La inteligencia artificial está siendo toda una revolución. En 2023 hemos visto una explosión de casos de uso, desde chatbots que ayudan con el trabajo o los deberes hasta generadores de imágenes cuyos resultados parecen fotografías. Incluso hay un auge de nuevas aplicaciones capaces de usar sonidos o vídeos para obtener resultados que hace unos años eran impensables.
Uno de los usos más esperados es la integración de las mismas en los asistentes de voz. Amazon ya anunció una versión de Alexa mucho más potente, capaz de hablar casi como si fuera una persona real. Apple también trabaja en una nueva versión de Siri, que sería anunciada en la WWDC de 2024. Y Google no es una excepción.
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De hecho, hay rumores de que la empresa está diseñando una nueva versión de su asistente de voz que implicará un pago mensual, algo que no hemos visto en el sector de los asistentes de voz. Pero antes de que eso se materialice Google debería corregir algunos fallos de sus asistentes. Parte son culpa del hardware y parte del software.
Lista de la compra
Una de las funciones más útiles del asistente de Google es poder hacer la lista de la compra apuntando cosas simplemente con comandos de voz. A lo largo de los años esta función ha ido cambiando y evolucionando, no siempre para bien. El último cambio, que está llegando ahora, es la obligación de usar Google Keep para ello.
El problema es que, por un lado, a veces hay que crear la lista de forma manual y llamara "La Compra" para que el sistema funcione. Además, no hay confirmación sonora de que un elemento de ha añadido, como sí sucedía antes, aunque de forma casi cansina. No hace falta repetir el alimento y el nombre de la lista con cada interacción.
Pero el mayor inconveniente es no poder añadir tres o cuatro productos con un solo comando. De nuevo, esto era posible antes, pero ahora hay que realizar un activación de asistente para cada uno de los alimentos que se añaden a la lista, haciendo el proceso mucho más tedioso.
Dispositivo erróneo
Si en una casa sólo hay un altavoz inteligente de Google el uso es sencillo, porque solo se le pueden dar -órdenes a uno-. Pero como haya varios, sobre todo en habitaciones distantes, es casi aleatorio que se le hable a uno y responda otro en otra habitación. Es más, esto es muy notable cuando se tienen dos altavoces de diferente calidad.
Los micrófonos del Google Nest Audio son mucho más sensibles y potentes que los del Google Home Mini. Esto hace que sea frecuente que cuando no se habla muy cerca de este último a veces sea el primero el que responda, incluso estando en otra habitación. Google debería mejorar la calidad de recepción de sonido en sus productos, sobre todo porque son dispositivos pensados para el uso con la voz.
Desconexión de la red
Tener una casa conectada hace que el uso de muchos productos dependa de la calidad de la red WiFi. Esto es normal. Lo que no es lógico es que de forma casi aleatoria los altavoces de Google se desconecten y digan que no tienen conexión WiFi, cuando no ha habido ningún cambio en el router, en la posición de los altavoces, etc.
Amazon ha solventado esto muchísimo mejor, y es prácticamente imposible que un altavoz con Alexa de problemas de conexión por culpa de la red WiFi. Google debería mejorar mucho la conectividad de un producto que, sin internet, es prácticamente inútil.
Modo susurro
Usar altavoces inteligentes supone hablar en voz alta en casa. eso a veces puede ser un inconveniente. Amazon lo sabe y tiene un modo susurro en sus Echo que no sólo sabe detectar que se habla en voz baja, sino que da las respuestas del mismo modo, para no causar molestias.
Google podría haber implementado esto desde hace años, pero no lo ha hecho, seguramente más por desidia que por incapacidad técnica. Del mismo modo, se puede hacer que un Echo responda a un comando con un simple pitido en vez de repetir una frase entera en voz alta. Esas respuestas sutiles también serían algo de agradecer en los Nest, que sólo permiten activaras si se han ejecutado las tareas en la misma estancia.
Cambio de comando de activación
El último apartado es algo que se le lleva pidiendo a Google años. Prácticamente desde que se lazó el asistente: poder cambiar la palabra de activación. El "OK Google" puede ser sustituido por "Hey, Google", pero al final del día es lo mismo. En el caso de Amazon, además de tener una palabra mucho más parecida a un nombre humano, es posible cambiarla.
Por ejemplo, se pueden activar los altavoces con el nombre "Echo", pero aún así sería bueno poder optar entre diferentes opciones. Es posible que alguna de ella no sea adecuada en una casa concreta, por la forma de hablar, el nombre de los integrantes, pero es imposible que todas sean un problema en una casa si se dan múltiples opciones.
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