Andrés Barba, Premio Herralde de Novela
El escritor obtiene el premio de la editorial Anagrama con el manuscrito República luminosa, sobre unos niños de procedencia desconocida que toman violentamente una ciudad tropical
6 noviembre, 2017 01:00Andrés Barba
El escritor Andrés Barba (Madrid, 1975) ha ganado este lunes el XXXV Premio Herralde de Novela convocado por la editorial Anagrama con su manuscrito titulado República luminosa, presentado al concurso bajo el seudónimo de Thomas de Quincey y el título provisional de República. "Recibir este premio es fantástico", asegura Barba. "Es mi décimo libro en la editorial en la que empecé a publicar hace 16 años y no es que sea un broche de oro porque no tengo ninguna intención de dejarlo aquí, pero sí que es un momento muy especial y muy dulce. El Premio Herralde sigue siendo sin discusión desde mi punto de vista el gran premio literario del país y además es fantástico coincidir con la primera edición de Silvia Sesé al frente, con quien tengo muy buena conexión".La novela trata de la aparición de treinta y dos niños violentos de procedencia desconocida que trastoca por completo la vida de San Cristóbal, una pequeña ciudad tropical encajonada entre la selva y el río. Veinte años después, uno de sus protagonistas redacta esta República luminosa, una crónica tejida de hechos, pruebas y rumores sobre cómo la ciudad se vio obligada a reformular no solo su idea del orden y la violencia sino hasta la misma civilización durante aquel año y medio en que, hasta su muerte, los niños tomaron la ciudad. "Es una novela muy distinta de todas esas novelas más subjetivas y más sentimentales que he hecho o estaba más acostumbrado a hacer ultimamente", explica el escritor. "República luminosa es muy poco sentimental y tiene toda la neutralidad y distancia de la crónica. En ese sentido es una novela escrita desde un lugar nuevo".
"Tensa y angustiosa, con la nitidez del Conrad de El corazón de las tinieblas, Barba suma aquí, a su habitual audacia narrativa y su talento para las situaciones ambiguas, la dimensión de una fábula metafísica y oscura que tiene el aliento de los grandes relatos", señala el fallo del jurado, compuesto por Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Jesús Trueba, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé. "La comparación con Conrad creo que es una forma rápida de hacer entender el espíritu del libro. El lector viaja a una ciudad tropical donde de repente hay un episodio violento, con unos niños que aparecen y cambian la disposición y la propia noción de la infancia. En ese sentido sí tiene mucho que ver con las novelas conradianas clásicas como El corazón de las tiniblas, Tifón o La línea de sombras donde no es fácil determinar quienes son los civilizados y quienes no lo son. La línea de lo civilizado es muy ambigua y en ese sentido tiene una línea conradiana muy clara", asegura Barba.
La novela finalista ha sido La extinción de las especies, del argentino Diego Vecchio, presentada bajo el seudónimo Charles Willson Peale. La obra es es una historia natural de los museos, que comienza cuando Zacharias Spears, Gracias al legado de Sir James Smithson, funda en Washington D. C. un museo destinado a albergar las colecciones de especímenes recolectados en las expediciones de exploración del Oeste, amenazados por el apetito sacrílego de las polillas. El sueño de Mr. Spears es poner al alcance de todos la posibilidad de viajar hasta espacios y épocas remotas, recorriendo por dos centavos y en cuarenta minutos aquello que se halla separado por miles de millas y millones de años. Según el jurado, es "una novela coral y singular, impecable y deliciosa".
Al concurso, cuyo premio está dotado con 18.000 euros y la publicación de las novelas ganadora y finalista en Anagrama, se presentaron 626 novelas. Además de la obra ganadora, pasaron a la final las cuatro siguientes: Al final uno también muere, de Roberto Valencia, España; Un hombre solo, de J. Samuel (seudónimo), España; La extinción de las especies, de Charles Willson Peale (seudónimo), Argentina; y La física del destino, de Antonio Isasi, España.
Barba ya quedó finalista del Premio Herralde en 2001 con La hermana de Katia, la novela que le dio a conocer, que fue llevada a la gran pantalla por Mijke de Jong. En Anagrama también ha publicado dos libros de nouvelles, La recta intención y Ha dejado de llover (Premio Nord-Sud), y cinco novelas más, que le confirmaron como uno de los escritores más importantes de su generación en España: Ahora tocad música de baile, Versiones de Teresa (Premio Torrente Ballester), Las manos pequeñas, Agosto, octubre y En presencia de un payaso.
También es el autor de Muerte de un caballo (Premio Juan March), los ensayos Caminar en un mundo de espejos, La ceremonia del porno (escrito junto a Javier Montes y ganador del Premio Anagrama de Ensayo) y La risa caníbal, el libro de poemas Crónica natural y, en colaboración con el pintor Pablo Angulo, Libro de las caídas y Lista de desaparecidos.
Como traductor ha publicado versiones de autores como Herman Melville, Henry James, Joseph Conrad y Thomas de Quincey, entre otros muchos. Fue elegido por la prestigiosa revista Granta uno de los mejores narradores jóvenes en español. Su obra ha sido traducida a diecisiete idiomas.
Diego Vecchio (Buenos Aires, 1969) es narrador, ensayista y traductor. Ha publicado Historia calamitatum (2000), Egocidios: Macedonio Fernández y la liquidación del Yo (2003), Microbios (2006) y Osos (2010). Desde 1992 reside en París. Trabaja en la universidad de Paris 8 Vincennes-Saint Denis, dando clases de literatura hispanoamericana y talleres de confección de lenguas imaginarias y espectrales.