Hacer flexible el espacio doméstico
Aranguren & Gallegos firman unas originales viviendas protegidas
14 diciembre, 2006 01:00Viviendas en Carabanchel
Este estudio surge al coincidir los más brillantes estudiantes de la promoción del año 1983. No tardan mucho en ganar el primer concurso importante, que fue un EUROPAN en el año 1988. El proyecto premiado era una secuencia de torres en la M-30, imaginativa y acorde a los tiempos. La línea de torres recogía con el giro de sus formas el movimiento para percibirse desde la autopista. Desde entonces Aranguren & Gallegos no han dejado de investigar en tipologías residenciales, construyendo los mejores ejemplos de viviendas sociales de las muchas realizadas en los últimos años. Las de Carabanchel, premiadas en todos los contextos profesionales, son un avance en la enquistada normativa que rige las viviendas. Además, componen una elegante manzana a base de rotundos volúmenes que se deslizan entre sí. El ejercicio supone la difícil combinación entre normalización y flexibilidad que la práctica hace difícilmente compatibles. Contemplan los cuartos húmedos como inmóviles, permitiendo la apertura y conexión del resto de las estancias, disolviendo la conservadora distinción entre el espacio íntimo y el compartido dentro de la vivienda. En función del día o de la noche el espacio de la casa variará, se transformará. En el período de máxima actividad, durante el día, las paredes se recogen y las camas se ocultan bajo los armarios y pasillos de la espina central. Es por la noche cuando el espacio se vuelve a compartimentar y surgen habitaciones y camas para el período de descanso. Un inteligente sistema que permite flexibilizar los usos y aumenta la percepción espacial de la casa, así como un crecimiento paulatino de los espacios destinados a las habitaciones. Y todo bajo la tenaz censura normativa de vivienda protegida, que sólo en casos de extrema habilidad, experiencia e inteligencia permiten innovar, y por ello Aranguren & Gallegos son reconocidos.Recientemente han terminado de construir un hotel en Santiago de Compostela, frente al Auditorio de Galicia, en un entorno de gran belleza y calidad urbana. Un gran complejo prismático ordena con rigor geométrico el sistema de habitaciones, dando calidad a un estándar hotelero. En esta línea construyen actualmente el Parador de Alcalá de Henares. El lema del proyecto, Jardín tallado, expresa la voluntad de los arquitectos de reeditar la dualidad edificio claustral-espacio ajardinado. Intramuros al antiguo colegio de Santo Tomás, Aranguren & Gallegos plantean todo el programa hotelero bajo un tapiz verde roto por patios, ocupando casi toda la superficie del espacio limitado por la tapia que define la antigua traza conventual.
También en Alcalá de Henares y también tras ganar un concurso, van a construir el Museo del Motociclismo Español, rehabilitando la antigua fabrica Gal y completando su servicio a la ciudad.