A poco sitios se va ya sin móviles. Los smartphones se han convertido en una navaja suiza que hace impensable casi salir de casa sin ellos y del todo inconcebible irse de vacaciones dejándolos de lado, aunque en ocasiones puede ser una buena idea. En España el período vacacional más importante es el verano, pese a las olas de calor.
Pero el uso de los mismos no sólo depende de la persona que los coge, sino que también hay factores externos, como la red de datos a la que nos conectamos. Cada uno tiene una tarifa vinculada a una operadora, y pocas personas tienen varias líneas con varias empresas, a no ser que tengamos un móvil de trabajo, pero en ese caso, al menos en teoría, no nos lo llevaríamos de vacaciones.
Para no quedarnos sin poder usar Internet en el móvil es necesario tener en cuenta ciertas cosas que pueden influir en que nuestro móvil no llegue a estar sin cobertura o con una pésima calidad de conexión, algo más probable en las zonas de vacaciones y en esta época que en el resto del año.
Límites de tu tarifa
Lo primero que tenemos que analizar antes de irnos de vacaciones es si nuestra tarifa de datos mensual normal va a resistir el tiempo que estemos fuera. Esto puede no ser importante si nos vamos unos pocos días de vacaciones, pero sí lo es si vamos semanas, o un mes. Podemos hacer uso de redes WiFi, pero, como veremos más adelante, eso también tiene sus peligros.
Muchas operadoras ofrecen GB gratis en verano justo por este motivo, y otras permiten contratar un bono extra de datos de forma temporal, y quizás a muchos usuarios les sirva. Con todo, hay que considerar el tipo de uso que vamos a hacer, no es lo mismo usar WhatsApp y hacer fotos que pretender ver series dos horas todos los días.
Otra opción es cambiar la tarifa normal que tengamos, en vez de buscar contratar una segunda, y volver a la que teníamos a la vuelta de vacaciones. Eso sí, es importante comprobar que no tuviéramos ningún tipo de permanencia en tarifa, descuento aplicado que perderíamos al cambiar, etc.
Cobertura, clave
En España hay decenas de operadoras móviles, muchas de ellas virtuales, es decir, que usan las redes de las grandes. Orange, Vodafone y Movistar son las empresas con las mayores redes móviles desplegadas. Las tres tienen un mapa de cobertura muy extenso, pero es normal que no siempre lleguen a todos los puntos.
Es importante saber si la zona a la que vamos tenga una buena cobertura con nuestra operadora y, si no es así, incluso podemos sopesar comprar una línea de otra operadora para usarla en el tiempo que estamos de vacaciones, aunque esto es algo que no siempre compensa. En cualqueir caso, casi mejor una SIM prepago que un contrato aunque salga algo más caro.
También es importante saber que la cobertura puede cambiar mucho incluso dentro de una misma casa. La orientación, la colocación de las antenas, los materiales de construcción... todo influye en la recepción. Así, es posible que en un apartamento en la playa tengamos una pobre recepción en una habitación pero buena en otra.
Saturación de red
En España tenemos una de las redes de telecomunicaciones más avanzadas y robustas del mundo, capaz de absorber picos de uso en ciertas zonas geográficas. Pese a eso el período estival es un escenario complejo. Hay localidades de 20.000 habitantes que pasan a tener 200.000 de un mes para otro, y eso es difícil equilibrarlo técnicamente.
Por eso es posible que, en ocasiones, aunque tengamos buena cobertura, nuestro smartphone no se conecte a la red o lo haga a una velocidad irrisoria. Para solventar esto podemos intentar cambiar de la red 5G a 4G o viceversa, aunque si es un momento en el que hay muchos usuarios colapsando las antenas mucho nos tememos que lo único que podemos hacer es esperar.
Si la situación se repite varios días podemos pedirle a nuestra operadora que intervenga. En ocasiones las empresas de telecomunicaciones pueden desplazar antenas portátiles en camiones para mejorar la recepción de ciertas zonas. Es algo que se hace en playas, festivales o eventos deportivos, pero no siempre es posible.
Cuidado con las redes WiFi públicas
La tentación de muchos turistas y veraneantes es usar redes WiFi públicas de los sitios en los que están para ahorrar datos o tener una mejor velocidad de conexión. Esto es algo normal, pero hay que tener cuidado con las redes a las que se conecta nuestro móvil, porque pueden ser objeto de ataques. En verano, por ejemplo, las redes públicas de aeropuertos y hoteles son objeto de criminales que saben que el número de dispositicos conectados a las mismas es mayor ahí.
Si se van a usar es mejor hacerlo para navegación web sencilla o uso de aplicaciones encriptadas, como WhatsApp. Para realizar compras online, ver nuestra cuenta bancaria y otras acciones sensibles es mejor usar siempre nuestra conexión de datos, aunque vaya un poco más lento.