¿Qué libro tiene entre manos?
El oficio de vivir de Cesare Pavese
¿Hubo alguno que abandonó por imposible?
Alguno hubo pero en general me obligo a terminarlos. Me he ido más veces del cine que libros he dejado sin terminar.
¿Con qué creador le gustaría tomarse un café mañana?
Con Leonard Cohen, Albert Pla, Paul Auster, Miquel Barceló, Woody Allen, Andreu Buenafuente, la Terremoto de Alcorcón...
Cuéntenos la experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida
Leer a Fernando Pessoa y su Libro del Desasosiego. Era muy joven y me di cuenta que lo de ser adulto no iba a ser fácil.
¿Recuerda el primer libro que leyó en su vida?
Un cómic seguro. Me gustaban mucho. El primer guión que escribí no fue pensando en una película sino en hacer un cómic pero no encontré quién me lo dibujara.
¿Y la primera película?
Cine de verano en el pueblo donde pasábamos las vacaciones. Recuerdo ver Ben Hur, Dersu Uzala y una de marcianos que atacaban la tierra y se llevaban a nuestras mujeres. Me impresionó.
¿Qué le ha dado Truman que no le haya dado otra película, además de goyas?
Muchas muestras de afecto y altas dosis de confianza en mí mismo que utilizaré para contrarrestar las dudas y las crisis que siempre nos invaden cuando empezamos el siguiente proyecto.
Defina la fórmula química del tándem Darín-Cámara.
Se juntaron dos tipos inteligentes, buenas personas y con mucho, mucho oficio encima.
¿Se esperaba el éxito de la película?
No. Siempre lucho contra pensamientos negativos y mi máxima aspiración era no hacer el ridículo a la hora de contar esta historia delicada y sin grandes líneas argumentales.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
En absoluto.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítico.
Una exposición sobre armas de siglos pasados. Me perdí paseando por el casco viejo de Cáceres donde fui invitado por un estupendo festival de cine. Terminé entre pistolas, mosquetones, espadas...
¿Cuántas veces va al teatro al año?
Una vez al mes de media.
¿Qué obra le ha gustado ultimamente?
La Respiración de Alfredo Sanzol. La vi en el Teatro de la Abadía y me emocionó. Disfruté mucho.
¿Qué le llevó a Los vecinos de arriba?
Mientras escribía y le daba form al texto me di cuenta por su tono de comedia que funcionaría mejor como obra de teatro que como película. Luego la dejé a leer... y una cosa llevó a la otra.
¿Y qué le llevó a la trama de la obra?
Una vecina que gritaba en exceso cuando mantenía relaciones íntimas generó todo tipo de discusiones en mi casa sobre si debíamos decirle que se controlara un poco o no. Eso fue el germen. Luego, la imaginación empezó a funcionar y me ayudó a escribir sobre lo que realmente quería; el matrimonio y sus infinitas trincheras.
¿Prefiere la comedia al drama para decir las verdades?
Siempre. Y cuanto más dolorosas y tristes sean esas verdades más necesario es el humor.
¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
No la leo nunca. Me afectaría demasiado.
¿Qué música está escuchando?
Ahora mismo The Innocence Mission. Es una buena banda sonora mientras uno escribe.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
España y sobre todo el planeta en el que nos ha tocado vivir. Nos olvidamos de la suerte que hemos tenido.
¿Qué libro debe leer urgentemente el presidente de Gobierno?
Las ediciones completas de Forges.
Regálenos una idea para mejorar la situación cultural.
Investir presidente del gobierno a Juan Tamariz.