Un operario golpea a pequeños pollos repetidamente contra un cubo para intentar matarlos. Otro los arroja al suelo vivos, como si fuesen desperdicios. Son algunas de las escenas que ha revelado la ONG Equalia este martes para denunciar el maltrato animal que se lleva a cabo en varias granjas españolas.
Durante este año y el anterior, la ONG ha logrado infiltrar a un operario en algunas explotaciones avícolas de cría intensiva (macrogranjas) y grabar imágenes de las malas prácticas que se llevan a cabo en ellas, a pesar de contar con el sello Welfair que, en teoría, garantiza el bienestar animal.
Ambas granjas, una situada en el municipio sevillano de Villamanrique de la Condesa, y la otra en la localidad tarraconense de Roquetas, suministran carne de pollo a supermercados del territorio nacional. En la explotación sevillana —que alberga a casi 100.000 aves— es habitual descargar a los pollos arrojándolos al suelo bruscamente.
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Sello de bienestar animal
La organización recuerda que "estas prácticas que contraponen el bienestar animal pueden provocarles la rotura del pico, extremidades, esternón, huesos o incluso la muerte". Las imágenes también desvelan cómo los trabajadores golpean pollos contra un cubo con intención de causarles la muerte, aunque algunas aves continúan
conscientes.
En la explotación de Villamanrique de la Condesa, incluso se alimenta a un perro con los cadáveres de las aves, mientras que en la de Roquetas se ve un contenedor roto con decenas de animales en avanzado proceso de descomposición, cubiertos de larvas.
Equalia asegura que "durante la carga de pollos para el traslado al matadero, los trabajadores de una de las empresas proveedoras arrojan a las aves y les propinan puñetazos y patadas".
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La organización alerta de que estas prácticas "no solo suponen un grave peligro para la vida de los animales, ya que pueden provocar roturas de extremidades, alas o el esternón, sino también un incumplimiento de las disposiciones legales para el manejo de las aves.
“Las granjas objeto de la investigación están certificadas con el sello Welfair y, a al mismo tiempo, crían pollos broiler de crecimiento rápido", comenta Julia Elizalde, responsable de campañas de Equalia.
"A medida que la demanda en bienestar animal aumenta, es esencial favorecer la transparencia más allá de los certificados ya existentes para asegurar que se comparte la información adecuada con los actores sociales, incluidas las personas consumidoras, en las prácticas de bienestar animal”, añade.
Equalia destaca que en la variedad de pollos broiler las deformaciones son muy comunes, ya que el engorde de estas aves los hace crecer a un ritmo muy rápido, y la musculación desproporcionada les provoca numerosas enfermedades. Esta variedad de pollos crece hasta un 400% más rápido de lo que lo hacía hace 50 años.
Elizalde expone que “es necesario que esta cadena avance junto al resto de la distribución alimentaria para garantizar estándares adecuados de seguridad alimentaria, bienestar animal y sostenibilidad. Junto a otras organizaciones de bienestar animal hemos iniciado una campaña para solicitar que acabe con el sufrimiento innecesario de los pollos de engorde a nivel europeo”.
Reclaman legislación
Equalia subraya que ambas granjas están relacionadas con proveedores de supermercados que tienen numerosas franquicias en España. Tanto esos proveedores, como las superficies comerciales aseguran tener certificado todos sus productos frescos con el sello de bienestar animal Welfair.
Frente a estos problemas, las mayores organizaciones de protección animal a nivel mundial insisten en la necesidad de implementar nuevas medidas para el sector avícola.
Una de sus iniciativas es el Compromiso Europeo del Pollo (ECC, por sus siglas en inglés), un acuerdo al que ya se han adherido más de 300 empresas en Europa y que incluye la sustitución de razas de crecimiento rápido por razas de crecimiento más lento y natural. No obstante, algunas de las grandes cadenas de supermercados de nuestro país no se han unido.