Cuestión de cifras
Se publican los datos de cine del año pasado. He hablado por activa y por pasiva de los problemas del cine español y no quiero repetirme. Insistiré en una idea; más artesanos y menos "artistas". Varias cosas reseñables:
1. En el resto del mundo el cine sube, en España baja. O sea, el cine no está en una crisis mundial sino local. ¿El motivo? principalmente la piratería, la dichosa piratería española que es una vergöenza. No es casualidad que los dos únicos países de Occidente con cifras dramáticas seamos nosotros e Italia. Ya me referí hace tiempo al motivo del aumento de la asistencia al cine. En tiempos de crisis es, de calle, el plan más barato.
2. El partidismo. Resulta deprimente que en España el cine se haya convertido en una mercancía política. Defenderlo es "de izquierdas" y atacarlo "de derechas". Y eso que desde que está Borja Hermoso como jefe de cultura de El País a nuestra cinematografía le ha salido un atacante acérrimo desde un medio que tradicionalmente les había sido afín. La Razón publica hoy en portada que las subvenciones son superiores a la taquilla. Las cifras ya se sabe, depende del color con que se miran, pero en cualquier caso, es dramático. De todos modos, esos 85 millones de euros que cita el periódico como fondo total son, comparado con los presupuestos generales del Estado, el chocolate del loro.
3. álex de la Iglesia se ha convertido en los últimos tiempos en el más vociferante defensor del cine español, hace bien aunque sus argumentos sean más que discutibles. Para él, todo el problema reside en el dinero. No seré yo quien le quite importancia, pero el cine español tiene (o debería tener) una virtud de la que carece el americano: la cercanía. Los franceses van a ver películas francesas porque se sienten identificados en pantalla. Y los españoles difícilmente se sentirán reconocidos con la sarta de tópicos que destilan nuestras películas.
4. Almodóvar y Amenábar. Que nadie sufra, el año que viene las cifras serán mejores. Muy probablemente ágora recaudará muchos millones de euros y Almodóvar no bajará de los siete. Una vez más, nuestro cine vive de lumbreras puntuales demostrando, una vez más, que no hay industria. Como se dice hablando de deportes, aquí hay individualidades, no equipos. Y eso que pocos países como España trata peor a sus "genios".