El hombre de moda en España sólo tiene un camino: Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha. Está que se sale a cuenta de los despropósitos de Pedro Sánchez y la vena díscola que le ha salido, tan intensa. Mira tú por dónde. No hay telediario que se precie en el que no salga Page ni día en el que Page no tenga su afán antisanchista, con titulares, portadas y camarógrafos detrás. Ayer el éxito fue total. Es un mago de los medios y sus asesores parecen vivir en estado de gracia, siempre con mayo en el horizonte, que será el gran momento. Si el líder de los socialistas castellano-manchegos sobrevive a los zarpazos del sanchismo y mantiene la Presidencia de la Junta, cosa que a día de hoy está por ver, habrá que ponerle alfombra roja y la medalla de la resistencia, que es su sueño ahora mismo. Todas las noches se pone a contar las ovejitas con carita presidencial.
El caso es que Page es el autor de la frase más famosa de los últimos tiempos: “Antes de romperse España, se rompe el PSOE”, pero de momento nadie se atreve a darle al sanchismo con el botón del crack. Page tampoco, como recuerda estos días el PP de Paco Núñez con muchas ínfulas. Ni el escandalazo de la sedición, malversación en marcha, ni nada de nada: toca envainarse el martillo de romperlo todo y tragarse la disciplina de voto en el Congreso. Núñez está apretando fuerte por la vía de erosionar al PSOE de Castilla-La Mancha y ponerle a Page en un apuro, pero nadie se mueve en la foto del sanchismo y todos fichan cuando la Moncloa pasa lista. Como mucho, García-Page se despeina y hasta él mismo lo ha reconocido: “No pinto una mona”. Pues eso: lo sabrá él, que es una autoridad.
Total, que no sabemos ya, con tanto lío, como andan las encuestas y si el presidente de Castilla-La Mancha sigue tan fuerte como estaba. Por si acaso, este martes le largó un estacazo a Paco Núñez, para que se vaya entrenando, y desde el PSOE, vía Sergio Gutiérrez, le mandaron un recadito a Alberto Núñez Feijóo: quitad a Paconúñez, que no os vale, y poned a otro. La maldad lleva mucha retranca y puede significar dos cosas: que Page ningunea a Núñez y le deja ahí la patadita o que, por el contrario, le teme y no le quiere enfrente de rival. Ríanse y que cada uno elija lo que quiera, pero la cosa se está poniendo turbia en la política castellano-manchega y eso a mí empieza a parecerme así como que anda el partido empatado y el miedo se ha vuelto loco. Un vientecillo que se mueve por todas partes.
En fin, que la izquierda ya no es lo que era, como ha dicho el admirado y maravilloso Joaquín Sabina, mi hombre en el lado oscuro y en la rima callejera. Le adoro: “Ya no soy tanto de izquierdas porque tengo ojos para ver lo que está pasando”, es el titular que ha dejado estos días a propósito de la presentación del documental sobre su vida que ha dirigido Fernando León de Aranoa y titulado “Sintiéndolo mucho”, que es también una preciosísima canción crespuscular. Qué tío el Sabina, cuánto me gusta. “La deriva de la izquierda me rompe el corazón, justamente por haber sido tan de izquierdas. Pero ahora ya no lo soy tanto, porque tengo ojos, oídos y cabeza para ver las cosas. Y es muy triste”. Me pregunto si a Page con Sánchez le ocurre algo parecido. O incluso lo mismo.
Y así estábamos, queridos, cuando nos llega la noticia de que la expresidenta de Castilla-La Mancha y exministra María Dolores de Cospedal ha dado un nuevo salto en su carrera profesional como abogada. Según cuenta El Confidencial, Cospedal ha abierto su propio despacho e inicia una nueva andadura en solitario, acontecimiento feliz del que nos alegramos un montón. El nuevo bufete de Cospedal estará especializado en asuntos administrativos, civiles y mercantiles, añadiendo una escala más en la carrera de la exsecretaria general del PP, que además es abogada del Estado en excedencia, árbitro de la Corte de Madrid y una letrada de prestigio. Enhorabuena y toda la suerte del mundo. A seguir bien.