¿Quién resucitó a Kurt Cobain?
Todo vuelve. Volvieron el pop y el rock de los sesenta, la psicodelia de los setenta, las pintas de los ochenta. Y, alcanzando la segunda década del nuevo milenio, tocaba recuperar lo que marcó la última del milenio anterior. Ya lo advertía la moda, siempre tan rápida: el grunge estaba por volver. Y, cuando nos dimos cuenta, ¡zas! las camisas de cuadros habían invadido los escaparates y las salas de conciertos volvían a parecer una viñeta de Peter Bagge.
Nirvana fue el último mito musical del siglo XX, la última gran víctima del rock y su icono postrero, la última cara de la última década. Después de Kurt Cobain, no ha habido nadie más. Los de su quinta se suben, como lo hicieron los precedentes, al tirón revival: Soundgarden, Alice in Chains y Stone Temple Pilots han vuelto a las andadas. Sonic Youth anda por ahí celebrando exposiciones y ofreciendo performances con Enrique Morente. Pearl Jam son habituales de festivales y giras y, tras su exitoso Backspacer (2009), a prinicipios de 2011 (18 de enero) lanzarán un nuevo directo, Live on ten legs.
Con todo esto, la vuelta de Nirvana estaba cantada, pero de qué manera. En los últimos meses se han sucedido las reediciones mientras en Hollywood se cocina (a fuego lento) un nuevo biopic. Pero también las versiones, adaptaciones de aquellos temas críticos que anunciaban a graznidos la antiutopía y que hoy se pueden escuchar en las radio fórmulas convertidos en melodías pop, bulerías, cantos barroquizantes o canciones rockeras sin más.