Núria Espert abandona la obra de teatro 'Todos pájaros' por un problema de salud y la sustituye Vicky Peña
- Un "inesperado malestar" obliga a la actriz de 89 años a mantener reposo y abandonar el proyecto que se estrenará el 5 de diciembre en Teatros del Canal.
- Más información: 'Nada', de Carmen Laforet, por primera vez en el teatro: la guerra íntima tras la Guerra Civil
Un "inesperado malestar" tras un ensayo ha obligado a la actriz Núria Espert, de 89 años, a abandonar la obra de teatro Todos pájaros, del autor de origen libanés Wajdi Mouawad. Tras hacerse un chequeo y conocer el diagnóstico, los médicos le han transmitido que "no reviste gravedad", pero le han recomendado que se mantenga en reposo hasta recuperarse totalmente.
La actriz Vicky Peña sustituirá a Espert al frente del elenco de este montaje que se estrenará en los Teatros del Canal de Madrid el próximo 5 de diciembre. Según un comunicado difundido por el teatro, Espert abandona el proyecto "con gran tristeza".
Este montaje de Todos pájaros está dirigido por Mario Gas, que ya dirigió en 2016 con gran éxito la obra más conocida de Mouawad, Incendios, que en aquella ocasión tmabién protagonizó Espert.
La obra podrá verse en la Sala Verde de los Teatros del Canal hasta el 29 de diciembre, salvo los días 24 y 25. Además de Peña, contará con los actores Manuel de Blas, Pere Ponce, Candela Serrat, Aleix Peña, Pietro Olivera, Lucía Barrado, Nuria García, Juan Calot y Anabel Moreno.
Núria Espert es una de las actrices más reconocidas de España. A lo largo de una dilatada carrera que suma ya 77 años (comenzó a los 12), ha interpretado a personajes tan emblemáticos como Fedra, Medea, Bernarda Alba, Electra o Celestina, y recibió el Premio Princesa de Asturias de las Artes en 2016.
El estreno de Todos pájaros se produce en plena invasión israelí de Gaza, y precisamente el conflicto entre israelíes y palestinos "se encuentra en el corazón de esta obra", señala el teatro.
La obra está inspirada en una leyenda persa sobre un pájaro anfibio: un pájaro que sueña con nadar con peces y al que le crecen branquias para poder hacerlo. “Esta historia de mutación me trastorna hoy por lo que cuenta sobre nuestro tiempo, de nuestro mundo y de nuestra relación con el otro, con el enemigo, por así decirlo”, ha escrito Mouawad aludiendo metafóricamente a ese conflicto.
Así, el escritor interpela al espectador sobre el trasfondo de esta convulsa encrucijada humana y para ello reúne en escena a una joven pareja: un científico alemán de origen judío que yace en un hospital en coma a consecuencia de un atentado cometido en la frontera entre Jordania e Israel, y a su amada, una americana de origen árabe.
En torno a la habitación del hospital donde el joven permanece se citan familiares, cuya presencia origina la escenificación de conflictos personales y políticos que muestran cómo en los enfrentamientos fratricidas ninguna realidad puede dominar a otra.