Telegram es mejor que WhatsApp, pero no le servirá de nada

Los fanboys pueden decir todo lo que quieran que «Telegram es mejor». Pero eso, sea cierto o no, no sirve de nada a la hora de la verdad.

Conocemos la situación de sobra. Cuando sale una noticia de WhatsApp, o cuando sale una noticia de Telegram. O cuando se habla de aplicaciones de mensajería. No pueden faltar los comentarios que repiten una frase. «Telegram es mejor».

Está muy extendida la creencia de que Telegram es superior en todos los aspectos al resto de competidores. WhatsApp, Signal, iMessage, Allo… ninguna llegaría a su nivel. Y, además de no ser cierto, no valdría para nada. Aunque Telegram fuese mejor de verdad, no la convertiría en el rey de la mensajería.

 Telegram puede ser mejor en algunas cosas…

Telegram tiene cosas buenas, pero no es una aplicación perfecta

Es cierto que Telegram ha sido la primera en hacer algunas cosas, y que tiene funciones interesantes. Por ejemplo, su idea de multidispositivo es el camino a seguir. Poder hablarte a ti mismo es ideal para escribir notas rápidas o reenviar cosas que quieras ver más tarde. Y tanto mi novia como yo estamos enganchados a los stickers.

Todos podríamos sacar funciones y funciones que nos hagan la vida más fácil o que nos gusten sin más. Y la llegada de Telegram ha sido genial para que el resto de aplicaciones también se pongan las pilas. Si WhatsApp estuviese corriendo en solitario, no se esforzaría en sacar nuevas funciones, se quedaría como está. La presencia de todo un mercado de competidores hace posible que veamos innovación.

…pero hay otras cosas en las que flaquea

Pero también es cierto que Telegram flaquea en unas cuantas cosas. Una cosa no quita a la otra. Por ejemplo, estoy hasta las narices de tener un «1» en el icono de Telegram cuando están todos los mensajes leídos. También odio que no sepa guardar un número de teléfono de manera correcta. Y, sobre todo, me molesta que el cifrado de Telegram esté tan mal hecho: sólo tienes cifrado de punto a punto si usas los chats secretos. Mientras, WhatsApp lo aplica en todas las conversaciones.

Está claro que no existen aplicaciones perfectas, y que estos fallos se pueden corregir con actualizaciones. Pero son cosas que demuestran que Telegram no es una aplicación de mensajería perfecta. Ninguna lo es, pero Telegram no es el santo grial de la mensajería que muchos pregonan. Es la realidad.

¿Y por qué todo esto da igual?

Una aplicación de mensajería sin gente tiene el mismo valor que cero

Pero todos estos argumentos dan igual. Da lo mismo que Telegram tenga mejores o peores funciones, da igual que Telegram -para muchos- sea la mejor aplicación de mensajería. Todo esto no sirve de nada si Telegram no consigue aportar una verdadera diferencia sobre WhatsApp y compañía.

Si Telegram no consigue ese punto diferenciador no va a atraer de ninguna forma a la gente. Y, sin gente, una aplicación de mensajería tiene el mismo valor que cero. ¿De qué te vale que Telegram sea mejor si el grueso de tus contactos no piensan moverse de WhatsApp? ¿Vas a forzar que se instalen Telegram a punta de pistola?

WhatsApp fue la primera en llegar a este mercado, y ha sido quien se ha llevado un mayor cacho del pastel. La gran mayoría de usuarios ya no envían un mensaje, te ponen un whatsapp. La gente quiere smartphones para hablar por el whatsapp y ver el Facebook. Y ese es uno de los grandes méritos de WhatsApp, haberse convertido en sinónimo de enviar un mensaje.

En vez de quejarnos, celebremos que existe competencia

La solución no está en que actúes como un predicador. En realidad, este «problema» no tiene solución. Y tampoco es algo que te debería preocupar. Telegram no se va a ir a ninguna parte aunque no sea un caballo ganador. Tienen una posición notable, como podéis ver en los datos de arriba. Y es tan fácil como seguir usando las aplicaciones de mensajería que te apetezca.

Al final, por mucho que escuchemos quejas, todo el mundo va a seguir desperdigado en aplicaciones de mensajería. Y uno de los nexos de la mayoría de los usuarios va a ser WhatsApp. En vez de quejarnos de esto, celebremos que existe competencia.

Celebremos que tenemos diversidad de aplicaciones. Celebremos que podemos elegir la que queramos. Y celebremos que ni Telegram ni WhatsApp se quedan paradas, sino que compiten entre ellas y quedamos nosotros como los beneficiados.