Hace dos años, el Asistente de Google era uno de los proyectos más interesantes y potencialmente útiles de la compañía; hoy, hay serias dudas de que realmente vaya a sobrevivir este 2024. Este cambio de fortuna tiene culpable: la Inteligencia Artificial generativa, cuya popularidad explotó el año pasado para sorpresa de la propia Google.
El enorme éxito de ChatGPT obligó a Google a crear su propio ‘chatbot’ basado en IA a prisas, y eso se notó en el lanzamiento de Bard; desde entonces, los recursos de la compañía se han centrado en introducir esta tecnología en todos sus productos, desde Android a Gmail pasando por la búsqueda web.
La situación del Asistente de Google en medio de todos estos cambios era algo compleja; pese a sus funciones inteligentes, desde el principio estaba claro que ChatGPT y Bard suponían un salto generacional. Ya había serias dudas sobre el lugar del Asistente en el futuro de Google, y se han reforzado con dos malas noticias publicadas hoy.
Para empezar, Google ha empezado el año exactamente igual que el año pasado, con muchos despidos; según The New York Times, como mínimo 600 personas habrían perdido su puesto de trabajo, posiblemente muchas más. La compañía lo presenta como una ‘reestructuración’, con la que espera ser más eficiente. Por ejemplo, las diversas divisiones de hardware (Pixel, Nest, Fitbit) pasarán a formar parte del mismo equipo y varios de sus líderes han sido despedidos para crear una cadena de mando más directa y centrada en crear el ecosistema de productos de Google.
La división de Google Assistant sería otra gran afectada, y aunque la compañía se ha negado a aportar datos concretos, fuentes indican que cada división afectada habría “perdido cientos de empleados”. Eso necesariamente afectará al desarrollo del asistente personal; y de hecho, ya estaríamos viendo las consecuencias. Y es que, hoy mismo, Google también ha anunciado la eliminación de casi 20 funciones del Asistente de Google; en otras palabras, se vuelve menos útil y más simple, aunque la compañía excusa los cambios en el poco uso que le habrían dado los usuarios.
Y la verdad es que en la lista de funciones que serán eliminadas del Asistente se encuentran algunas que posiblemente mucha gente no sabía que eran posibles o que tienen casos de uso muy concretos; como por ejemplo, la ayuda a la meditación, la lectura en voz alta de audiolibros en Google Play Books, o funciones relacionadas con grupos de familias.
Pero también hay funciones básicas que ya no serán posibles, como crear alarmas que reproducen música o la radio al sonar, crear un cronómetro que cuente el tiempo en la pantalla, cambiar la hora de un evento de Calendar o acceder a nuestro libro de recetas. Si usamos estas funciones, Google recomienda alternativas como hacer los cambios manualmente, crear rutinas, o usar servicios como YouTube. Aunque Google afirma que estos cambios le ayudarán a “centrarse en la calidad y la fiabilidad” del Asistente, también confiesa que muchos de estos cambios serán “disruptivos” para muchos usuarios.
El futuro del Asistente de Google probablemente pasará por Bard; ya existe una versión del Asistente de Google con Bard que integra la IA, así que no sería de extrañar que en el futuro Bard lo sustituya completamente.