La cantante Tina Turner ha muerto este miércoles a los 83 años, según ha anunciado uno de sus representantes. Nacida en una comunidad agrícola de Tennessee (Estados Unidos), se convirtió en una de las mejores artistas de todos los tiempos. Según han comunicado, ha fallecido después de una larga enfermedad en su casa en Küsnacht, cerca de Zúrich, Suiza.
Turner, cuyo nombre verdadero es Anna Mae Bullock, nació en 26 de noviembre de 1939 y comenzó su carrera en la década de 1950, durante los primeros años del rock and roll, y evolucionó hasta convertirse en un fenómeno de MTV. En el video de su canción 'What's Love Got to Do with It', que encabezó las listas de éxitos, llamó al amor una "emoción de segunda mano".
La artista personificó el estilo de la década de los ochenta mientras se pavoneaba por las calles de Nueva York con su cabello rubio de punta, una chaqueta vaquera, minifalda y tacones de aguja.
Con su interés por la experimentación musical y las baladas, Turner se integró perfectamente en el panorama pop. Era un momento en el que los fanáticos de la música valoraban los sonidos producidos electrónicamente y renegaban del idealismo de la época anterior, con el movimiento jipi.
Apodada como "reina del rock and roll", la cantante ganó seis de sus ocho premios Grammy en la década de 1980. En ese momento se incluyó una docena de canciones en el Top 40, incluyendo "Typical Male", "The Best", "Private Dancer" y "Better Be Good to Me". Su espectáculo de 1988 en Río de Janeiro atrajo a 180.000 personas, lo que sigue siendo una de las audiencias de conciertos más grandes convocados por un solo artista.
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La cantante estuvo casada una década con el guitarrista Ike Turner, una figura de la música negra en la ciudad de St. Louis en los años 50 y 60. Con este formó un famoso dúo de soul, Ike and Tina Turner, que desde 1959 hasta 1973 desarrollaría una exitosa carrera artística que cristalizó en los álbumes River deep, mountain high (1966) y Proud Mary (1970), producido por Phil Spector, que les proporcionó una amplia proyección internacional.
Antes, en 1961, tres de sus temas llegaron al top 100 y la crítica los elogió como uno de los grupos con mayor potencial del momento. La imagen sexy de Tina Turner, la calidad de su voz y su entrega sobre el escenario se complementaban con el conocimiento musical de Ike. Fueron uno de los mejores dúos de los sesenta.
Posteriormente, Ike fue detenido en varias ocasiones, acusado de posesión de estupefacientes, y los conciertos se resentían debido a su falta de concentración y su mal estado de forma. La intérprete, que se acabaría separando en 1978, denunció a su marido por los malos tratos sufridos. Describió ojos amoratados, labios rotos, mandíbula rota y otras lesiones por las que tuvo que ir varias veces a urgencias.
"La historia de Tina no es de víctima, sino de triunfo increíble", según escribió la cantante Janet Jackson sobre ella en una edición de la revista Rolling Stone. Esta prestigiosa rotativa había situado a Turner en el puesto 63 de una lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos. "Se ha transformado en una sensación internacional, una potencia elegante", añadió Jackson.
Tras su separación en 1978, Tina continuó su carrera en solitario, cosechando brillantes éxitos gracias a la potencia y calidad de su voz. Así discos como Let's stay together (1983), Break every rule (1986), Foreign affair (1989), Wildest dreams (1996) y Soul kiss (1998).
Turner también tuvo experiencias en el cine que se remontan a 1975, cuando Tina participó en Tommy, adaptación cinematográfica de la ópera rock de The Who, y grabó el álbum Acid Queen, con poca fortuna comercial.
Su siguiente trabajo, Rough (1979), no tuvo mucha más fortuna. Sin embargo, su carrera empezó a revitalizarse cuando fue invitada en 1982 a poner su voz en una versión de "Ball of confusion" del grupo B.E.F., que también produciría una versión del tema "Let´s stay together" (1983), de Al Green.
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1982 fue un año crucial en su carrera. El disco Let's dance, producido con el apoyo de David Bowie, fue un éxito arrollador y supuso el regreso de Tina a la cumbre de las superestrellas. Su posición en la música internacional quedó definitivamente consolidada con el éxito del álbum Private Dancer (1984), del que a principio de la década de los noventa se llevaban vendidos más de diez millones de copias.
En 1985, Turner dio un giro a su carrera. Además de llenar estadios y crear verdaderos éxitos de ventas, interpretó a una líder despiadada en la tercera entrega de la película Mad Max —su sencillo "We don´t need another hero" fue incluido en la banda sonora del filme—, en la que actuaba junto a Mel Gibson.
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Break every rule (1986) fue otro éxito. En este álbum participaron invitados como Phil Collins o Steve Winwood y encadenó una gira por todo el mundo que duró catorce meses. En 1988 vio la luz Live in Europe, con colaboradores de la talla de Eric Clapton, David Bowie, Bryan Adams o Robert Cray.
Era su gran momento, así que en 1989 volvió a arrasar en las listas de todo el planeta con el elepé Foreign affair, que contenía singles como "The best" o "I don´t wanna lose You". A principio de los añosnoventa, siguió incrementando su ventas millonarias.
En 1991 se publicaría Simply the best - Compilation y en 1993 What´s love got to do with it. En ellos perseveró en la tendencia musical que tantos éxitos le había reportado. Lo mismo hizo con su imagen, que en aquellos años era un sello inconfundible.
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Las giras internacionales se sucedían entre rumores acerca de su posible retirada. En 1995 interpretó el tema central de la película Golden eye, una nueva entrega de la saga James Bond, y en 1996 publicó el álbum Wildest dreams, grabado en el Reino Unido bajo la producción de Trevor Horn. También este disco fue el detonante de una gira por Inglaterra.
Tina Turner anunció su retirada en el verano del año 2000, a los 60 años. Para despedirse, realizó una gira histórica que recorrió Estados Unidos y distintos países de Europa. En total, 95 actuaciones en las que volvió a demostrar su talento arrabetado que fascinaba al público.
La mayoría de las canciones exitosas de Turner fueron escritas por otros, pero ella las convirtió en propias con una voz que el crítico musical Jon Pareles, del New York Times, calificó como "uno de los instrumentos más peculiares del pop". "Es de tres niveles, con un registro grave nasal, un registro medio aullador y cortante y un registro alto tan sorprendentemente claro que suena como un falsete", escribió Pareles en una reseña de un concierto de 1987.