Christopher Makos: 'Pedro Almodóvar' (detalle), 1985. Foto: Colección del IVAM

Christopher Makos: 'Pedro Almodóvar' (detalle), 1985. Foto: Colección del IVAM

Arte

Miró, Almodóvar y Cindy Sherman en amor y compañía

Es un fenómeno en ciernes, la revisión de las colecciones de los museos con nuevas miradas. Le toca ahora a Pedro G. Romero en el IVAM que pone 'lo popular' en el centro.

28 octubre, 2023 01:45

Desde que Alfred Barr, el primer director del MoMA de Nueva York, canonizara en 1936 el arte moderno con su Cubism and Abstract Art, muchas cosan han cambiado dentro y fuera del arte. Pedro G. Romero, artista, investigador y comisario de Popular, no propone una exposición al uso. Heterodoxo en su pensamiento e iconoclasta en su manera de hacer, este artista nos introduce en una muestra en la que resulta muy fácil perderse, pero también encontrar un refugio para confrontar ideas y experiencias más allá del arte, sin paradigmas y con un cuestionamiento permanente. Para llegar ahí, Pedro G. Romero se ha apoyado en la colección del IVAM y ha desenterrado piezas y conceptos que han permanecido mucho tiempo a la sombra de los grandes relatos del arte.

Popular

IVAM. Valencia. Comisario: Pedro G. Romero. Hasta el 14 de abril

Es cierto que ya desde hace algunas décadas numerosos museos vienen emprendiendo una reactivación de sus colecciones, animándolas con nuevas visiones, poniendo en tela de juicio los discursos hegemónicos que han tratado de mantener una visión fija del mundo. No es esta una labor de fácil acomodo en las instituciones y es en ese empeño en el que se mueve el tino del comisario. Para ello acude a “lo popular” como un término sujeto también a todo tipo de conjeturas y especulaciones.

Así, agitando la colección, va moviendo de un lado a otro todo tipo de relaciones y cruces de miradas. Y a partir de estas interlocuciones inesperadas, se da lugar a una cacofonía que pone patas arriba aquello que pudiéramos entender como armónico dentro de un recorrido historiográfico y una sucesión estilística de obras en la colección. Dentro de este efecto desestabilizador de nuestra manera de ver y entender el mundo tienen especial importancia también muchos referentes de nuestra cultura visual que ya no son propiamente del mundo del arte.

Del Niño de Elche a Ocaña, Almodóvar o el constructivismo ruso, todo cabe en este imaginario simbólico

Lo popular se convierte entonces, bajo las interpretaciones de Pedro G. Romero, en un dispositivo desarticulador de convenciones narrativas y marcos formales preestablecidos para dar cabida a la mirada estrábica y a los recorridos laterales, incorporando otros relatos posibles desde los márgenes. “Lo popular –señala Pedro G. Romero– no es lo famoso, no son los productos de la cultura de masas, no es el arte del pueblo, no es el folklore ni los souvenirs para turistas, pero al mismo tiempo es todo eso”. Esa sería una amalgama de referencias desde las que asentar un amplio despliegue de significaciones que, a lo largo y ancho de diez salas, se van sumando sin dejar un respiro.

En su mayoría procedentes de IVAM (1.500 obras de 300 artistas), con piezas de otras instituciones, como la Colección Michael Jenkins y Javier Romero del MACA de Alicante, el Museo Reina Sofía, el MNAC, la Residencia de Estudiantes de Madrid, el Archivo Fundación Federico García Lorca y la Filmoteca Española, estas obras forman un totum revolutum que, como apunta la directora del IVAM, Nuria Enguita, da lugar a una “lectura a contrapelo de la colección” y nos llevan a preguntarnos qué anida detrás de todo ello.

Vista de la exposición con obras de Agustín Parejo School, Öyvind Fahlström  y John Baldessari. Foto: IVAM

Vista de la exposición con obras de Agustín Parejo School, Öyvind Fahlström y John Baldessari. Foto: IVAM

Con abundancia de obra sobre papel y fotografías, pintura, vídeos y esculturas, la exposición no deja hueco sin cubrir en un recorrido animado por todo tipo de desencuentros. Sin marco temporal ni relaciones formales, las obras acaban buscando su acomodo en diversas cápsulas de contenidos que, como muñecas rusas, se van abriendo a otras muchas significaciones. Desde la Mascletá de Ignacio Pinazo de 1895 hasta llegar al Niño de Elche, pasando por Ocaña y Pedro Almodóvar o el constructivismo ruso, todo cabe aquí para apelar a un imaginario simbólico, lo popular, con el que se revierten modelos de comportamiento y se ponen en cuestión principios que parecían inalterables.

Así es como en esta exposición se da cabida a lo que Pedro G. Romero llama “la mayoría negativa”, a personas y colectivos que no vieron reconocidos sus derechos políticos o identitarios, pero que fueron capaces de construir su propio imaginario, siempre al margen de la norma.

[Pedro G. Romero, de principio a fin]

El proletariado, las mujeres, los migrantes o los grupos LGTBI, atraviesan esa imaginación que se denomina popular. Alexander Rodchenko, John Heartfield, Josep Renau, Gabriel Cualladó, Sonia Delaunay, Sophie Taeuber-Arp, Grete Stern, Cindy Sherman, Claude Cahun, Michel Journiac, Ocaña, Espaliú, Felix Gonzalez-Torres, Joan Miró, Grosz, Michaux, Dubuffet, Picabia o Gordillo, junto a Richard Hamilton, Brossa, Torres-García, David Hammons, Adrian Piper o Zanele Muholi, son solo una pequeña parte de la amplia nómina de artistas que ilustran, cada cual a su manera, aquellas disidencias que han podido quedar en los márgenes y que ahora el arte alumbra de otra manera.