Así transcurrirán los 148 días de mudanza al nuevo hospital de Toledo: empieza con rehabilitación y se acaba con urgencias
La mudanza al Hospital Universitario de Toledo comenzará el próximo lunes 23 de noviembre y, si los plazos se cumplen, acabará el 4 de junio de 2021 tras 148 días "netos" de trabajo. Así lo han comunicado este martes desde el Palacio de Fuensalida el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, durante la presentación del Plan de Traslado que se llevará a cabo desde el vetusto Virgen de la Salud al nuevo centro hospitalario, ubicado en el barrio de Santa María de Benquerencia (Polígono).
El proceso de mudanza se ha programado con tres objetivos fundamentales, según ha informado la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha: garantizar en todo momento la correcta prestación servicios sanitarios, minimizar el impacto sobre los pacientes y los profesionales y reducir todo lo posible el tiempo de convivencia de ambos hospitales.
En base a esas premisas, el traslado al Hospital Universitario de Toledo se desarrollará en dos fases, comenzandopor el servicio de Rehabilitación y acabando con el de Urgencias. Así, la mudanza se realizará siguiendo la siguiente estrategia progresiva por áreas asistenciales:
FASE 1 (del 23 de noviembre al 26 de febrero, aproximadamente): se procederá al traslado de áreas asistenciales con actividad ambulatoria y de un nivel de complejidad baja o media-baja. Además, llegarán al nuevo edificio las áreas no asistenciales, administrativas y de gestión.
A su vez, esta primera fase se divide en dos etapas:
Etapa 1: Rehabilitación, consultas de Medicina Interna, consultas de Reumatología, consultas de Endocrinología, consultas de Anestesia, Hospital de Día y Unidad Metabólica.
Etapa 2: Consultas de Dermatología, consultas de Digestivo, consultas de Neumología, consultas de Neurología y consultas de Pediatría y sus especialidades.
FASE 2 (del 12 de abril al 4 de junio, aproximadamente):se procederá a la mudanza del resto de áreas asistenciales con un nivel de complejidad medio y alto.
A su vez, esta segunda fase se divide en tres etapas:
Etapa 1: Diagnóstico por imagen, Laboratorios y Farmacia.
Etapa 2: Resto de consultas externas, Diálisis, Hospitales de Día Oncohematológico y Pediátrico, Bloque Obstétrico y Esterilización, Hospitalización Pediátrica, Hospitalización Gineco-obstétrica, UCI neonatal y pediátrica.
Etapa 3: Hemodinámica, Hospitalización convencional, UCI de Adultos, Bloque Quirúrgico y URPA y Urgencias.
Además, Fernández Sanz ha recordado que, una vez concluido el traslado en junio de 2021,se procederá a la puesta en marcha de los dos nuevos servicios que incluirá el Hospital Universitario: Medicina Nuclear y Radioterapia. "En este caso no hay traslado, sino llegada. Ya tenemos contratados parte de los equipos, sobre todo a los jefes, que son quienes tienen que gestionar esta primera puesta en marcha. Era difícil explicar que el hospital de la capital no tuviera Radioterapia ni Medicina Nuclear y ahora se acaba con estas carencias", ha explicado.
El consejeroha añadido que entre las fases programadas para la mudanza habrá un periodo de descanso, en marzo de 2021, para "hacer un control de calidad sobre lo ocurrido" en la primera parte. "Lo importante es que hagamos un traslado ejemplar", ha asegurado, recordando que el objetivo es que ninguno de los servicios mudados tenga que regresar al Virgen de la Salud, hospital al que ha llegado a calificar "casi como indigno".
En ese sentido, el presidente García-Page ha comenzado su intervención ofreciendo una "primera disculpa global" porque "Toledo ha aguantado mucho tiempo con un hospital muy escacharrado". "Se lo tengo que agradecer a los profesionales, a los directivos y a los pacientes. La gente lleva mucho tiempo sabiendo que el hospital no aguanta. Hemos tenido que gastarnos mucho dinero en que no se cayera desde el punto de vista asistencial", ha asegurado.
La mudanza se parará si empeora la pandemia
Además, García-Page ha advertido de que la mudanza "se paralizaría" si la situación de la pandemia de coronavirus empeora en Castilla-La Mancha. "Hoy nos podemos plantear abrir el hospital porque tenemos la situación bajo control. Si la situación del COVID se complica, la mudanza se paralizaría. Es así de claro y así de contundente", ha afirmado el presidente, que ha añadido que le han molestado las críticas de aquellos que le han echado en cara no haber puesto en marcha la infraestructura durante los momentos más duros de la crisis sanitaria.
"En el momento del diluvio sólo a gente muy temeraria se le hubiera ocurrido mandar a todos los profesionales a hacer una mudanza. Hubiera tenido consecuencias fatales para la vida", ha señalado García-Page, que ha calificado el traslado como "la operación más compleja desde que existe el sistema de salud pública en Castilla-La Mancha", un proceso "muy delicado" del que se están encargando a tiempo completo un total de 60 profesionales.De hecho, para comandar la mudanza se creará una Oficina de Traslado que gestionará todos los movimientos y se habilitarán cuatro grupos de trabajo con cerca de un millar de personas implicadas.
Durante el acto de presentación delPlan de Traslado, en el que también han participadola alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; y el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, además de representantes de los profesionales sanitarios, se ha recordado que el nuevo Hospital Universitario de Toledo dará servicio a un total de 434.967 tarjetas sanitarias de 116 municipios de la provincia, que contará con 853 camas (lo que supone ampliar un 21 por ciento la capacidad del Complejo Hospitalario de Toledo) y que pondrá en servicio un total de 25 quirófanos (dos de ellos en el Bloque Obstétrico).
Así, el consejero de Sanidad ha hecho un repaso de las utilidades que tendrán cada uno de lo siete edificios que conforman la nueva infraestructura sanitaria.
Con un primer edificio en reserva, los siguientes bloques albergarán consultas externas, servicios quirúrgicos y de urgencias; otro más, ya muy cerca, que es el de pruebas diagnósticas, pediatría y hospitalización de ginecología; hospitalización convencional; y un séptimo edificio para pruebas especiales de cardiología, neumología, digestivo o reproducción asistida.
Quince años de periplo
Si los plazos se cumplen, a comienzos del próximo mes de junio, coincidiendo con el Corpus, la fiesta grande de la ciudad, los toledanos podrán por fin ver funcionando a pleno rendimiento un esperado hospital que ha pasado por numerosas vicisitudes desde que el expresidente regional José María Barreda presentase el primer proyecto en 2005 y arrancasen las obras en 2007, hace ya trece años.
Tras numerosos retrasos y problemáticas de toda índole, María Dolores de Cospedal decidió en 2011, meses después de llegar a la Presidencia de la Junta, rescindir el contrato de obra y redefinir a la baja el proyecto inicial, considerado "inviable" y "lujoso" por la Administración del PP. El entonces consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, tampoco logró dotar a la ciudad de tan necesaria infraestructura durante los cuatro años que estuvo en el cargo.
En febrero de 2016, meses después de llegar al Palacio de Fuensalida, el socialista Emiliano García-Page presentó el tercer proyecto del hospital, más ambicioso que su antecesor. Pese a afirmar entonces que debería estar terminado en 30 meses, las obras sufrieron nuevas complicaciones pero finalmente pudieron ser concluidas a finales de 2019. Aunque la inauguración del hospital estaba prevista en un principio para la pasada primavera, la pandemia de coronavirus fue la última piedra en el camino y, finalmente, la intención es que uno de los centros sanitarios más grandes de Europa (con 326.400 metros cuadrados urbanizados y 246.964 construidos) pueda empezar a recibir pacientes a finales de noviembre y funcione al cien por cien en junio de 2021.