Hoy no es ayer. Ensayos sobre historia de España en el siglo XX
Santos Juliá
23 julio, 2010 02:00Santos Juliá. Foto: Leticia Pérez
Estas mismas características deberían haber hecho aconsejable un trabajo de edición un poco más exigente pues, aparte del hecho -muy encomiable- de la simple recopilación de unos artículos muy valiosos, hasta ahora desperdigados en diversos libros y revistas, el volumen que ahora se publica tiene una notable homogeneidad y, por eso, se habría enriquecido enormemente con un buen índice, y no sólo con el socorrido índice onomástico. Tampoco habrían estado de más algunas sugerencias bibliográficas al final del volumen. Estos elementos le habrían dado a la publicación el tono de seriedad académica que exigía un libro que, aún como ha llegado a manos del lector, constituye una fuente riquísima de reflexiones sobre algunos de los derroteros que, en los últimos tiempos, ha tomado el quehacer historiográfico.
Los grandes temas que articulan el libro se refieren, sobre todo a la gran crisis de los 30 en España, que arranca con la proclamación de la II República en 1931 y culminan con la catástrofe que representó la guerra civil. El régimen republicano se inició con un discurso revolucionario (pág. 26) aunque se tratase de una apelación revolucionaria que estaba lejos de los modelos que, por aquellos años, brindaban los totalitarismos. En cualquier caso, el propósito revolucionario era evidente y derivaría en un régimen radical que trató de afianzarse sobre la exclusión de una buena parte de la sociedad española.
Otra destacada parte del libro la constituyen los capítulos sobre la guerra civil, en los que Juliá realiza un penetrante esfuerzo por la caracterización de un conflicto que se inició como un pronunciamiento militar, relativamente cercano a los de corte clásico, para terminar en un enfrentamiento civil de los que no faltaban antecedentes en la historia, pero que esta vez se llevó a una política de aniquilamiento mutuo que aún sigue pesando sobre la sociedad. Como diría Machado a través de Juan de Mairena, "cuando los hombres acuden a las armas, la retórica ha terminado su misión". Llega, sin embargo, el momento de los historiadores que, como en el caso de Juliá, deben volver a llamar las cosas por su nombre.
Y, en los momentos más recientes, el apasionado debate sobre la memoria histórica, avivado desde las instancias oficiales. "Había que mirar el pasado -nos recuerda el autor- no para conocer lo ocurrido, sino con el propósito de recuperar señas de identidad supuestamente perdidas: el racionalismo combatido por el romanticismo" (p. 341). Una dura batalla sobre la que Juliá ha vertido una mirada llena de lucidez y capacidad de sugerencia. Un libro, en suma, que aviva el interés sobre las páginas más recientes de nuestra historia.