A finales del 2022 Qualcomm anunció el Snapdragon 8 Gen 2, el procesador de gama alta que hemos visto en la mayoría de móviles premium de 2023. En unas semanas se anunciará su sucesor, pero no fue ese el único chip diseñado para este año. Otro de los procesadores que se anunciaron, en este caso en marzo de este año, fue el Snapdragon 7 Plus Gen 2, el sucesor del 7 Gen 1.
Fue raro el cambio de nombre, pero quizás ahora se entienda ya que la compañía ha anunciado un nuevo procesador de esa familia, de menor potencia pero también menor precio, el Snapdragon 7s Gen 2. Se podría pensar que es una evolución menor del Snapdragon 7 Gen 1, pero es que en algunas prestaciones es incluso menor.
Está claro que lo que busca Qualcomm es crear un procesador de 4 nm que sea más económico de fabricar con el que competir con MediaTek, que en los últimos años ha estado ganando cuota de mercado en el segmento medio y bajo de los smartphones. Para ello habría recortado las capacidades relacionadas con la conectividad o las cámaras.
Prestaciones técnicas
Este procesador está compuesto por cuatro núcleos Cortex de alto rendimiento a 2.4 GHz y otros cuatro Cortex a 1.95 GHz pensados para las tareas rutinarias, con menor consumo energético. Dispone de un módem 5G Snapdragon X62 de hasta 2.9 Gbps de velocidad de bajada.
En cuanto a las cámaras, es capaz de gestionar imágenes de hasta 200 Mpx, o controlar simultáneamente una cámara de 48 Mpx, o dos si una es de hasta 32 Mpx y la otra de 16 Mpx o hasta tres a la vez siempre que sean como mucho de 16 Mpx cada una.
En cuanto a la carga rápida, tiene Quick Charge 4+, la misma tecnología que el Snapdragon 7 Gen 1, no habiendo adoptado la de su hermano mayor. En este apartado también se aprecian los recortes de la empresa. Podrá gestionar pantallas de hasta 144 Hz con resolución FHD+ e integrará Bluetooth 5.2 y Wi-Fi 6E.
El primer smartphone que lo va a usar es el Redmi Note 13, que se anunciará en China dentro de unas semanas, y que probablemente acabe llegando a España a finales del año que viene o principios este. Aún faltan algunos datos, como el tipo de GPU que tendrá o el coste para los fabricantes, para ver si les compensa o no apostar por este nuevo chipset.