Lo que para algunos puede ser lo esperado tras una larga jornada, para otros puede ser una terrible pesadilla. Poner fin a la vigilia cuando se tiene un trastorno del sueño puede dar lugar a un terror atroz a quedarse dormido.
Entre esos miedos, sensaciones e incomodidades, surge una historia en la que los sueños y lo que en ellos se ve, permiten que el artista Gonzalo Guzmán (Madrid, 1991) configure historias que, lejos de quedarse en ese escaso periodo de tiempo, luchan por hacerse realidad.
Guzmán se graduó en Diseño Industrial por Elisava en Barcelona y ECAL en Suiza. Ahora, es profesor en las escuelas Elisava e IED y escultor el resto del tiempo. Decidió lanzarse al mundo de la escultura al ver que sus sueños podían exteriorizarse con formas físicas más allá de las palabras.
[Todo sobre la ciencia detrás de los sueños]
Sus esculturas están creadas a partir de acero inoxidable que proviene de la industria de la construcción naval, un material utilizado en el sector naviero por su alta resistencia a la corrosión.
Sus creaciones son piezas basadas en como su autor interactúa con sus sueños para que más tarde sean plasmadas en la realidad. Las esculturas hablan de utopías, de lugares de paz y de placer, pero también de un inconsciente primitivo que aún está por desvelar.
El autor cuenta a ENCLAVE ODS cómo su relación con los sueños ha sido siempre muy intensa, incluso de pequeño. Su arte nace de la necesidad de compartir con otras personas sus trastornos del sueño, manifestados en sueños lúcidos –aquellos en los que uno es consciente de lo que ocurre–.
Hasta que empezó a hacerlo, dice Guzmán, "no había sido consciente de la capacidad que tenemos de transformar el entorno a través de los sueños".
AFTER
AFTER fue su primera exposición individual como escultor, producida en Utopía 126 de Barcelona, en 2021. Creada después de la pandemia, tras un momento que marcó un antes y un después para todos, sirvió al escultor de excusa para centrarse en lo que soñaba.
Resultado de no poder salir de casa, de un confinamiento que obligaba a conocerse a uno mismo, crea la serie AFTER. Con ella, representa un despertar a muchos niveles: es una proyección de sueños y un retrato de los volúmenes metálicos que suelen protagonizarlos.
[¿Por qué olvidamos los sueños?]
Guzmán cuenta que cuando empezó a idear sus obras en sus sueños presenciaba estructuras megalíticas asociadas con la muerte. Ante ese mundo onírico recurrente –que, reconoce, aún no consigue comprender del todo–, decidió plasmar en el plano real lo que veía por las noches.
Sus dólmenes, los soñados y los reales, conforman una reproducción exenta de palabras.
Más allá de lo que ve en sus sueños, Guzmán busca concienciar a la gente de la importancia de estos en nuestras vidas. Porque, asegura, "las oportunidades que nos brindan son innumerables".
Bajo un prisma soñador, el diseñador industrial otorga relevancia a la veracidad que esconden los sueños que, añade, están "cargados de sentimientos y culpables de hacernos vivir experiencias sin consecuencias".
El concepto que trae Guzmán es resultado de una inquietud motivada por los trastornos del sueño que provocó la pandemia. Y es que fue esta la que ha dado pie a concebir las obras de arte como elementos que no terminamos de comprender. Sólo gracias al contexto y a una voluntad de comprensión podemos emocionarnos e inspirarnos con ellas.
Lo inexplicable
Ni el propio Guzmán es capaz de entender por qué en sus sueños lúcidos presencia dólmenes; unas figuras asociadas a la muerte y algo perturbador que se repite la mayoría de las veces que se va a dormir.
Un dolmen, que en bretón quiere decir ‘mesa grande de piedra’, es una construcción megalítica consistente, generalmente, en varias losas clavadas en la tierra en posición vertical y una o más losas, a modo de cubierta, apoyadas sobre ellas en posición horizontal.
El conjunto conforma una cámara y está rodeado en muchos casos por un montón de tierra de sujeción o piedras que cubren en parte las losas verticales, formando una colina artificial o túmulo, distinguible como marca funeraria.
Como explica su autor,todavía no hay información exacta que explique por qué se sueña con estas figuras, aunque parece que soñar con dólmenes significa confianza o que se esté experimentando algunas cargas o sentimientos y necesite aliviarse.