Pequeña Biblia para celebraciones ateas
Andrés Rubio reúne en El árbol rojo a 40 poetas que ponen voz a nacimientos, bodas y funerales
9 septiembre, 2010 02:00Boda civil en los Juzgados de la calle Pradillo. Foto: Carlos Barajas
La cosa de las bodas empieza a mutar. Incluso los católicos más férreos ya reconocen haber derramado alguna lágrima en una ceremonia civil, plenas como hoy lo están de todos los avíos. Del traje blanco y el chaqué a los anillos, y de ahí a la palabra. Que no es lo mismo una sala de plenos de un ayuntamiento que una iglesia gótica surcada por flores, claro, pero nada que no pueda solventar un buen canto amoroso de Pedro Salinas o un emotivo pasaje de Walt Whitman bien declamado.El laicismo es la base de Árbol rojo (Demipage, 2010), un pequeño volumen antologado por Andrés Rubio en el que se seleccionan composiciones de toda índole para nacimientos, bodas, funerales y otros ritos. En el caso de los enlaces, las tradicionales Cartas de San Pablo a los Corintios, por cierto, incluidas en el libro, comparten páginas con fragmentos de Alejandra Pizarnik ("Recibe este rostro mío, mudo, mendigo"), para ellas, o el rotundo Te amo, de Paul Elúard ("Te amo por todas las mujeres que no he conocido, te amo por todos los tiempos que no he vivido...") para los discursos masculinos.
En el caso de los nacimientos, el antologuista pasea por otras composiciones idóneas para ser leídas en voz alta: las Nanas de la cebolla de Miguel Hernández, o el poema Pido silencio, de Neruda, así como el famoso Meciendo, de Gabriela Mistral ("...Oyendo los mares amantes, mezo a mi niño"). También incluye un apartado de Ritos de paso, aquellos que, dice el autor, implican una transformación. Aquí cobran fuerza Whitman -otra vez, dato que revela lo personal de esta antología ("Ni yo ni nadie puede recorrer ese camino por ti..."), Rilke, y el mítico Palabras para Julia de José Agustín Goytisolo.
Para los funerales, el tono de los textos esperanzador y positivo, fragmentos que buscan la catarsis emocional entre los asistentes. Entre ellos, Juan Ramón Jiménez, Kavafis y su Ítaca, y el Requiem de Stevenson. Y, además, la antología incluye un apartado dedicado a las Bodas y Uniones LGTB, cuyo prólogo hace hincapié en el momento de la aprobación en España del matrimonio de personas del mismo sexo. El libro se cierra con unas recomendaciones de música clásica entre las que figuran Bach, Wagner, Schubert o Haendel.
Algunos poemas del libro
EN TU ANIVERSARIO
Alejandra Pizarnik
Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú.
A TI, QUIEN QUIERA QUE SEAS
Walt Whitman
A ti, quienquiera que seas, he impregnado con mi
aliento esta hoja para que crezca, oprimiéndola un
instante con mis propias manos.
¡Toma! ¡Mira cómo me late el pulso en las muñecas!
¡Cómo se dilata y contrae la sangre en mi corazón!
Me ofrezco a ti, en todo, me ofrezco a mí mismo, con
la promesa de no abandonarte jamás.
De lo que doy fe firmando con mi nombre.
ADOLESCENCIA DEL DÍA, PRIMERA FUENTE DE GOZO
Odysseas Elytis
Adolescencia del día, primera fuente de gozo
El antiguo mirto agita su bandera
Se abrirá a la luz el golfo de las alondras
Y una canción se erguirá en el aire
Sembrando la dorada cebada del fuego
A los cinco vientos
Liberando la terrenal hermosura.