¿Hacia un nuevo cine español?
La iniciativa Nuevas Conversaciones de cine español, cuyo referente es la histórica reunión de cineastas e intelectuales celebrada en Salamanca en 1955, pretende ofrecer un marco de reflexión sobre la actual situación de la industria audiovisual de nuestro país
"El cine español es políticamente ineficaz. / Socialmente falso. / Intelectualmente ínfimo. / Estéticamente nulo. / Industrialmente raquítico.". Con este peculiar quinteto resumió el cineasta Juan Antonio Bardem lo discutido en las históricas Conversaciones de Salamanca de 1955. Organizadas por Basilio Martín Patino, las jornadas, que se celebraron entre el 14 y el 19 de mayo, reunieron a un buen número de cineastas e intelectuales del momento que debatieron sobre el funcionamiento y la estructura del cine español en un etapa complicado en la que la censura ejercía su poder con brazo de hierro. Entre ellos se contaban Ricardo Muñoz Suay, José Luis Saenz de Heredia, José María García Escudero, Fernando Fernán Gómez, Fernando Lázaro Carreter, Antonio del Amo, Luis García Berlanga y Carlos Saura.
Precisamente Carlos Saura ejerció ayer en la sede de la SGAE de padrino de las Nuevas Conversaciones del cine español, una iniciativa que presentaron la cineasta y directora institucional de Audiovisual de la Fundación SGAE, Inés París; el realizador y coordinador de este encuentro, Luis María Ferrández; el presidente de la SGAE, Jose Luis Acosta; y el ya mencionado director de La Caza. Esta recuperación del espíritu de aquel encuentro histórico del que hace poco se cumplieron sesenta años tendrá lugar de nuevo en Salamanca del 3 al 5 de marzo en el centro de arte contemporáneo DA2 (DOMUS ARTIUM 2002) y a él podrá asistir cualquier interesado inscribiéndose en la pagina web de la Fundación SGAE.
"Hoy en un momento tan convulso y crítico social y culturalmente, creemos que se dan las circunstancias para un nuevo encuentro que mire hacia el nuevo cine español y los grandes retos a los que se enfrenta y se enfrentará en el futuro", explica Luis María Ferrández, que ya abordó los problemas del cine español en el documental La pantalla herida y que comentó en la presentación que fue un soplo de aire fresco que la SGAE acogiera esta iniciativa con los brazos abiertos. "Debería haberse puesto en marcha desde las instituciones", comentaba Inés París.
Carlos Saura tomó la palabra para rememorar el espíritu de aquel encuentro de 1955. "Para mí, que tengo 84 años, aquello queda casi en la prehistoria y solo tengo algunos recuerdos nítidos", comentaba. "Era joven y no sabía bien donde me metía pero ahora me toca representar aquellas conversaciones porque casi todos los protagonistas ya no están". El director de Cría cuervos opina que aquello fue una reacción a lo que ocurría en España en aquel momento, con "censura brutal y policía férrea", y que la esencia del acto era "eminentemente político".
En cuanto al quinteto de Bardem, Saura hace una pequeña matización. "Industrialmente funcionaba muy bien si te plegabas al cine que se hacía pero la cuestión era cómo podíamos hacer otra cosa". Y esa otra cosa tenía un referente claro. "Habíamos tenido una experiencia en este sentido fundamental pocos años antes gracias al Instituto de Cultura Italiano que proyectó películas de Antonionni, Visconti, Fellini... y para nosotros fue una ventana abierta a un cine distinto, barato, pero con un vigor inusitados y una gran fuerza imaginativa que nos influyó poderosamente".
Respecto a la actualidad del cine español, Saura se mostró escéptico respecto a que la situación sea tan negativa ("esta muy mal pero es que a lo largo de los años ha estado peor") y marcó una dirección clara de debate para las futuras jornadas. "Ahora con una cámara y tres actores se puede hacer una estupenda película, la cuestión es cómo se puede ver y distribuir ese cine", comentaba el cineasta. Por último Saura cuestionó el papel de las televisiones en el cine español y su falta de riesgo y recomendó a los jóvenes abandonar el cine costumbrista. "Lo hemos visto 40 veces y realmente es una senda que ya agotó la novela hace un siglo".