El Festival de Nimes pisa nuevos territorios
La cita francesa, que arranca este jueves, se ha propuesto ampliar fronteras. El cante de Rocío Márquez o María Marín y el baile de Rocío Molina, Leonor Leal y Úrsula López, entre otras, darán paso a la guitarra de Dani de Morón, que ofrecerá, sin acompañamiento, un final radical e insólito
13 enero, 2022 02:31El Festival de Nimes se sumerge en el juego de los contrastes y para mantener una práctica que se ha convertido en seña de identidad, se dispone a descubrir territorios que en ediciones anteriores no había pisado. Con el fin de otorgarle protagonismo a las propuestas de artistas jóvenes a los que también se les está ofreciendo la oportunidad de participar en el acontecimiento flamenco más prestigioso fuera de nuestro país, el certamen celebra su trigésimo segunda edición, un dato que avala su madurez organizativa y también su consistencia como manifestación artística de primer nivel.
Y en el terreno de los contrastes, el festival ofrece una rica gama de actitudes musicales y dancísticas. Si por un lado tenemos el cante clásico, pero siempre renovado en cada actuación, de Pedro el Granaíno, o el de Inés Bacán, con el peso de una tradición familiar de músicos gitanos, que tienen el flamenco a modo de ceremonial íntimo y sagrado, por otro nos encontramos con los sonidos que Antonio Moreno crea para En talleres, el espectáculo de la bailaora Leonor Leal: “Se trata de hacer vivir lo inanimado, inyectándole energía y carácter musical y escenográfico, descubrir la utilidad sonora de una serie de materiales que en cualquier otro contexto no servirían para nada, cacharros impensables que se transforman en instrumentos para acompañar mi baile, y que además, con mi propio baile adquieren otro significado y los coloca en una escala metafórica”, afirma la bailaora jerezana.
Con el apoyo de Falla, Albéniz, Granados y Coltrane, Úrsula lópez llevará a Lorca al escenario francés
Yinka Esi Graves, bailarina y bailaora nacida en Londres de padres ghaneses y jamaicanos, alumna de grandes maestras de la danza flamenca, como Merche Esmeralda, Carmen Ledesma o Juana Amaya, cada vez que atravesaba el Guadalquivir por el puente de San Telmo, camino de la academia de baile “sentía algo muy fuerte, como una llamada ancestral del agua. Después supe que en esa zona de Sevilla fondeaban los barcos venidos de las Indias, es decir, de América, y también del continente africano. Y eso estaba latente en el espacio y mi cuerpo lo podía percibir”.
De manera que para hacer su espectáculo The Disappearing Act (El acto de desaparecer), no quiso encerrarse en un estudio, sino buscar ingredientes en el exterior, aunque trayéndolos a este momento que “como persona afrodescendiente y cuerpo negro, o somos muy visibles bajo ciertos estereotipos, o totalmente invisibles. Se trata de deconstruir el flamenco y llevarlo al mundo de las sensaciones, las mismas que observé cuando llegué a Andalucía, el latido de algo diferente. Ha existido una trata de esclavos y un comercio, pero también un intercambio de músicas y ritmos. El flamenco tiene raíces plurales”.
El 22 de marzo de 1920 se estrenó en el teatro Eslava de Madrid la obra de un jovencísimo Federico García Lorca El maleficio de la mariposa, constituyendo un clamoroso fracaso con abucheos y protestas incluidos. Ahora, el Ballet Flamenco de Andalucía, dirigido por la coreógrafa y bailaora Úrsula López lo ha llevado a los escenarios con gran éxito y el Festival de Nimes lo incluye en su programación.
Cien años de baile
Con el apoyo de las músicas de Falla, Albéniz, Granados, Bizet o John Coltrane, se ha puesto en pie esta fábula, que adquiere otra realidad escénica a través de la simbología que van marcando los distintos estilos, con el resultado de un espectáculo brillante, enigmático, que es también, en palabras de Úrsula López, “un recorrido por cien años de baile, con las mujeres como protagonistas. Lo que hacemos es dar esplendor a las coreografías ya históricas de La Argentina, La Argentinita, que fue quien lo estrenó, Pastora Imperio, incluso Carmen Amaya, mujeres pioneras y revolucionarias que asentaron las bases del baile de hoy e iniciaron el proceso para transformarlo”.
Aunque hay muestras destacadas de cante, como los conciertos de Rocío Márquez o María Marín, es sin embargo el baile el que ocupa un lugar destacado en la presente edición, con actuaciones de Rocío Molina, María Moreno, Marco Vargas & Chloé Brûlé, Florencia O’Z, Romero Martín y Ana Morales, que anuncia un avance del proceso creativo de Peculiar: “Es un ritual único, con artistas que tienen una mirada diferente acerca del flamenco”.
Cerrará esta edición el emocionante concierto de Dani de Morón, guitarra sin acompañamiento, un reto insólito y radical en un tiempo en el que los guitarristas salen al escenario rodeados de verdaderas orquestas: “Es lo más auténtico que pueda haber, cuando, solo en el escenario, me enfrento a mí mismo, asumiendo todos los riesgos”.