Los teatros tienen un desafío inmediato: deben verificar si son capaces de movilizar definitivamente al público perdido por culpa de la pandemia. Las cifras de asistencia, en la mayoría de ellos, distan todavía de conseguirlo. Aquel pantagruélico apantallamiento sigue lastrando al personal a la hora de comprar unas entradas, salir de sus colmenas y celebrar el rito ancestral de la representación sobre un escenario. Los programadores, con el fin de que esa comunión no se vea más diezmada, sacarán a relucir una batería de argumentos en sus carteleras. Santones internacionales como Lupa, libérrimos registas como Pablo Messiez y Carlota Ferrer, los duelos dialécticos de Pascal Rambert, la última ‘leona’ de oro en la Bienal de Venecia, Christiane Jatahy, Declan Donellan remangándose con Calderón… En fin, que sobran los motivos.
Imagine. Teatros del Canal. 28 y 29 octubre
Vuelve un icono del teatro polaco de las últimas décadas. El excesivo y desbordante (y, por momentos, sublime) Krystian Lupa. En la web del Canal ya se avisa a los potenciales asistentes a ver su espectáculo Imagine: “Contiene desnudos integrales y sexo explícito”. Para algunos será un aliciente; para otros, un motivo de disuasión definitiva. Así funciona la condición humana, que tan profundamente ha diseccionado el legendario regista. En esta ocasión se retrotrae a los años 60 y 70, a la efervescencia de la cultura hippy y new age, con John Lennon como figura medular de aquellos intentos de reinventar o reconducir el mundo. Por cierto, quizá también disuada su duración: cinco horas (con descanso, eso sí).
La voluntad de creer. Naves del Español. 7 de septiembre
El brote inspirador de la última obra de Pablo Messiez, el atrevido director de origen argentino afincado en España desde hace una década, es una afirmación vertida por Juana de Arco en su juicio. Le preguntaban cómo sabía que la voz que le hablaba era la del arcángel San Miguel, a lo que la heroína respondía: “Porque tuve voluntad de creer”. De ahí extrae el título y una lección sobre la verdad del teatro, que requiere la complicidad de un grupo de individuos congregados en torno a un fuego revelador y catártico. Ordet de Dreyer, La palabra de Kaj Munk, Jesús de Nazaret, Kierkegaard… Son algunos de los sugerentes mimbres con los que nos convoca en el arranque de la temporada del Teatro Español.
El beso de la mujer araña. Teatro Bellas Artes. 7 de septiembre
Carlota Ferrer vuelve a alinear, como ya hiciera con Esto no es la casa de Bernarda Alba, la versión de José Manuel Mora del clásico lorquiano, al bailarín y coreógrafo Igor Yebra y a Eusebio Poncela en un mismo montaje. Ahora se tratar de revisitar un clásico de la literatura argentina, El beso de la mujer araña, escrito por Manuel Puig. Un texto que cuenta con versión cinematográfica protagonizada por el recientemente fallecido William Hurt. Dos compañeros de celda encerrados por motivos muy dispares: uno por seducir a un menor, el otro por activismo político. Un confinamiento que no puede cancelar la necesidad de amar.
Entre chien et loup. Teatro María Guerrero. 25 de noviembre
Flamante vencedora del León de Oro en la última Bienal de Venecia de Teatro, Christiane Jatahy -afortunados nosotros- vuelve a la cartelera española, con la que tiene una estrecha y larga relación gracias sobre todo al Festival Temporada Alta de Girona. Su regreso lo motiva la programación en el CDN de esta versión de la inquietante y angustiosa cinta de Lars von Trier Dogville. Cine y teatro de nuevo entrelazados para mostrarnos una parábola sobre los prejuicios que fermentan la xenofobia y los regímenes totalitarios. La visita de Jatahy se enmarca también en el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, que traerá a la capital a Wajdi Mouawad, Robet Lepage, Gabriel Calderón…
Finlandia. Teatro de la Abadía. 22 de septiembre
El autor francés está firmemente afianzado en nuestra cartelera. Sus textos descarnados, que funden la identidad de los personajes y de los actores, y propician enardecidas y torrenciales batallas dialécticas (Hermanas, La clausura del amor). Ahora vuelve a la carga con dos de sus colaboradores habituales, Israel Elejalde e Irene Escolar. Encarnan a un padre y a una madre varados en una habitación de un hotel de Helsinki, donde discuten sobre la custodia de su hija. Los espectadores asistirán a una batalla en la que aflora la parte más fea de la especie humana. Rambert sigue empadronado en el cuadrilátero de la familia.
Lectura fácil. Centro Dramático Nacional. 18 de noviembre
Vaya pareja se ha juntado en el Centro Dramático Nacional. Pura dinamita contestataria. Cristina Morales y Alberto San Juan. Este último es el encargado de cristalizar el trasvase a la escena de su novela Lectura fácil, que le valió el Premio Nacional de Narrativa y sigue trasfundiendo ediciones sin cesar. Una historia tejida por las vidas poco adaptadas a las exigencias y costumbres del ‘sistema’ que comparte de cuatro mujeres que comparten piso. Diversos diagnósticos de incapacidades debidas a trastornos mentales. “Lectura fácil es un relato sobre el poder y la necesidad de reírnos mientras chocamos contra el muro al intentar abrir un agujerito por el que asomarnos a la vida”, resume San Juan.
Yerma. Teatre Lliure. 18 de noviembre
Juan Carlos Martel Bayod inicia una nueva temporada al frente del Teatre Lliure, el espacio icónico de la escena barcelonesa tan asociado a la firma de Lluis Pasqual. Martel Bayod está pilotando un complejo punto de inflexión en su historia, marcando un nuevo rumbo, que no apostata del pasado pero que busca cimentar una etapa con rasgos propios. Quizá esta dicotomía la represente muy bien el hecho de que el actual director del Lliure se haya arremangado con Yerma. O sea, con Lorca, la especialidad más especial de su predecesor. Martel Bayod se rodea de Frederic Amat (espacio escénico) y Refree (música) para hacer su personal lectura. Se verá también en enero en el CDN.
Adictos. Teatro Reina Victoria. 1 de septiembre
Lola Herrera sigue, mayestática, en pie sobre las tablas. Con su versión de Cinco horas con Mario ha grabado su nombre en la antología del teatro patrio, llenando durante décadas las salas de toda España. Cada vez que repone, vuelve a concitar una atención masiva. Ahora cambia el tercio de la mano de Magüi Mira, un texto escrito por su hijo Daniel Dicenta y Juanma Gómez. Se trata de un thriller distópico que retrata el impacto en las relaciones humanas de los cauces digitales de comunicación. Tecnología que ayuda pero -acaso más- también abruma. Flanquean a la gran dama Lola Baldrich y Ana Labordeta.
La vida es sueño. La Comedia. 10 de diciembre
Lluís Homar se tenía guardado un as en la manga para esta temporada: Declan Donnellan, con su compañía Cheek by Jowl, al frente de una producción de La vida es sueño, una de las cumbres aquel siglo dorado para literatura (en particular, la dramática). Ojalá sea capaz de comunicarse en el territorio de lo paranormal con Calderón como lo hace con Shakespeare, al que ha contribuido determinantemente a modernizar sin adulterar. Esperamos lo mismo en su desafío calderoniano.
Según José. De Sevilla a Saramago. Teatro Lope de Vega de Sevilla. 20 oct
El coliseo hispalense se suma a los fastos del centenario del autor de La caverna y El Evangelio según Jesucristo con un montaje encomendado al regista sevillano de moda, Rafael R. Villalobos, que en breve presentará también en los Teatros del Canal su visión Orphée, la ópera de Philip Glass/Jean Cocteau. Una amalgama de textos del Nobel portugués presentada, a su vez, con una precipitado de géneros: danza, música y teatro. Todo bajo una admonición saramágica: “Es hora de mirar, de una vez, al Sur, respetar el Sur, pensar en el Sur”. Sea.