El PSOE se atrinchera en su Congreso en la denuncia del golpismo judicial, mediático y político contra Sánchez
- Los socialistas refuerzan el mensaje de ataque al presidente para cerrar filas con una tesis de victimismo cuestionada por Page.
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“Cuando acercas violentamente un dedo a un ojo, se produce de forma automática un movimiento defensivo e instintivo que consiste en cerrar con fuerza el párpado para evitar lo que se considera una agresión”. Así explica un destacado barón del PSOE lo que está ocurriendo en el 41 Congreso Federal del PSOE en Sevilla.
En el Congreso Federal se alienta estos días la idea de un golpismo que les ataca y frente al que hay que reaccionar. Como el ojo que se cierra. O como las legiones romanas adoptaban la posición de tortuga (testudo), uniendo sus escudos de manera compacta, con la idea de defenderse y también como formación para el eficaz ataque posterior.
El partido se cierra de manera instintiva, se atrinchera y transmite la idea de que se está recibiendo una agresión desde todos los ámbitos. De esa forma creen conseguir no sólo una defensa eficaz, sino también una imagen para captar la atención y el apoyo de los suyos para pasar a la ofensiva política. Incluso, de los que tienen objeciones a la línea oficial.
Ese supuesto golpismo estaría en la política, en los medios de comunicación y, sobre todo, en la Justicia, según su mensaje. Eso le permite a la cúpula del PSOE defenderse de escándalos como el de Ábalos, el de Begoña Gómez, el del hermano de Pedro Sánchez y el de la filtración de un correo confidencial sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso.
Ese discurso les permite también poder justificar decisiones que pueden presentar como defensa legítima frente a esos ataques, además de servir para cohesionar a todos frente a un enemigo común y en apoyo de las supuestas víctimas.
Funciona entre los asistentes del Congreso Federal, que aplauden esas referencias y está por ver si funcionan también con los electores. Porque, como explica un dirigente regional crítico, “víctimas son los que tienen un trabajo precario o no tienen vivienda, no el que tiene el poder del Gobierno”.
"Es preferible no ocupar ese papel de víctimas. El victimismo es el último recurso de cualquier proyecto político. Y no sólo es el último recurso, sino que además el victimismo puede tener algún entendimiento, puede tener una lógica cuando va precedido de una dosis enorme de autocrítica", ha sentenciado en los pasillos Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha. Page es el más destacado de los "críticos orgánicos", junto al aragonés Javier Lambán o la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Ellos son los únicos que expresan las críticas abiertamente y en público.
Desde hace meses el Gobierno, con Sánchez a la cabeza, había establecido ya el discurso de la “máquina del fango”, es decir, de los “pseudomedios que transmiten bulos” para atacar a los socialistas. El salto en el Congreso Federal es el de incluir en esa conspiración a los jueces y, además, ponerle la etiqueta enorme de “golpismo”, entendido como una operación para derrocar al Gobierno de Sánchez por la fuerza de las togas.
Esa idea está presente este fin de semana en mensajes más o menos explícitos, en discursos y en los comentarios e intoxicaciones de pasillos en el recinto ferial de Sevilla.
En lo político, abrió esa puerta la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, en el arranque del Congreso, al tachar de "golpista" al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. "Nosotros sí respetamos las reglas democráticas" y "Feijóo ha roto todas las reglas democráticas", ha remachado este sábado la número dos del PSOE y del Gobierno, que ha tenido protagonismo estelar en el Congreso Federal.
Le han seguido otros como el responsable de Organización del PSOE, Santos Cerdán, que habló en la tribuna del Congreso Federal de "una oposición corrosiva que desde nuestra llegada al Gobierno en 2018 se ha dedicado a llevar a cabo una estrategia de acoso y derribo que ha hecho irrespirable el clima político en España".
Tan intenso es ese mensaje del golpismo en la retórica del PSOE que Cerdán llegó a comparar la situación actual con lo vivido por el partido en momentos trágicos de su historia, previsiblemente en referencia al golpe que dio lugar a la Guerra Civil.
"Esto lo sabemos bien. Lo hemos vivido a lo largo de la Historia. Antes, cuando sufrimos ejecuciones, cárcel y exilio; pero también ahora, cuando hemos visto día a día cómo están siendo asediadas nuestras casas del Pueblo. Cuando han deslegitimado nuestros resultados electorales, cuando nos han difamado, y cuando han atacado al entorno personal, solo por ser nuestra familia, para así debilitarnos", aseguró Cerdán.
El supuesto golpismo mediático está en casi todos los discursos desde que Sánchez marcó el camino tras sus cinco días de retiro reflexivo el pasado mes de abril y no hay orador que no lo incluya estos días en su intervención para seguir la línea oficial.
Montero, en una de sus numerosas intervenciones ante el Congreso, ha asegurado que esos supuestos bulos "son un misil en la línea de flotación" y, por eso, aseguró que el Gobierno será "pionero" en la lucha contra las fake news con su plan de regeneración democrática. Es decir, la formación defensiva de la tortuga de las legiones romanas que termina transformada en grupo de ataque.
También Cerdán ha caracterizado ese golpismo mediático como "industria del odio" en televisiones y digitales.
Y, sobre todo, el PSOE ha dado el salto al cerrar el círculo de esa supuesta conspiración contra los socialistas y el Gobierno al incluir también a los jueces.
Cerdán ha dicho desde la tribuna del cónclave socialista que esa conspiración se extiende a las "sedes judiciales".
Montero se ha referido al uso de la Justicia contra el Gobierno, una vez difundidos los bulos, lo que llamó la "mentira institucionalizada".
Óscar López, ministro de Transformación Digital y futuro candidato socialista a la Comunidad de Madrid, ha criticado que el Tribunal Supremo investigue filtraciones contra Isabel Díaz Ayuso y no "las que se hacen todos los días contra Begoña Gómez o contra el hermano del presidente del Gobierno".
"Ahora va a ser Manos Limpias la que marque la vida política de este país y desde luego hay quienes no vamos a pasar por eso", ha sentenciado.
Patxi López, portavoz parlamentario del PSOE, ha asegurado que "se está inculpando a gente que es absolutamente inocente".
El líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, ha asegurado que "la derecha ha decidido que va a intentar derrocar a los socialistas en los juzgados".
Y los delegados han aplaudido a rabiar al líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo, cuando ha hablado expresamente ante el plenario del Congreso de “lawfare” y de "Estado profundo" que opera contra Sánchez. Él sí se atrevió a usar esa expresión que se refiere a la "guerra judicial" frente a la política.
También han ovacionado los delegados a Pepe Álvarez, líder de UGT, que ha hablado de "procesos judiciales absurdos, investigaciones prospectivas, acoso a hermanos y a esposas para derrocar a este Gobierno por la puerta de atrás".
"¿Alguien se cree que a este presidente le iba a salir gratis tomar las medidas que ha tomado, como las de subida de las pensiones?" se ha preguntado retóricamente el sindicalista.
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha incidido en las noticias falsas contra Sánchez dentro del “mayor ataque y sin fundamento contra el presidente y su familia”. Pero evitó criticar a los jueces e incluso ha ironizado con los que dicen que el actual Gobierno controla la Justicia y ha vaticinado que como en ocasiones anteriores "se impondrá la verdad y la Justicia".
Zapatero sólo ha hecho una broma sobre cómo los congresos del PSOE agilizan los procesos judiciales.
Si Page representa la "disidencia orgánica", Zapatero desde el apoyo cerrado al Gobierno de Sánchez es la "disidencia intelectual o de las esencias socialistas" y, por eso, ha pedido "calma, tranquilidad y transparencia" a Montero respecto a medidas en marcha como el recorte de la publicidad institucional.
Para reforzar la imagen de persecución judicial de los socialistas, el 41 Congreso Federal del PSOE ha homenajeado a los altos cargos de la Junta de Andalucía que en su momento fueron condenados por el caso de los Eres. Allí estaban Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Magdalena Álvarez, exculpados en última instancia por el Tribunal Constitucional. Ellos son, según los socialistas, la materialización del golpismo judicial, mediático y político.