Gabino Diego. Ilustración: Luis Parejo.
Tras distanciarse del cine, Gabino Diego (Madrid, 1966) se ha refugiado en "la madre que a todos acoge: el teatro". Sobre las tablas, mantiene una intensa actividad de giras, comedias y monólogos autobiográficos.
Blitz, de David Trueba.
¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Sí. En el camino, de Jack Kerouac. He intentado leérmelo tres veces; aunque me gustó mucho Los vagabundos del Dharma.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana? ¿Qué le preguntaría?
Me encantaría tomarlo con Luis Buñuel. Le preguntaría cómo se le ocurrieron algunas cosas que están en sus películas.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida.
Conocer personalmente a artistas como Chema Madoz, Alberto García-Alix, Cristina García Rodero, Joan Fontcuberta... después de admirar tanto su obra.
¿Qué obra de teatro le ha dejado clavado en la butaca últimamente?
Sin duda, El grito en el cielo de la Zaranda. La he visto tres veces. Me gusta todo lo que hace ese grupo. Es arte en estado puro.
Recientemente se estrenó Nuestros amantes. Llevaba mucho tiempo sin aparecer en la gran pantalla. ¿Por qué se ‘divorció' del cine?
Nunca me he divorciado del cine, lo que pasa es que últimamente me han querido más en el teatro. Pero gracias a Miguel Ángel Lamata y Nuestros amantes estoy otra vez en la gran pantalla.
Entre Michelle Jenner y Amaya Salamanca. Envidiable posición, ¿no?
Sí. Es una suerte estar rodando al lado de dos grandes actrices y de dos grandes bellezas.
¿Algún director con el que esté deseando rodar, que si le dice ven, lo deja todo?
Con cualquiera que me ofrezca un papel interesante.
Con el teatro sí que mantiene una relación más constante. ¿Qué tiene que no tenga el cine?
Yo me dedico a actuar. En el cine me han llamado menos en los últimos años. Pero sí es verdad que soy muy feliz viajando por España haciendo teatro. Además, como decía Félix Rotaeta: "El teatro es la madre que siempre te acoge".
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
En el arte no hay que entender nada. Te dice algo o no te dice nada.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Sería estupendo tener en casa una escultura de Jaume Plensa.
¿Cómo describiría el estado de salud de nuestro cine?
Muy bueno. Tenemos grandes profesionales y grandes actores, a pesar de que a veces no nos lo ponen muy fácil...
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
A veces, si es un buen crítico, te sirve para aprender y corregir tus errores.
¿Cuál es la película que más veces ha visto?
The Song Remains the Same, de Led Zeppelin. La he visto 17 veces en el cine. La ponían siempre en un programa doble en el cine Covadonga y siempre me quedaba a verla.
¿Qué libro o qué película debe leer urgentemente el presidente del Gobierno?
Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina, para entender cómo hemos llegado hasta aquí. Y Biografía del silencio, de Pablo d'Ors, para que se relaje un poco.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me encanta España. Es el país donde mejor se vive. He tenido la suerte de viajar mucho por ella gracias al tea- tro y es un país maravilloso en muchos aspectos: gastronómico, humano, geográfico, artístico...
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Que haya un pacto por la educación duradero y que lleven más a los niños al teatro donde se lo pasen bien. Y a conciertos de jazz y de música clásica.