Candela Peña
El guión de La isla interior es el primero que me hizo llorar
9 abril, 2010 02:00Candela Peña en un fotograma de La Isla interior.
Estrena este viernes La isla interior su regreso al drama y a los directores Félix Sabroso y Dunia Ayaso
Pues no es esa chica dura ni esa mujer racial que interpreta en muchos papeles. Más allá del rotundo arco de sus cejas, la actriz Candela Peña responde a las preguntas con dulzura y un tono naif. Sí es fuerte, ruda y arremangada Coral, el personaje de nombre parlante que interpreta en La isla Interior, la película que ha supuesto su vuelta con sus directores predilectos, Félix Sabroso y Duna Ayaso. No ha sido un regreso acostumbrado, lo han hecho pasándose los tres al drama -dramón más bien-, en una historia en torno a la soledad y la locura en la que se acomapaña de Geraldine Chaplin, Alberto San Juan y Cristina Marcos. El estreno, este viernes.
PREGUNTA.- La isla interior es una película en la que los personajes no evolucionan y que cierra con cortinilla (literal) y tres buenos puntos suspensivos. ¿Qué pensó al leer el guión?
RESPUESTA.- Cuando lo leí pensé que era el mejor que había tenido en mis manos en toda mi vida. Lo leí antes de Princesas, y puedo decir que es el único que me ha hecho llorar. Normalmente en las películas los personajes experimentan un desarrollo, pero a lo máximo a lo que llegan los protagonistas de La isla interior es a darse cuenta de que se necesitan, cuando es obvio desde el momento uno. En cambio, no son capaces de asumirlo hasta el final, encerrados como están en sí mismos, son literalmente unos náufragos.
P.- ¿Cómo es rodar en Canarias? Parece que las islas se prestan últimamente a ser escenarios para el cine. Sin embargo, suelen reflejarse como lugares asfixiantes...
R.- En realidad a todos nos gusta rodar fuera, y si no se hace más es porque supone más pasta. Pero cuando lo haces, todo tiene una cosa mágica, se crea un ambiente distinto. Yo conocía Las Palmas pero Félix Sabroso y Dunia Ayaso han sido grandes cicerones al mostrarme los escenarios de la película, que son los de sus propias vidas. Después de tres trabajos con ellos, ha sido emocionante rodar en su lugar de origen. En cuanto a las islas como lugar asfixiante, creo que no siempre es así. Las Palmas es una ciudad alegre donde las haya, pero tiene, como todos los núcleos isleños, la dificultad de no poder escapar o echar a correr. Vivir rodeado de agua te condiciona.
P.- En este cuarto encuentro suyo el combo Ayuso-Sabroso hay un giro brutal al drama, ¿costó el tránsito?
R.- Para nada, ha sido un sueño. Ellos me han dado la posibilidad de crecer como actriz, me han ofrecido personajes espectaculares siempre, pero ésta es la mejor película que hemos hecho. Imagina lo que significa para mí que ellos escriban un guión pensando en oírlo de mi boca.
P.- ¿Es la genética una tara para todos?
R.- En Isla interior la esquizofrenia se usa como ejemplo drástico de la herencia, pero la película habla también de cómo nos condicionan las circunstancias, dónde hemos crecido, cómo son nuestros padres... eso nos ocurre a todos, de la misma manera que todos acabamos repitiendo parámetros de nuestros progenitores que antes odiábamos.
P.- Y en mitad de ese grupo de personajes enajenados, el que usted interpreta, el de Coral, es el más cuerdo...
R.- Sí, y también soy la más herida. Porque si a una niña le ocurre lo que a mi personaje, si le falla la máxima seguridad de su vida, que es su padre, está obligada a preguntarse en el futuro qué lugar ocupa en la sociedad. Fíjate que la familia protagonista es como erudita y culta, con ese punto chic de tener una madre francesa, y en cambio ella ha preferido dedicarse a limpiar casas.
P.- La historia también deja esbozada una especie de locura general que no sólo afecta a los protagonistas.
R.- Sí, hay otros personajes afectados, como el amante de Coral, que está acomplejado, que se siente agredido por la sabiduría de ella. A todos los seres humanos nos condiciona el entorno.