Víctor del Árbol, Sara Mesa y Miguel Ángel Hernández
Habrá sido la exposición de Velázquez en el Grand Palais o la Feria del libro de Montpellier Comédie du Livre dedicada a España, el espléndido número que ofreció Le Monde des Livres a la literatura española y portuguesa o el éxito de ciertos escritores franceses de descendencia española como Lydie Salvayre, último Premio Goncourt, Leonor de Recondo o Romain Puértolas. El caso es que este verano, la literatura española está más presente que nunca en las librerías francesas.
Los franceses son quizá la sociedad que más asocia el verano con la lectura. "En verano, el interés se centra en la literatura extranjera -nos explica un librero de l'Écume des pages, la mítica librería del barrio Latino-. En Francia, asistimos además al fenómeno de La Rentrée littéraire. En septiembre se publica la mayoría de las novelas francesas, aquellas que estarán en las listas de los premios como el Goncourt, el Renaudot, el Femina, etc, que se fallan antes de Navidades. Por eso, en verano, lo que se lee son novelas extranjeras y, este año, los españoles están vendiendo más que nunca".
¿Y cuáles son esas novelas que triunfan al otro lado de los Pirineos? Lo primero, la novela negra. "La mezcla de historia y thriller es lo que mejor ha funcionado", comentan en la librería Lamartine. Víctor del Árbol, con su novela Un millón de gotas (Destino) publicada por Actes Sud, está teniendo una gran acogida. Desde hace años, Víctor del Árbol es un autor español muy querido en Francia. En 2011, cuando publicó La tristeza del samurái, fue un best-seller aquí y se llevó varios premios extranjeros.
Lo segundo, la novedad. La joven escritora sevillana Sara Mesa, finalista del Premio Herralde 2013, ve este verano su novela Cuatro por cuatro traducida al francés (editorial Rivages). La prensa gala ha sido muy generosa con la autora, que pone en escena los horrores en un colegio, durante una época que se asocia con la dictadura. Su libro ha salido en Le Monde des livres, Stylist, Les Inrockuptibles, o Le Figaro, que destacó que la escritora, más que ofrecer un testimonio sobre los regímenes totalitarios, teje un cuento cruel de una gran inteligencia, sacando su inspiración de Kafka y Vargas Llosa.
Lo tercero, la diversión, la sensualidad, el olor del verano. La revista Lire acaba de dedicar una página entera a Milena Busquets y su última novela, También esto pasará. Publicado por Gallimard, el libro llegó a las librerías en abril. Desde entonces, expuesto en muchos escaparates, la obra está alcanzado récords de ventas en Francia. La historia de un violín que pasa de mano en mano, escrita por Blanca Busquets en La casa del silencio, también ha atrapado el interés de los lectores. Asimismo, otras novelas españolas publicadas últimamente se recomiendan en las librerías como lectura de verano. Intento de escapada, de Miguel Ángel Hernández (publicado en Seuil), o El secreto del oráculo, de José Ángel Mañas (publicado en Anacharsis), novela en la que su autor ofrece una biografía de los últimos once años de Alejandro Magno y que salió reseñada en Le Monde como un libro "muy documentado, clásico en su estructura, pero escrito en el estilo de Historias del Kronen (...) que rinde homenaje a Oliver Stone".
Si nos fijamos en las jornadas de Montpellier, en donde se dieron cita editores y críticos literarios para hablar de literatura española, destacaron el sentimiento de compromiso de ciertos escritores que reflejan la crisis económica de nuestro país en sus obras más recientes. De hecho, muchos autores estuvieron presentes en estas jornadas, como Lucía Etxebarría o Isaac Rosa, a pesar de que sus últimas obras no hayan sido aún traducidas al francés. Se habló también de la joven Marta Fernández Caparrós, Rafael Chirbes, Isabel Alba, Antonio Muñoz Molina o Marta Sanz, como voces importantes en el mundo literario.
También se presentó en La Comédie du livre de Montpellier Los nadadores, de Joaquín Pérez Azaústre. Publicada este año en Francia por Seuil, con el título Le nageur dans la ville, ha sido seleccionada como una de las diez sorpresas del año por la revista Marianne y ha recibido elogiosas críticas en Le Monde, Transfuge y Telerama, entre otros muchos medios. En esta fábula existencial sobre la natación, con personajes que desaparecen entre brazadas, la ciudad se presenta como una piscina cada vez más vacía. Los críticos han destacado la recreación del autor de la soledad contemporánea.
Por último, llama la atención ver que ciertas librerías recomiendan libros no tan recientes por ser para ellos sus "favoritos", sus llamados "coups de coeur", entre los que se encuentra Yo confieso (2011), de Jaume Cabré.