Galerías, juntas y revueltas
Con artistas propios o invitados, fondos o nueva producción, muchas galerías apuestan por cerrar la temporada con exposiciones colectivas
16 junio, 2020 07:11No es algo nuevo, muchas galerías dedican el final de la temporada a exposiciones colectivas de sus artistas, pero este año su número se ha disparado, sobre todo en Madrid. La incertidumbre sobre las visitas de público y coleccionistas, por un lado, y el poder tirar de fondos y no incurrir en gastos extra han sido los principales motores, y los resultados son, en muchos casos, asombrosos y una buena forma de tomarle el pulso a sus líneas de trabajo.
Entre todas ellas, Orden, en la Caja Negra, es de visita obligada. Toma su título de una foto de Georges Rousse que muestra un espacio en ruinas. Son muchas las reminiscencias que desprende: el viejo psiquiátrico desvencijado de la imagen, de techos astillados y suelos sin listones, nos recuerda a las marcas que hoy nos sitúan en espacios públicos y medios de transporte. Este orden se transforma en geometría, entendida esta de muchas maneras. Las composiciones de colores lineales que Imi Knoebel dedicada a Grace Kelly –acrílicos pintados a tiras que conservan la huella del pincel– y la impresionante aguatinta de Croft, en sus característicos negro y rojo, con un voluntario exhibicionismo de las irregularidades del papel, muestran cómo las ediciones pueden tener algo de exclusivo. No falta lo arquitectónico (Sol Lewitt, Roland Fischer, Jonathan Hernández), lo hipnótico (Damien Hirst), piezas maravillosas que hablan a los ojos suspicaces de ligeras variaciones sobre un mismo tema (Abel Quezada), ni tampoco nombres con mayúscula como Ellsworth Kelly. A este último recuerda Fernando Cordero, director del espacio, le gustaba que el público bailara alrededor de su obra y se cuestionara cómo y desde dónde mirarla.
Homenaje a Genovés
Es justo lo contrario de lo que pedía Juan Genovés: que el arte se contemplara cómoda y pausadamente y, a ser posible, sentados. Por eso, la galería Marlborough ha situado en el centro de Juntos, su nueva exposición, un banco desde el que disfrutar de su lienzo Cesura (2013), como pequeño homenaje al artista recientemente fallecido. Le acompañan Antonio López, Blanca Muñoz, Soledad Sevilla, Chirino, Gordillo, Leiro y muchos otros. Profundiza también en esa idea de reencuentro la Galería Silvestre con Reencontro, que reivindica la presencia, y Espacio Mínimo con su propuesta For Sale. El título parece demasiado obvio –lo es– y anuncia la nueva vía virtual que abre la galería con un apartado de Shop en su web en el que se pueden consultar los precios y directamente Click & Buy. Si la crisis de 2008 la superaron cogiendo aviones a Latinoamérica, recuerda Luis Valverde, ahora llega el momento de lo digital.
En For Sale las colillas de arcilla de Martí Cormand se consumen, recordándonos que el tiempo pasa, del mismo modo que Maider López desgasta metódicamente un lápiz azul sobre varias cartulinas. La sencillez está presente de manera rotunda en la mesa, silla y nevera en miniatura de Liliana Porter, de las que asoman etiquetas que advierten que están en venta, en el Tripalium. Familia de Juan Luis Moraza, hecho tan sólo con tres trozos de madera carbonizada, y en los dos estantes de madera recubiertos con conchas marinas de Susan Collis.
Hay otras propuestas con una voluntad más curatorial. Los paseos físicos y virtuales de Scroll, en The Goma, podrían resumirse en la suela de zapato hecha en metal que Antonio Rovaldi ha doblado sobre sí misma y que ejemplifica bien las ganas que todos tenemos de desgastarlas en las calles, o en la fuerza del paisaje Mesetario de José Díaz. La idea de desplazamiento, con un enfoque más amplio y lúdico, sigue en Heinrich Ehrhardt, con representación de casi todos sus artistas incluidos los más jóvenes (Julia Spínola, Fernando García, Mauro Cerqueira). Y en Lucía Mendoza, que reivindica en Algo que decir el valor del arte. Apuestan por invitar a artistas de fuera de la galería Casado Santapau, con una ambiciosa muestra fotográfica: Viaje al fin de las revoluciones en la que participan Alexander Apóstol, Carlos Garaicoa, Patrick Hamilton, Teresa Margolles y Santiago Sierra.Y en Travesía Cuatro, Luis Berenguer y Claudia Llanza comisarían Rascando la superficie, un ejercicio arqueológico sobre nuestro presente y los materiales que genera, en la que encontraremos, entre otros, a Álvaro Urbano, que acaba de fichar por la galería. Hans Peter Feldmann, Marine Hugonnier, Perejaume y Tàpies estarán en Nogueras Blanchard.
En Alarcón Criado, en Sevilla, Pedro G. Romero toma como punto de partida lo flamenco en Romper el aire reuniendo piezas de varios artistas (el Niño de Elche, Miguel Benlloch y Rafael Agredano entre ellos). Y a pocos pasos, el 15 de junio Rafael Ortiz inaugurará a tercera entrega de A la manera de que invita a 49 artistas a hacer una obra inspirada en otro autor del siglo XX o XXI.
Tantas exposiciones colectivas al tiempo recuerdan al desaparecido programa de a3bandas que contactaba a comisarios, artistas y galeristas. Quizá sea este un buen momento para rescatarlo o, al menos, para crear más sinergias entre los distintos actores. Mientras, esta crisis ya tiene un hashtag que luce dentro de un círculo amarillo en las galerías de Madrid:#ElArteTambiénExiste.