Miquel Barceló durante su última exposición en Madrid, en la galería Elvira González
Son dos de nuestros artistas más internacionales. Miquel Barceló y Jaume Plensa están ya un poco más cerca: ambos han sido merecedores del Premio Nacional de Arte Gráfico. De hecho, ha sido en la inauguración de la exposición que, con motivo del galardón concedido en 2013 a Plensa, la Calcografía Nacional ha realizado con los grabados del escultor catalán donde hemos conocido la noticia: la concesión del Nacional de Arte Gráfico 2014 a Barceló. "Yo soy escultor y él pintor, pero si nos une algo es el amor al grabado", ha señalado Plensa durante el acto: "Barceló ha grabado toda su vida con mucha intensidad".Convocado por la Calcografía Nacional, este premio, instituido en 1993 con el objetivo de reconocer la labor de los creadores que se dedican al grabado y técnicas afines, conlleva la celebración de una exposición que es la que hoy se inauguraba con los grabados de Jaume Plensa (Barcelona, 1955), último Premio Velázquez y Nacional de Artes Plásticas en 2012. Más conocido por su faceta como escultor, Plensa ha irrumpido en el mundo gráfico con una obra muy elaborada y personal, con las que el espectador puede interactuar en una constante dualidad que llena de agilidad su proceso de creación. Y fueron sus innovaciones en el procedimiento del arte gráfico lo que le valió el galardón.
Gran amante de la obra múltiple, como el mismo ha reconocido siempre, cuenta con una extensa producción de obra gráfica, en la que puede apreciarse su carácter multidisciplinar. La estampa es un espacio de experimentaciones en el que el artista se vale de todos los procedimientos tradicionales del grabado, así como de las técnicas más novedosas y experimentales. El resultado es una obra de invención sorprendente, en la que conviven la tradición y la innovación.
Una de las obras de Jaume Plensa expuestas en la Calcografía
La exposición está formada por 44 obras seleccionadas por el propio artista, que dan una panorámica perfecta de su trabajo en el mundo del arte gráfico desde los años 90 hasta nuestros días. En series como Voleurs, Anònim, Les Silhouettes o Shadow, grupos como ABC o Caligrafías, sus obras compuestas por collages y fotografías como The Porter, The Messenger, Blood o Tears o sus litografías como Bartók, Berlioz, Schönberg o Verdi, existe una simbiosis perfecta entre la escultura, la poesía, la palabra y la imagen en papel. En cuanto a Miquel Barceló (Felanich, Mallorca, 1957), el artista, que ya tiene en su haber el Premio Nacional de Artes Plásticas (1988) y el Príncipe de Asturias (2003), conocía la noticia de éste último galardón mientras volvía de África, donde pasa trabajando largas temporadas. El premio le ha sido otorgado por "su dedicación y trayectoria al mundo de la estampa y el arte gráfico durante más de treinta años", tal y como ha informado el jurado presidido por Víctor Nieto Alcaide y formado por el propio Jaume Plensa, Francisco Calvo Serraller, Chema de Francisco y el Académico Delegado de la Calcografía Nacional Juan Bordes Caballero, en calidad de secretario.