Jean Hélion
el pintor a contracorriente
31 marzo, 2005 02:00La realidad y el sueño, 1979. Colección particular
Jean Hélion es citado en los manuales de historia de arte como un artista que inició su carrera en el ámbito de la abstracción y que posteriormente, en una segunda etapa, se aproximó a la pintura figurativa. Sin embargo Jean Hélion es mucho más. Una exposición retrospectiva como ésta que presenta una lectura panorámica de su itinerario nos hace tomar conciencia de los tópicos recurrentes de la historia del arte y nos hace descubrir un notable artista que ha sorprendido a todos. Un artista a contracorriente que posee fecunda y creativa trayectoria, incluso en sus años terminales, en la década de los 80.A finales de los años veinte y los treinta, Jean Hélion, efectivamente, estuvo vinculado a Theo Van Doesburg, la revista "Art Concret", el grupo "Abstraction-Création". Es decir, a una pintura abstracta de carácter racional, geométrico, elemental… Con el paso del tiempo y de una manera gradual, Jean Hélion evolucionará hacia la figuración. Pero hace falta preguntarse qué significado posee la abstracción y la figuración para Jean Hélion. Nosotros tenemos la convicción de que en el particular itinerario de este artista no existe una oposición entre lo uno y lo otro, al contrario, hay una continuidad. Acaso sean la misma cosa.
En alguna de sus obras, Jean Hélion, alude al pintor que pinta el espectáculo de la vida. Un artista aparece con el caballete como pintando del natural. Tal es el caso de La realidad y el sueño, en el que dos pintores, sin duda desdoblamiento del propio Jean Hélion, se asocian a una figura femenina, la modelo, un tema muy recurrente en la pintura. Interesa destacar que estos pintores asociados a la modelo tendían a inspirarse en el mundo natural. En cambio, no reproducen el mundo de las apariencias, sino que realizan una obra abstracta, una pintura abstracta del propio Jean Hélion de épocas anteriores. Aspecto que nos hace sospechar que la abstracción de Jean Hélion no son simples formas puras, sino que oculta un mundo latente.
Tal vez se podría pensar la pintura abstracta de Jean Hélion como un lenguaje cifrado que toma cuerpo y fisicidad cuando el artista trabaja la pintura figurativa. ésta no consiste en captar mecánicamente el espectáculo de la vida como lo puede hacer una cámara fotográfica. Posee una dimensión simbólica, por no decir abstracta. Entre otros, sus referentes serán De Chirico, Balthus, el realismo mágico, ciertos elementos del surrealismo… Esto es, aquellos artistas que intuyen un fondo metafísico en la vida cotidiana, en el sentido literal que posee esta expresión: más allá de lo tangible o visible. Las imágenes figurativas de Jean Hélion expresan un orden virtual, algo fantástico o surreal. El mismo artista decía que veía el mundo a través de la abstracción: una especie de sentido del orden o manera de ver o componer que otorga a las cosas otra dimensión. Para nosotros significa una oscilación, un viaje constante de la abstracción a las apariencias, de las apariencias a la abstracción, al término del cual acontece una epifanía: un redescubrir el mundo o la vida cotidiana, como en una segunda creación.
Esta segunda creación es un paisaje virtual poblado de signos enigmáticos que se van repitiendo a lo largo de toda la obra de Jean Hélion. La manera de pintar cambia con el paso del tiempo, por cierto, de una manera especialmente audaz con un uso del color muy libre en los años 80, al final de su trayectoria. Pero los temas -a grandes rasgos- vienen a repetirse; prácticamente siempre cultivó los mismos motivos iconográficos: la calabaza y la baguette -las cuales poseen unas claras connotaciones sexuales-, el escaparate, el maniquí, el pintor y la modelo, la máquina de coser y el paraguas -que posiblemente alude a la manera de mirar el mundo del surrealismo-, el trombón, la sopera, etc. Acaso sea como un rompecabezas en el que el pintor vaya haciendo combinaciones de los mismos elementos. Es un mundo inquietante, con asociaciones de objetos y seres disonantes, opaco, en absoluto transparente, de un raro erotismo… Pero nos interesa destacar un aspecto. Uno de los motivos que se repiten en la obra de Jean Hélion es un personaje que se sumerge en las alcantarillas de la ciudad. Es el retrato y la metáfora del artista que explora lo oculto bajo el mundo de las apariencias. éste es el mensaje del Jean Hélion abstracto, pero también del Jean Hélion figurativo: el pintor busca en lo invisible y en el silencio de la vida. El suyo es como el trabajo del minero en las profundidades de la tierra, busca un mineral espiritual, unos signos de luz.