'Colombes (Palomas) / Pigeons (Palomas)....h acia1963-1965. ©Cortesía Fundación Telefónica, Madrid. Foto: Fernando Maquieira

'Colombes (Palomas) / Pigeons (Palomas)....h acia1963-1965. ©Cortesía Fundación Telefónica, Madrid. Foto: Fernando Maquieira

Arte

Cincuenta años sin Luis Fernández, el eremita de la pintura

Admirado por Breton, Picasso o María Zambrano, vivió gran parte de su vida en la pobreza. La Fundación Masaveu le dedica una exposición con cerca de 150 obras.

8 enero, 2024 02:31

En una ocasión, André Breton dijo que era el pintor más importante que había en París. El poeta René Char le consideraba un hermano espiritual. Picasso coleccionó sus cuadros. También lo hicieron el modisto Balenciaga y el matrimonio De Menil (propietarios de la Capilla Rothko).

Luis Fernández

Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Madrid. Comisario: Alfonso Palacio. Hasta el 28 de enero

Retrató a la vizcondesa de Noailles (mecenas del cine de Buñuel). Contó entre sus mejores amigos a Joaquín Torres García, al matrimonio Zervos, editores de la prestigiosa revista Cahiers d’Art y a la pianista Nadia Boulanger. La dedicatoria de un texto de María Zambrano sobre su pintura, dice así: “A Luis, por todas las promesas que hay en nuestra sangre. Su hermana María”.

Luis Fernández: 'Portrait de jeune homme (Retrato de hombre joven)', 1944-1945. © The Menil Collection, Houston, Texas

Luis Fernández: 'Portrait de jeune homme (Retrato de hombre joven)', 1944-1945. © The Menil Collection, Houston, Texas

Cabe pensar, leído todo esto, que Luis Fernández fue un artista extraordinario. Otros datos que lo confirman son que celebró su primera exposición con cincuenta años. Que fue masón. Que debido a la lentitud de su trabajo y a su fanático empeño en seguir sus investigaciones formales, vivió buena parte de su vida en la pobreza. En una entrevista de 1972 se calificó a sí mismo como “un eremita de la pintura”.

La peculiaridad de Fernández es su figuración geometrizante o su geometría vivificada, en las que el despojamiento alcanza el virtuosismo

Se han cumplido en este mes de octubre cincuenta años del fallecimiento de Luis Fernández (Oviedo, 1900 - París, 1973). Le podemos situar en la Primera Escuela de París, integrada por artistas muy distintos, que trabajaron allí en el periodo de entreguerras (1915-1940). Algunos nombres: Modigliani, Brancusi, Georges Braque, Ozenfant, Julio González, María Blanchard, Picasso, Juan Gris

Luis Fernándesz: 'Crâne (Cráneo)', 1952.  Colección Azcona © Fundación María Cristina Masaveu Paterson

Luis Fernándesz: 'Crâne (Cráneo)', 1952. Colección Azcona © Fundación María Cristina Masaveu Paterson

La peculiaridad de Fernández es su figuración geometrizante o su geometría vivificada, en las que el despojamiento alcanza el virtuosismo. Hasta llegar a allí, exploró la abstracción de corte neoplasticista y se integró en grupos como Art Concret, Cercle et Carré y Abstraction Création.

[Morandi bajo otra luz]

También el “picassismo” (así lo llamaba) y luego el surrealismo fueron lenguajes que practicó con intensidad. Pero lo que le hace único y justifica su título de pintor místico es la obra de su etapa de madurez, sus últimos veinte años de vida, en los que sus mendrugos, velas, palomas y calaveras adquieren un carácter mineral, trasparente y diamantino. Paisajes adelgazados hasta una sola línea, manzanas de cristal de roca. En su genealogía podríamos situar a Zurbarán, Giorgio Morandi y Cristino de Vera.

Esta exposición en la Fundación Masaveu de Madrid, con obras de más de cuarenta prestadores, es una ocasión única de acercarnos a –otra vez María Zambrano– “un pintor español extraordinario, desconocido perennemente, llamado Luis Fernández”.