El festival de poesía NUDO se desata
Arranca la cuarta edición de este evento literario en Barcelona con una exposición fotográfica de poesía visual y un aquelarre poético de 14 mujeres locales
22 octubre, 2020 09:15Desenlazar una cosa de otra, aclarar algo, disolver, anular, proceder desordenadamente, perder el temor o la extrañeza: desatar. Barcelona acoge estos días la cuarta edición de NUDO, el encuentro poético anual que celebra los vínculos insospechados entre los seres y las cosas, las ideas y las formas. “Aquí cabe todo mientras tenga un sentido y un afán poético”, cuelga el cartel de bienvenida su directora, Carmen Berasategui. El festival de poesía ya no solo visual, ahora también “desatada”, desafía este año a la pandemia y crece en oferta, días y espacios. Su programa parece un encantamiento, con un aquelarre poético de 14 mujeres locales y una velada de poesía intimista en un templo. El evento, que ha capeado con las dificultades de este año atípico, se lanza con una oferta que durará nueve días y se repartirá en cinco lugares de la ciudad.
Pero esta historia, como otras muchas, comenzó el pasado mes de marzo. Programado inicialmente para abril, cinco semanas antes de su inicio, NUDO tuvo que aplazar su programa hasta octubre cuando se declaró el estado de alarma. “Lo que ha perjudicado directamente la pandemia ha sido que he tenido que prescindir de la feria poética”, explica su directora que reconoce que en ningún momento se planteó organizar este evento de manera online. "¿Cómo va a ser NUDO online? Es imposible, cualquier persona que venga al festival sabe que no puede haber una edición digital porque NUDO es un festival de piel, de contacto, de hermandad, de compartir, es un festival de pequeño formato. Siempre hay muy poca gente, manejamos aforos de 40 o 50 personas máximo. Tampoco tengo los recursos pero, sobre todo, ¿dónde queda la experiencia poética?”, se plantea su responsable mientras trata de gestionar la actual situación con el cierre de locales en Barcelona. “La buena noticia es que la cultura sí que continúa, han cerrado bares y restaurantes pero las actividades culturales están abiertas”, señala optimista.
Así las cosas, si las circunstancias no empeoran, NUDO arrancará hoy con el breve recital del poeta Joaquín Campos y la inauguración de la exposición de poesía visual Bisions, de los fotógrafos Carles Canals y Àlex Monfort que regresan al festival después de participar en su primera edición. Con una “imagenería visual similar a Chema Madoz”, en esta muestra que permanecerá abierta hasta el 20 de noviembre, cada uno reinterpreta la realidad a partir de un mismo objeto, dando su particular visión artística.
Con cambio en su nomenclatura, de “festival de poesía visual” a “festival de poesía desatada”, la cita continuará mañana a las 20h con uno de sus eventos más destacados, un recital colectivo de poetas locales. “El propósito que ha tenido siempre NUDO ha sido mostrar el panorama poético nacional –señala la responsable-. Llevaba ya tres años programando poetas de fuera, también poetas de aquí, pero con cierto equilibrio, y desde la última edición tenía muchas ganas de dedicar una velada a mujeres poetas residentes en Barcelona”.
Que no tiene orden, ni control, ni freno, #Desatadas#, así ha bautizado a esta cita que reunirá a Ale Oseguera, Alicia García Núñez , Anna Pantinat, Ashle Ozuljevic, Begoña Ugalde, Belén Berlín, Crisal Rodríguez, Ingrid Garasa Ortiz, Laia López Manrique, Lola Nieto, Maite Martí Vallejo, Maria Antònia Massanet, María Lorente Becerra y Sara Torres sobre el escenario. Catorce mujeres, con 10 minutos cada una, que recitarán en catalán y en castellano, un castellano de ambos lados de la orilla, con representantes de México o Chile, por ejemplo.
Una programación armónica
“El objetivo a la hora de programar es que haya una armonía en toda la programación de esa edición –reconoce Berasategui-. Armonía en cuanto a poesía pura, con recitales intimistas, del poeta, solo con el poder de la palabra mirando al público, por un lado, y con propuestas de poesía escénica más arriesgadas, por el otro”. Así, en su apuesta por los recitales intimistas se juntan varias propuestas a tener en cuenta. La de este mismo sábado la protagoniza Alejandro Palomas que acaba de publicar un poemario, Una flor, y tendrá lugar en la Basílica Sant Josep Oriol. Junto a él, el cartel de esta edición contempla los nombres de Julieta Valero con su poemario Los tres primeros años (Vaso Roto) el próximo jueves; Unai Velasco, con su poesía a la luz de las velas, que tendrá lugar el día 30 o Isabel Martín, que el sábado 31 se apropiará del escenario para cantar y recitar sus versos, toda una reivindicación al feminismo y al folclore.
Gonzalo Escarpa y Josep Pedrals ofrecerán por su parte un recital de spoken word (30 de octubre) acompañados de dos tejedoras que trabajarán mientras ellos recitan en una especie de alegoría de construcción. “No podemos dejar de construir –advierte la directora del festival-, sobre todo en una sociedad en la que parece que todo se va al garete. Cuando pensamos cómo podíamos hacer ese recital pensamos en algo delicado y que implicara construcción, hilar algo entre todos”.
Aunque no es lo habitual, porque Berasategui prefiere programar a poetas autores, también habrá propuestas de gente que no escribe. “Hago una excepción por ejemplo este año con una señora de 80 años que vino en 2019, Celia Rapsoda. Es una mujer que le pone una pasión espectacular y que recita de memoria. El año pasado se sabía Poeta en Nueva York de memoria. Me pareció excepcional. Este año la he invitado porque también sumo un espacio nuevo que es una basílica y es un marco fantástico para recitar a mujeres poetas que ya no están entre nosotras como Sor Juana Inés de la Cruz, Rosalía de Castro o Santa Teresa de Jesús”. Ella será la encargada, de hecho, de introducir el recital de Alejandro Palomas del sábado.
Música, Fellini y vídeopoesía
Tras colaborar con numerosas citas de videopoesía internacionales, una de las grandes novedades de esta cuarta edición será el lanzamiento de su propia muestra de videopoesía, V2 versos&visuals, con una selección final de 44 videopoemas de 37 artistas y una duración de 80 minutos cuya proyección oficial tendrá lugar el martes 27 en el salón de actos del Pati Llimona. Mientras que, por su parte, la nota musical y audiovisual la pondrá Javier Díez Ena, el mago del theremin, “el único instrumento que suena sin ser tocado”, cuyo espectáculo estará acompañado con las visuales en directo de Corazón Gallardo, artista especializada en el collage y en la superposición de elementos antagónicos.
Con una edición inspirada en Fellini, NUDO se suma también al homenaje del maestro del cine por el centenario de su nacimiento. “Casi opto por Hitchcock porque este 2020 también era como una película de miedo, pero al final me decanté por el italiano porque él tenía ese punto grotesco que me parecía ideal. Él inspira el taller, el guateque collage –conducido por el diseñador Juan Cardosa-, y luego alguna otra apuesta un poco más irreverente, como la de Santa Teresa de Jesús y amigas, que es una performance que revisita las cartas de Santa Teresa con música, archivos sonoros, algo bastante experimental. Por su parte, Jesús Alonso Ovejero también es muy fellliniano. Él hará una performance que se llama La lapización”.
Consciente de que es un mal momento para la gestión cultural, para Carmen Bersategui la poesía es un bálsamo y es consuelo. “Como decía Nietzsche, 'los poetas saben siempre consolarse'. La poesía es para todos los días, te da fortaleza”, subraya ella. Con la garantía de ofrecer la máxima seguridad posible, recuerda además que “los actos culturales que se están llevando a cabo son de los lugares más seguros que hay ahora mismo. Mucho más seguro que un supermercado, que ir en metro o que andar por una rambla. Las normas de seguridad que nos requieren las tenemos que cumplir al dedillo, hay tales medidas que garantizamos un entorno completamente seguro para disfrutar de la actividad cultural –señala la directora de NUDO-. Por otro lado, si no apoyamos la cultura en estas circunstancias, ya me dirás. Ahora mismo es cuando la gente tiene que apoyarla. Tiene que seguir acudiendo al cine, al teatro, a los recitales o a las exposiciones, hay que hacerlo. No voy a ir ya a la riqueza espiritual e intelectual que te proporciona seguir consumiendo cultura, eso lo doy por hecho, sino porque es que realmente si la ciudadanía no se mueve y no apoya a la gente que está creando cultura y que la produce, estamos perdidos”.
Así en estos tiempos de pandemia en que es tan importante deshacer algunos nudos, el festival de poesía que arranca hoy en Barcelona se ofrece como una oportunidad para seguir apoyando a la cultura. Frente a la enfermedad, recuerda Bersategui “la poesía da vida. Eso es lo que hace la poesía y por eso estamos aquí. Si la gente se queda en casa apoltronada en el sofá nada fluye, nada crece, nada aporta a la sociedad, eso es lo que quería transmitir, que la poesía da vida y que todo esfuerzo merece la pena”, concluye.