Santiago Jiménez y la ciudad 'lenta': "Animo a seguir el movimiento 'slow' y las formas más pausadas de consumo"
El fundador de Liight pone como ejemplo de la urbe ideal la localidad rumana de Vidra, un lugar para 'vivir despacio'.
9 septiembre, 2024 00:57Hace tres años, durante el nacimiento de ENCLAVE ODS, Santiago Jiménez (Madrid, 1993) contaba que la semilla de Liight se había sembrado en un hackaton, una maratón de programadores que se unen para crear programas. Su idea era simple: hacer a las personas conscientes de su propia huella de carbono. Poco a poco fue cogiendo forma y evolucionó hasta convertirse en una aplicación que, con juegos y retos, ayudan a la gente a llegar a un modo de vida más sostenible con métodos de aprendizaje divertidos.
Un ejemplo claro es el transporte y cómo se va a la oficina todos los días. Usar el trasporte público es mejor que el privado, y la bici mejor que el bus. "La realidad de ciudades como Madrid es que están demasiado dispersas, lo que obliga a los trabajadores a gastar varias horas diarias en desplazamientos", dice Jiménez cuando habla de las diferentes acciones que se pueden llevar a cabo. Él querría que se interiorizara la ciudad sostenible.
La idea va dirigida sobre todo a empresas e instituciones que quieran promover un cambio en su estilo de vida entre sus empleados. Tras varios pilotos con instituciones como Ecoembes o el Ayuntamiento de Rivas, Jiménez fue perfilando su proyecto junto con otros compañeros. Para él es en 2019 cuando Liight se inició "de verdad".
Jiménez cuenta que en los últimos 4 años han profesionalizado esa idea, y han pasado de ser un proyecto estudiantil a una startup que trabaja con empresas como Mapfre o la Universidad Francisco Vitoria. Ahora, dice, tienen clientes por toda España.
La aplicación propone un reto y anota las acciones que se consideren sostenibles: coger el transporte público, la bici o los pasos que se dan… pero también se pueden apuntar otras acciones como ir al punto de reciclaje, comer vegano o hacer ejercicio. Todo eso suma 'liights', o bombillas, que son puntos en un ranking interno. Así se crea también una sana competición y sensación de equipo.
No solo en el trabajo
La idea es promover estilos de vidas sostenibles a través de la tecnología y técnicas de educación divertidas. Esto son acciones que además se espera que se lleven más allá del trabajo. Jiménez declara que su misión es "motivar a las personas a llevar un estilo de vida más sostenible". El 70% de los españoles vive en las ciudades y es ahí donde tienen un gran impacto, pero a la vez es donde más opciones hay para reducir el impacto.
Ciudad de 15 minutos
Santiago Jiménez es arquitecto de formación, y una de sus principales preocupaciones es el transporte. Menciona la ciudad de los 15 minutos, como una forma de optimizar recursos y reducir la necesidad de desplazamientos largos. Tuvo una estancia de un año en Copenhague, referente de ciudad sostenible y donde la mayoría de la gente se mueve en bici. Allí comprobó cómo una ciudad puede ser intensa y productiva, pero también amable y tener una conciencia del impacto de cada uno.
Hoy en día, gracias a la tecnología, se puede teletrabajar desde casi cualquier sitio. O al menos intentar un modelo mixto. Jiménez se considera un nómada digital, y pone de ejemplo su propia empresa, que aunque tienen la oficina en Valencia, los trabajadores están en remoto en Calahorra, La Rioja… hasta en Argentina. Él cree en los beneficios del trabajo a distancia: "Esta flexibilidad no solo minimiza el impacto ambiental, sino que también favorece la salud física y mental, al permitir un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal".
Y ahí está la clave de su planteamiento: el equilibrio entre lo que se quiere, lo que se necesita y el coste que supone conseguirlo. Lo esencial para él es crear un 'efecto cascada': "Aunque nuestra huella directa pueda parecer pequeña, la indirecta es mucho más grande".
Y concluye con un ejemplo perfecto de ciudad sostenible para él: Vidra, en los Cárpatos de Rumanía, lugar que vista una vez al año. "Con prácticas de autoconsumo y una huella casi cero, ofrece una alternativa sostenible", comenta. Y anima a intentar reducir el impacto de la vida diaria: "Animo a seguir el movimiento slow, que promueve formas más pausadas y sostenibles de consumir alimentos (slow food), moda (slow fashion) y viajes (slow tourism)".