelves. Aunque aquel proyecto no llegó a fructificar, siguió con sus negocios inmobiliarios y, cuando estaba inmerso en la ampliación del Puerto Banús, le llamó Francisco Vallejo para que se hiciera con las riendas de Invercaria.
"Aquella propuesta me apasionó", explica, al ver que tendría la oportunidad de acercar la administración al ciudadano y apoyar a las pymes andaluzas.
Sin embargo, hoy reconoce que fue el mayor error de su vida, después de que el entonces exdirector de Promoción de Invercaria Cristóbal Cantos denunciara la corrupción de la que fue testigo en la entidad.
Diez años después, niega la mayor. De hecho, su intención es, cuando acaben todos los procesos, presentar querellas "a tutiplén por el montaje" que han hecho con él. En estos momentos, lo que le apena es el sufrimiento de su familia y "estar en tierra de nadie, sin interesarle ni al PP ni al PSOE".
No obstante, asegura que ya no tiene nada que perder aferrándose a la última esperanza: poder evitar la prisión, como hasta el momento ha conseguido José Antonio Griñán.