Blanca Entrecanales Domecq es una granjera muy particular, una mujer que se transformó en campesina por decisión propia cuando rondaba la cincuentena. Primogénita del fundador de Acciona, hermana del actual presidente de la multinacional española y poderosa accionista de la famosa compañía de infraestructuras y energías renovables, valorada en más de 8.000 millones de euros, ya formaba parte de una de las sagas familiares más ricas y poderosas del país cuando en 2011 dio un giro a su vida para impulsar sin tutelas su proyecto empresarial más personal: producir alimentos cien por cien ecológicos en la finca que había comprado tiempo atrás en Alcañizo, un pequeño pueblo de Toledo con poco más de 200 habitantes.
Esta abogada nacida en 1962 no dudó a la hora de ponerle nombre a su particular paraíso terrenal, situado en un alto de la comarca de la Camapana de Oropesa, a mitad de camino entre Talavera de la Reina y Extremadura, desde donde las imponentes vistas a la Sierra de Gredos alegran los sentidos. Se llamaría Dehesa El Milagro porque una de las primeras veces que se desplazó hasta aquel bucólico lugar desde Madrid, donde mantiene su residencia habitual, el coche en el que viajaba junto a su pareja de entonces fue arrollado por un tren en un paso a nivel sin barreras. Ambos ocupantes, de manera casi inexplicable y amparados por la fortuna, salvaron la vida pese a la brutalidad del impacto recibido.
Ahora que han pasado años desde aquel accidentado inicio, Dehesa El Milagro vende en toda España a través de Internet y en seis puntos físicos de la Comunidad de Madrid las carnes, huevos, frutas y verduras que salen directamente desde la granja de Alcañizo, aunque también están incorporando a su catálogo los alimentos de otros productores ecológicos nacionales, lo que les permite ofrecer a sus clientes una cesta de la compra completa y variada a lo largo de todo el año. "Somos Dehesa El Milagro, una granja y huerta ecológica integral. Producimos la tierra y criamos animales de forma sostenible y circular. Acercamos el campo a tu casa", puede leerse en su página de la red social Facebook. Y no es solo un eslogan, sino un fiel reflejo de la realidad.
Lo pueden comprobar con sus propios ojos quienes visitan la ecofinca toledana cuando se celebran jornadas de puertas abiertas un par de veces al año. Entre prados, charcas, bosquetes, huertas y árboles frutales, un total de 53 bueyes, 83 vacas, 200 terneros, 350 ovejas, 1.500 gallinas ponedoras y 3.500 pollos se crían en semilibertad en ese vasto terreno de 303 hectáreas donde los animales comen los forrajes y pastos que brotan vigorosos del suelo, en el que también se cultivan los cereales que después muelen allí mismo para producir buena parte del pienso con el que se alimenta el ganado, que cada cuatro o cinco días es movido por los pastores de una zona a otra de la dehesa.
"Se llama rotación holística", explica el responsable del día a día en la granja, Gustavo García. El objetivo es evitar que el terreno sea esquilmado por los animales, que con su propio estiércol van abonando poco a poco toda la finca, que también resiembran a fuerza de pisotear las semillas que van esparciendo inconscientemente cuando se mueven para alimentarse. "Este año hemos batido todos los récords y, sin un solo abono químico, hemos cogido 9.500 kilos de forraje por hectárea. Mientras que en una ganadería normal empiezan a echar de comer a los animales a principios de agosto porque ya no queda nada de pasto, nosotros algunos años hemos llegado hasta octubre sin necesidad de pienso", dice con una sonrisa orgullosa.
La misma que se le dibuja en la cara al enseñarnos a los bueyes ibéricos puros de raza avileña. "El último que sacrificamos pesó 700 kilos de canal. Aquí se tiran siete años a puro campo, aunque en invierno se les hacen aportes de forraje. Antes de que les toque el sacrificio se les mete seis meses a cebo, con un pienso específico que hacemos nosotros y que lleva mucha pipa de girasol para que la carne tenga engrasamiento", explica mientras dice: "Mira ese de allí qué preciosidad".
Pollos con la casa a cuestas
Hasta los pollos y las gallinas son nómadas en El Milagro. Todos las casetas en las que pueden resguardarse tienen ruedas para permitir ser remolcadas por un tractor y ser cambiadas de parcela cada poco tiempo. Así las aves no destrozan el suelo que pisan y siempre tienen algo verde que echarse a la boca, disfrutando a su aire de los brotes que rodean a los árboles frutales, a los que recompensan aportándoles poderío con sus cacas. Los refugios deben ser lo más parecido a un hotel de cinco estrellas para ellos, porque tienen jardín y un sistema de ventilación que en verano mantiene la temperatura a 26 grados, salvándoles de los rigores del verano castellano-manchego. Por cierto, la granja de Alcañizo también es autosuficiente energéticamente gracias a que cuenta con placas solares. No podía ser de otra forma con los Entrecanales.
"Ahora hay mucha más información y Greta Thunberg nos ha removido a todos, pero el cuidado del planeta no era un asunto que preocupase en exceso hace una década. Yo sí tenía esa inquietud, porque la sostenibilidad es algo que he mamado de Acciona, la empresa familiar", cuenta a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL CLM Blanca Entrecanales sentada a la sombra en uno de los jardines de Dehesa El Milagro, donde acude varias veces por semana tanto por trabajo como por esparcimiento, puesto que allí disfruta de la naturaleza junto a sus tres hijos, sus nietos y su hermano Álvaro, con los que se deja ver habitualmente en las redes sociales. Entre las estancias privadas del recinto destacan varias casas decoradas con gusto, caballerizas o una piscina que se integra en el terreno simulando ser una charca.
Pese a ser una persona comprometida medioambientalmente, reconoce con honestidad que cuando en 2011 comenzó su aventura empresarial en Alcañizo no tenía ni idea de agricultura y ganadería ecológica. Pero se puso manos a la obra de inmediato para solucionarlo, buscando la preparación necesaria para desarrollar el nuevo proyecto vital que tenía en mente y convertirlo en el negocio rentable que es hoy en día. Aunque prefiere no compartir públicamente los datos de facturación, asegura que están contentos con la evolución y que cada día reciben en torno a cien pedidos vía online, un canal que supone en torno al 50 por ciento de las ventas. La otra mitad se produce en las dos tiendas que Dehesa El Milagro tiene en los mercados madrileños de La Paz y Chamartín y en los cuatro puntos de venta de los que disponen en los centros El Corte Inglés de Campo de las Naciones, Sanchinarro, Castellana y Pozuelo de Alarcón.
"Yo había estudiado Derecho y no sabía nada de esto cuando compré la finca, pero decidí formarme y me fui a Ronda a hacer un curso. Lo impartió un neozelandés que nos habló de un modelo muy antiguo y muy moderno a la vez: la granja. Es un lugar en el que la combinación entre la agricultura y los animales beneficia a lo uno y a lo otro, porque el ganado se alimenta con lo que da el suelo y a la vez el suelo recibe el abono natural del estiércol del ganado. El resultado final son unas carnes y unas cosechas extraordinariamente buenas", añade la única hija mujer de la aristócrata Blanca Domecq y del ya fallecido José María Entrecanales de Azcárate, el ingeniero de caminos que en 1997 creó Acciona.
Hoy por hoy, presidida por uno de los cuatro hermanos varones de Blanca e hijo del fundador, José Manuel Entrecanales Domecq, Acciona se ha convertido en uno de los gigantes del IBEX 35, tiene presencia en más de 40 países y emplea a más de 37.000 trabajadores. No es de extrañar que todos los miembros de la familia aparezcan siempre en puestos destacados de la lista Forbes.
¿Qué le dijo su familia cuando les contó que iba a convertirse en granjera?
"En mi vida he tenido vaivenes en temas personales que quizá les hayan hecho llevarse las manos a la cabeza más que esto. Tú vas diciendo y te puedes imaginar lo que piensan. Te escuchan y, gracias a Dios, no opinan mucho".
¿Por qué nunca ha formado parte del equipo directivo de Acciona?
"Estudié Derecho y mi preparación no fue para convertirme en directora de una gran empresa. Mi historia es muy distinta. Mis hijos ya son mayores, pero ir creciendo en la empresa cuando tienes una familia...".
¿Por qué las mujeres siguen teniendo más dificultades que los hombres para acceder a los puestos de poder?
"Creo que esto está muy ligado a la organización familiar, porque la mujer sigue teniendo el chip de que la casa y los hijos son su responsabilidad, más que la del hombre. Las empresas a veces buscan mujeres donde no hay y hacen discriminación positiva para que ellas accedan a puestos de responsabilidad. Cada vez veo más mujeres en los equipos directivos y los millennials ya van compartiendo cada vez más esa responsabilidad familiar, así que a lo mejor tenemos que esperar diez años para ver si llega la paridad total... aunque quizás no se consiga nunca. Me pregunto si no será que en la naturaleza de la mujer, realmente, no está ese deseo de querer estar más cerca de la casa. La mujer, si puede, a lo mejor prefiere buscarse una profesión más liberal que le permita combinar el trabajo con la familia y no tener un puesto de tantísima responsabilidad".
Quizá esa poder desempeñar esa doble figura de matriarca y empresaria era lo que Blanca Entrecanales buscaba poniendo en marcha un proyecto como Dehesa El Milagro. Y quizá también por eso, al recordar que ya da trabajo a más de 50 personas, reconozca que le "asusta pensarlo". Sin embargo, ya está encabezando el plan de expansión y crecimiento que la compañía va a desarrollar durante los próximos tres años. El próximo paso es trasladar a unas instalaciones más amplias el obrador de cocina en el que, desde Villaviciosa de Odón (Madrid), preparan platos precocinados "gourmet" como sus premiados capones y pollos rellenos, cremas de verduras, caldos de ave, salsas, conservas, etc.
"Ahora tenemos el proyecto bien consolidado para empezar a crecer. Queremos enfocar el negocio hacia los grandes canales de distribución y llegar a un mayor número de consumidores, sin descuidar nuestras tiendas propias y nuestra tienda online", asegura Entrecanales, que adelanta conversaciones para que los productos elaborados de Dehesa El Milagro puedan adquirirse muy pronto en los lineales de supermercados e hipermercados.
El precio de la calidad
Evidentemente, la forma en la que se crían los animales y en la que se cultiva la tierra en Alcañizo, de una manera completamente ecológica e imitando los ritmos de la naturaleza evitando abonos y engordes artificiles, se traduce en un encarecimiento de los precios de "en torno a un 20 %" en relación a los convencionales, aunque la filosofía sigue siendo "ofrecer a los clientes la máxima calidad y que puedan apreciar la diferenciación de nuestros productos". Por ejemplo, una docena de huevos ecológicos se vende a 5,50 euros en la página web de Dehesa El Milagro, donde pueden encontrarse las chuletillas de cordero lechal a 39 euros el kilo o el pollo a 14,50 euros el kilo.
¿Cuál es el perfil de sus clientes?
"La mayoría son familias y parejas jóvenes de un nivel económico medio-alto, aunque hacemos un ejercicio constante para estar en consonancia con los precios del mercado y llegar al máximo de público posible. El que compra aquí quiere comer lo mejor y lo más sano posible, teniendo la seguridad que no se mete en el cuerpo ninguna traza de ningún químico. Y, además, quiere hacerlo con el convencimiento de que a la vez está cuidando el planeta".
¿Usted cómo cuida su alimentación?
"Intento ser equilibrada en todo, también en mi alimentación. Aunque me cuido, me gusta comer de todo y disfrutarlo. Sí que evito tomar dulces, aunque cuando lo hago también lo disfruto muchísimo, y por la noche intento cenar poco. Ahora que se ha puesto tan de moda el ayuno intermitente, algunas noches me tomo solo un kéfir y es algo que me sienta fenomenal".
Una granjera no iba a ser vegana...
"Soy omnívora, aunque creo que, en general, cada vez comemos menos carne e intentamos que sea de calidad. El otro día se puso en contacto con nosotros un cliente que quería saber cómo sacrificábamos a los animales. Hasta para mí es un tema tabú, porque sufro si lo pienso. Llamé a un veterinario para informarme y mientras hablaba con él tenía el corazón encogido. Nuestros clientes son personas muy concienciadas, y nosotros también. Por eso Dehesa El Milagro es un proyecto orgánico que aboga por la biodiversidad, tratando de replicar en la mayor medida posible lo que se produce en la naturaleza. Intentamos producir alimentos no solo sin dañar el entorno, sino beneficiándolo. Es todo lo contrario de producir pensando en sacar la máxima rentabilidad sin que importe todo lo demás".
¿Qué pensó cuando el ministro de Consumo, Alberto Garzón, criticó en un periódico británico la carne producida en las macrogranjas españolas?
"En el meollo de la cosa podía tener razón, pero soltarlo así como él lo dijo fue una metedura de pata diplomática bestial, porque el que lo leyese podía pensar que toda la carne que sale de España es de mala calidad. Entiendo que todo el sector se pusiera como loco, porque esas palabras dañaron muchísimo. Si lo hubiera dicho en positivo yo no lo habría visto mal, hablando de todos los que estamos haciendo esfuerzos por hacerlo bien y pidiendo que las grandes granjas siguiesen mejorando cada vez más".
Explíqueme eso del meollo de la cosa...
"A lo mejor tiene que haber macrogranjas, pero mucho más vigiladas. No lo sé, porque no tengo conocimientos de estrategia agroganadera global. Me encantaría pensar que todo el mundo puede acceder al producto de cercanía, pero no sé si solo es una preciosa utopía preciosa. Tampoco sé si se puede alimentar a todo el mundo solo con proyectos como Dehesa El Milagro. Me faltan datos".
De manifestación por el campo
Entrecanales ríe tímidamente y piensa un instante antes de responder qué le llevó a manifestarse el pasado 20 de marzo en Madrid con los agricultores y ganaderos, que colapsaron el centro de la capital al sentirse maltratados por el Gobierno. "Ni lo sé mucho, pero me tenía que manifestar con ellos porque digo yo que habrá injusticias. No sé, me uní a los que gritaban, a los pequeños, a los que lo necesitan. Aunque las cosas, como te digo, muchas veces se hacen un poco a la ligera. Si tuviéramos que conocer a fondo todo lo que... La burocracia, la burocracia. Eso sí que es muy entorpecedor y es algo por lo que me siento perjudicada. A nosotros en el obrador nos frena muchísimo porque es muy lenta. Es tremendo".
Sectores de la izquierda, en el análisis posterior de esa multitudinaria protesta, aseguraron con cierto tufillo simplista que en Madrid no protestaron las gentes del campo, sino sus terratenientes y señoritos.
¿Alguna vez ha sentido usted identificada en ese papel?
"Esa figura del señorito está absolutamente superada. Soy una mujer trabajadora, emprendedora y que da empleo a la gente de su alrededor. No hago nada malo; solo bueno. A lo mejor en el pueblo ha existido cierto recelo hacia mí desde lejos, pero no es algo que haya percibido nunca. En todo caso, el que tiene el problema es precisamente el que tiene los prejuicios".
En ese sentido, recuerda que en 2017, de camino hacia Lisboa, el príncipe Alberto II de Mónaco recorrió y durmió en la Dehesa El Milagro, interesado en conocer cómo funcionaba la granja ecológica de Blanca Entrecanales. El soberano monegasco preside una fundación homónima y sin ánimo de lucro para trabajar por la conservación y el cuidado del medio ambiente.
"Le cedí una casa que acabamos a toda prisa y preparé aquí un museo etnográfico, representando las tradiciones de Alcañizo, de Puente el Arzobispo y de Talavera de la Reina. Eso me unió bastante al pueblo, porque les pedí varias cosas relacionadas con la artesanía y con las tradiciones. He ido a misa a la iglesia y todos me conocen, aunque siempre que vengo estoy a lo mío porque voy a la carrera. Además, tengo hijos y nietos a los que atender y ya sabes que la familia siempre es lo primero".