Las cartas bomba contra Sánchez y la Embajada de Ucrania serían obra del Movimiento Imperial Ruso

Un grupo supremacista blanco con sede en Rusia envió las cartas bomba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o a la Embajada de Ucrania en España, entre otros objetivos, el pasado otoño, según The New York Times, que cita como fuente a funcionarios estadounidenses y europeos. 

En total fueron seis las cartas con material explosivo recibidas entre noviembre y diciembre. Solo una de ellas, la dirigida al embajador de Ucrania en nuestro país, el veterano diplomático Serhii Pohoreltsev, causó heridas a un empleado.

Cuenta el Times que la investigación lleva semanas centrada en el Movimiento Imperial Ruso, un grupo radical con campos de entrenamiento en San Petersburgo y aliados en Europa. La organización, con lazos también con las agencias de inteligencia rusas, está considerada como grupo terrorista global para el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Fue en 2020, bajo el mandato de Donald Trump, cuando Washington hizo esta distinción: "El Movimiento ha brindado capacitación de estilo paramilitar a supremacistas blancos y neonazis en Europa y trabaja activamente para reunir a este tipo de grupos en un frente común contra sus supuestos enemigos", señaló el Departamento de Estado. 

Un 'mensaje' a los aliados de Ucrania

Estos 'soldados' son muy útiles para la inteligencia rusa porque sus víctimas difícilmente pueden atribuir las acciones al Kremlin. Sus líderes son Stanislav Anatolyevich, fundador del grupo en 2002; Denis Valiullovich, al frente del brazo paramilitar, la Legión Imperial Rusa, y Nikolay Nikolayevich, organizador de las actividades en el extranjero.

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En España, la Policía Nacional rastrea el vínculo del Movimiento Imperial con movimientos de la extrema derecha. 

Las pesquisas apuntan, según el diario, a que las cartas tenían como fin castigar el apoyo a Ucrania en la guerra que se libra en aquél país desde febrero, cuando Vladímir Putin ordenó la invasión, y al mismo tiempo lanzar un mensaje: "Rusia y sus representantes podrían llevar a cabo ataques terroristas en toda Europa, incluso en las capitales de los estados miembros de la OTAN".

En nuestro país, las cartas fueron enviadas al Palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno; el Ministerio de Defensa; representaciones diplomáticas en Madrid; un fabricante de armas en Zaragoza y la Base Aérea de Torrejón de Ardoz.