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Ciudad Real MALAGÓN, CIUDAD REAL

El convento de Castilla-La Mancha en el que Paco Núñez busca la suerte que ya tuvieron Cospedal y Rajoy

15 mayo, 2019 11:00

El candidato del PP a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha asistido, a primera hora de este miércoles, a una misa con las monjas carmelitas del Convento de San José de Malagón (Ciudad Real), un lugar que tradicionalmente ha traído suerte a candidatos populares como Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal e incluso a él mismo.

Según ha explicado a los medios el propio Núñez en un encuentro informal con los periodistas que forman parte de su caravana electoral, Rajoy y Cospedal asistieron a este convento cerca de procesos electorales que ambos ganaron, mientras que él lo visitó poco antes de ganar las primarias del PP regional al alcalde de Seseña (Toledo), Carlos Velázquez.

De hecho, ha comentado como anécdota que, el mismo día de las primarias, las hermanas le llamaron por teléfono para preguntarle si había ganado el proceso. Núñez contestó a la llamada y, efectivamente, confirmó a las carmelitas que sería el próximo presidente del PP castellano-manchego. En esta ocasión, las monjas le han asegurado que rezarán por él para desearle suerte en el envite electoral.

Por ello, Núñez se comprometió con ellas a acompañarlas a una misa durante la campaña electoral y, aunque su intención era haber asistido en domingo, su apretada agenda de actos no lo ha permitido, por lo que ha optado por asistir en el día de San Isidro, en el que se celebran múltiples romerías en la región.

Asimismo, ha detallado que estas monjas son muy estrictas a la hora de dejar pasar a los visitantes a sus zonas de reclusión, y que él, como Cospedal, se encuentran entre los pocos que han podido visitar esta parte del convento, algo que ni el propio expresidente Rajoy pudo hacer. De hecho, Núñez pasó en la anterior ocasión a entregarles una cesta como regalo.

El convento de San José de Malagón supuso la tercera fundación que hizo Santa Teresa de Jesús. Las primeras seis monjas y la santa llegaron a la villa el 1 de abril de 1568, ubicándose en unas casas de Doña Luisa de la Cuerda, que fue la promotora de la iniciativa. Finalmente, el convento fue inaugurado el Domingo de Ramos de ese mismo año.