Los SMS cifrados de Quim Torra al 'CNI catalán' para controlar las redes sociales: "Os necesitaré"
Torra aceptó su ayuda para "crear estados de opinión", tratando así de dirigir, a través de las redes sociales, a los catalanes hacia el independentismo.
31 octubre, 2022 03:02El expresident de la Genetalitat de Cataluña, Quim Torra, mantuvo conversaciones a través de mensajes cifrados con algunos de los investigados en la causa secreta del CNI catalán en los que aceptaba su ayuda para "crear estados de opinión" en la gente, tratando así de dirigir la opinión pública de los catalanes a través de diversas redes sociales.
"Os necesitaré. Gracias por la confianza. Abrazos". Así respondía Torra a la proposición que le realizó hace cuatro años uno de los imputados en la investigación de la Audiencia Nacional sobre las actividades de este grupo clandestino. Y estos mensajes figuran en uno de los informes que la Guardia Civil ha enviado al Juzgado, que recoge la información obtenida de los dispositivos móviles.
Los que atañen al exdirigente autonómico fueron localizados en la aplicación Signal de Ramir de Porrata, quien sería uno de los cabecillas del entramado secesionista. En palabras de los investigadores, esta herramienta ultrasegura era empleada por los separatistas porque "utiliza protocolos criptográficos de código abierto y mensajes con clave de acceso que se autodestruyen pasados unos segundos". Esta app hace posible "mantener comunicaciones totalmente seguras sin posibilidad de ser interceptadas".
Fue así como contactaron con Torra desde el CNI catalán por primera vez el 31 de agosto de 2018, casi un año después del referéndum ilegal y con Carles Puigdemont ya fugado y residiendo en Bruselas. El encargado de hacerlo fue Porrata, uno de los investigados en la causa al que la Guardia Civil define como un "elemento potencialmente desestabilizador y gravemente subversivo".
—Buenas tardes, president.
—Hola.
—Me gustaría ofreceros una cosa por si os pudiera ayudar. Como sabéis, en política a veces conviene crear estados de opinión entre la gente antes de difundir determinados mensajes políticos. Así la gente ya está preparada y acoge mejor estos mensajes. Formo parte de un grupo de tuiteros influyentes (Joan Canadell, CNI Catalunya, Rafael Pous, Bernat Deltell, yo mismo). Entre los cinco llegamos a millones de visualizaciones cada día. Todos estamos comprometidos al 100% con la República. Trabajamos juntos, consensuamos los mensajes y los publicamos vía Twitter, cada uno con su estilo. El nombre del grupo es ThinkCat. Nos gustaría ponernos a vuestra disposición para ayudaros a crear estados de opinión cuando lo necesitéis. Si queréis que un mensaje llega a la gente hacédnoslo saber antes. Si comulgamos con el mensaje lo difundiremos. ¡Muchas gracias!
—Estimado Ramiro, ¡os necesitaré!. Gracias por la confianza. Abrazos.
—Gracias, presidente. No estáis solo.
—Está costando mucho, Ramir.
—Está costando y costará mucho, president. Pero somos catalanes y los catalanes no nos rendimos nunca. Tenéis todo un pueblo detrás. Ante decisiones difíciles, elegid siempre lo que quiere el pueblo. El pueblo nunca se equivoca. Tenéis un gran equipo. En todo lo que podamos ayudar, estamos a vuestra disposición. Mucho ánimo y mucha fuerza. Ganaremos.
Ese chat se produjo en agosto de 2018, al mismo tiempo que el entonces president desafiaba con sus proclamas al Gobierno, llegando a asegurar a las puertas de la cárcel de Lledoners que el independentismo estaba "más fuerte que nunca", convencido de su objetivo de alcanzar la independencia. "No nos tenemos que defender, hemos de atacar al Estado español", arengó.
Desafío al Estado
Además de Torra, los investigados del CNI catalán tenían línea directa con otros personajes todavía activos a día de hoy en la política, como Míriam Nogueras, diputada de Junts en el Congreso, con la que mantienen un "asiduo contacto". El 24 de septiembre de 2018, le escribía a través del mismo canal para contarle que acababa de tener una reunión con Torra.
Ramir le cuenta a Nogueras que ha instado al president a que se niegue a cualquier colaboración con el Estado. "No a todo", le dice literalmente. Y que si le expone a Torra buenos argumentos, este se posicionará de su lado. Noguera asiente: "Okey, hablo con él".
Los protagonistas de la causa del autodenominado CNI catalán tenían un doble objetivo. Por un lado, tenían previsto dar cobertura a los Comités de Defensa de la República —varios de los miembros de los CDR están procesados por delitos de terrorismo— que pretendían asaltar el Parlament, con dos pisos francos, fondos económicos y equipos de comunicaciones.
Por otro, el grupo incluía a varios ingenieros informáticos que desarrollaron la República Catalana Digital, una Administración electrónica paralela impulsada desde Bélgica por el Consell per la República, encabezado por Carles Puigdemont. Todo ello, con el objetivo de desconectarse de España y conseguir funcionar como un país independiente. La Guardia Civil lo explica así en un informe: "Crear una república catalana digital, provocando una desconexión tecnológica con el Estado, evitando así su dependencia legal".
Acceso a dirigentes
Al analizar la figura de Ramir de Porrata, los investigadores explican que se trata de un "importante líder ideológico" del entorno secesionista. "Con gran capacidad de influencia en los sectores preponderantes independentistas a distintos niveles, sociales y políticos". En ellos, prosiguen, "goza de una posición privilegiada y de extrema confianza con autoridades y personalidades del más alto nivel".
Este hombre ideó un grupo de trabajo, tal y como sostiene el Instituto Armado, que tenía la misión de "paralizar parlamentariamente el Estado español para que, en la práctica, sea ingobernable". El objetivo de esta medida sería, tal y como él manifestaba en su cuenta de Twitter, provocar "una crisis institucional de imprevisibles consecuencias que trascienda al ámbito internacional". Todo ello para forzar una negociación sobre el derecho de autodeterminación.
Para ello se reunía con los principales representantes de la cúpula del independentismo, como Elsa Artadi, exconsejera de Presidencia de la Generalitat, con la secretaria personal de Toni Comín o con el propio Puigdemont. De esa forma, quedaba acreditada su "intermediación entre líderes de partidos políticos secesionistas. Incluyendo a los dirigentes prófugos, instalados en Bélgica". Para comunicarse con ellos a través de Signal u otras aplicaciones tomaba toda clase de medidas. Una de ellas era utilizar el seudónimo de Dave Sandoval.
Su objetivo era provocar "un bloqueo parlamentario que impida una acción de Gobierno en el Estado, forzando una confrontación permanente con el mismo y sus Instituciones para la consecución de la independencia de Cataluña", concluye la Guardia Civil.
Los investigadores situaban así a Porrata como "instigador y promotor de iniciativas indubitadamente sediciosas, instando en conferencias y redes sociales a la desobediencia civil contra el Estado".
Él y otros habrían participado o promovido —dicen los informes del Instituto Armado— en "actividades directas gravemente subversivas e insurrecionales que pretenden como objetivo final la independencia de Cataluña e instauración de una república, promoviendo directamente una permanente confrontación con el Estado" a distintos niveles.
Porrata empleaba aplicaciones telefónicas y software de cifrado en tiempo real. Esto le servía para "potenciar" de forma extrema "la seguridad de sus comunicaciones". En las conclusiones de sus investigaciones, la Guardia Civil acredita la "evidente" implicación de éste y otros tres investigados en la causa del CNI catalán como "piezas fundamentales dentro del amplio panorama de movilización independentista".
Unos meses antes, el 23 de mayo de 2018, Ramir de Porrata había contactado con Torra para enviarle una noticia con unas declaraciones de Oriol Junqueras desde prisión. Junqueras reflexionaba acerca de la necesidad de una estrategia "de unión entre todos los partidos independentistas para conseguir la separación efectiva del Estado español".
Tras mandarle el enlace, el investigado le indica a Torra que la estrategia ideada por su grupo, el denominado CNI catalán, "podría ser el camino". Jornadas después, el 11 de junio, se la expondrían a Puigdemont en su residencia de Waterloo.