En el contexto actual, los desafíos operativos y de sostenibilidad presentan oportunidades únicas para las empresas. Una movilidad eficiente no solo genera ahorros significativos, sino que también fortalece el compromiso con el medio ambiente y asegura el cumplimiento de normativas.
La gestión de flotas y la movilidad está entre los cinco principales costes de las empresas. Por lo tanto, es crucial adoptar un enfoque proactivo para definir estrategias y optimizar gastos.
Una de las razones más evidentes de adoptar una flota eficiente es la posibilidad de reducir costes. Según nuestros datos, es posible alcanzar un ahorro medio del 20% en esta categoría de gasto. Sin embargo, se trata de un mercado complejo y opaco que requiere un conocimiento profundo para alcanzar buenos resultados. La capacidad de negociación con los proveedores, ajustada a las necesidades reales de los clientes, es un factor clave para obtener ahorros significativos.
Un ejemplo de cómo lograr la reducción de costes es mediante el uso de servicios digitales, basados en inteligencia artificial y big data, que ofrecen datos en tiempo real sobre el estado de los neumáticos, la optimización de rutas y el análisis del kilometraje, entre otras funcionalidades. Esto permite a las empresas monitorizar y optimizar el rendimiento de sus vehículos, mejorando la eficiencia operativa y, a su vez, proporcionando datos valiosos para futuras decisiones estratégicas.
Por otra parte, para maximizar los beneficios de una gestión eficiente de flotas, es recomendable ofrecer formación de conducción eficiente y segura a los empleados. Esta formación no solo reduce el consumo de combustible y el desgaste de los vehículos, sino que también puede disminuir el riesgo de accidentes, lo que se traduce en menores costes de seguros y reparaciones.
Reducir la factura en transporte y flota de vehículos no solo es una mejora en el balance financiero, sino que también ofrece una ventaja competitiva en un mercado cada vez más exigente.
La adopción de hábitos de conducción eficientes y la optimización de rutas también disminuye el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
Además, la movilidad eficiente contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En concreto, se alinea con el ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles), que promueve la reducción del impacto ambiental negativo de las ciudades, y con el ODS 13 (Acción por el clima), que busca tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
La imagen de marca y la responsabilidad social son factores que no deben subestimarse. Reducir la huella de carbono refuerza la percepción de la empresa como una entidad responsable y comprometida con el medio ambiente. Esto mejora la reputación y genera confianza entre clientes, socios y empleados.
Finalmente, el cumplimiento normativo es una razón pragmática y urgente para apostar por la movilidad eficiente. Las grandes ciudades están implementando regulaciones cada vez más estrictas para reducir la contaminación. Adaptar la flota no es una opción, sino una necesidad para evitar sanciones y asegurar la viabilidad de la empresa a largo plazo.
En resumen, la correcta gestión de flotas aporta beneficios económicos, mejora la eficiencia operativa y fortalece la imagen de marca. Las empresas que tomen la delantera en esta transición estarán mejor preparadas para los desafíos del futuro y gozarán de una ventaja competitiva significativa. La búsqueda de la eficiencia y la sostenibilidad no es una moda; es una necesidad ineludible para las empresas que buscan prosperar en el siglo XXI.
** Fernando Vázquez, socio consultor y desarrollador de área de ERA Group España