La presencia de atletas transexuales en el deporte es uno de los debates más calientes que existen en la actualidad. Mucho se ha comentado y se ha argumentado sobre en qué categorías deberían participar aquellos hombres que deciden iniciar su transición hacia el sexo de mujer y sobre aquellas mujeres que realizan el proceso inverso.
Un tema que está muy arraigado en la sociedad actual y que en el deporte también tiene su cuota de protagonismo. A pesar de las múltiples posturas que se han realizado, todavía no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo y consenso. Las grandes instituciones como el Comité Olímpico Internacional y las diferentes federaciones mundiales siguen pasándose la pelota de un lado a otro para que la responsabilidad termine recayendo en entes mucho más pequeños.
Son ellos los que después se ven en el centro de todos los conflictos. Algo así ha sucedido con uno de los deportes más practicados y respetados del Reino Unido como es el remo. La Federación Británica de esta modalidad ha decidido posicionarse ahora y ha iniciado una guerra contra las deportistas 'trans' para evitar que estas puedan competir en categorías femeninas.
Para British Rowing, el hecho de que haya personas que nacieron biológicamente como hombres y que hayan decidido transicionar a mujeres en categorías femeninas va camino de ser un atropello, precisamente, contra todo lo que se ha luchado en favor del deporte femenino en los últimos años. Por ello, consideran que su llamamiento es necesario que llegue hasta la Federación Mundial y que esta instale lo que ya se ha creado en deportes como la natación: las famosas 'categorías abiertas'.
La cruzada del remo
Mark Davies, presidente de la Federación Británica de Remo, ha realizado una petición a la Federación Mundial para que en su deporte no se permita a las mujeres trans, es decir, hombres que han transicionado a mujeres, competir en categorías femeninas. Un debate que no solo se ha abierto en esta disciplina, si no que ha recorrido ya otras como la natación, el atletismo, el fútbol y hasta la halterofilia.
Para el presidente de British Rowing, esto produce una adulteración de las competiciones y considera que va en contra, no solo de la igualdad y del principio de la competitividad, si no de todo aquello por lo que las féminas llevan peleando durante décadas. Davies asegura que no sirve de nada mejorar los niveles de las competiciones femeninas y la integración y el apoyo hacia las mujeres si después se deja competir a 'hombres' entre ellas.
De esta forma, ha querido elevar una petición hacia World Rowing ya que para él existe "la preocupación de que haya una amenaza contra el progreso del deporte femenino por el que tanto se ha luchado". Davies teme que el remo se convierta en el siguiente escenario en el que aparezca una nueva Lia Thomas.
La nadadora estadounidense, que compitió durante toda su juventud como hombre, se pasó a las competiciones femeninas después de haber completado su tratamiento para reducir sus niveles de testosterona. Ahora, arrasa en todas las pruebas en las que se lanza a la piscina en los campeonatos universitarios de la NCAA. Su objetivo es continuar con su progresión hasta llegar a unos Juegos Olímpicos, aunque todavía está en duda que pueda conseguirlo ya que su caso ha generado un gran cisma en Estados Unidos y en todo el planeta.
Para evitar una situación similar, Mark Davies y la British Rowing tienen claro que la apuesta que debe hacer la Federación Mundial es la misma que la que ha realizado la FINA en la natación: apostar por la creación de las categorías abiertas. El presidente de la BR considera que esta es la mejor forma de terminar con el debate de la transexualidad en el deporte, abriendo un espacio de competitividad plena para todos, ya que Mark Davies no pretende dejar sin competir a este tipo de atletas.
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Sin embargo, ve necesario abrir esta guerra para intentar mediar en favor del deporte femenino. El modelo de la FINA, por el que apuesta la British Rowing, aboga por la exclusión de las categorías femeninas a cualquier persona mayor de 12 años que haya pasado por la pubertad masculina. Consideran, en base a análisis médicos y físicos, que existe una ventaja en su fuerza, su tamaño, su capacidad pulmonar y su resistencia.
A partir del próximo año, las mujeres trans que se dediquen a la natación de manera profesional tendrán que competir en la famosa 'categoría abierta'. Una situación que no se producirá, salvo cambios generales, en el resto de los deportes. Por ello, Mark Davies ha aprovechado esta situación para pedir una movilización global de todos los deportes para proteger las categorías femeninas aplicando protocolos similares a los de la FINA.
De momento, la tendencia generalizada es que todas las instituciones internacionales, incluido el remo, sigan permitiendo a las mujeres trans competir en la categoría femenina si consiguen reducir su testosterona durante 12 meses. Sin embargo, para Mark Davies esta situación es insuficiente y por eso quiere intentar que todos los deportes sientan su apoyo para unirse y seguir la línea planteada por la FINA.
Los aportes científicos
La petición elevada por Mark Davies como principal imagen de British Rowing no ha llegado en este momento por pura casualidad. Toda su argumentación ha respondido a la publicación de una importante investigación realizada por el British Journal of Sports Medicine. Según el estudio realizado por esta reputada institución británica, las mujeres trans cuentan con importantes ventajas físicas.
Estas residen especialmente en unos parámetros cardiovasculares y de fuerza muy superiores a los de mujeres biológicas. Por ello, la comparación con las atletas femeninas resulta especialmente desnivelada incluso después de tomar hormonas supresoras de la testosterona durante más de una década.
Esta matización de tiempo es realmente importante, ya que los periodos medios que espera una mujer trans para pasar a competir en pruebas femeninas después de haberlo hecho entre hombres son de alrededor de doce meses, lo que dura un proceso de transición. Estos apuntes realizados por el British Journal of Sports Medicine se unen a los también realizados por la Universidad de São Paulo.
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El centro de estudios brasileño, especializado en este tipo de investigaciones, ha descubierto que las mujeres trans tienen un VO2 máximo (la cantidad máxima de oxígeno que el organismo puede absorber, transportar y consumir en un tiempo determinado) un 20,2% mayor y una fuerza de agarre un 18,9% superior a la de las mujeres biológicas. Así lo ha revelado un estudio que analizaba el impacto de la terapia estrogénica a largo plazo y la exposición previa a la testosterona durante la pubertad en el rendimiento deportivo.
Este estudio se basó en las pruebas realizadas a 15 mujeres trans que habían recibido una terapia hormonal durante una media de 14 años. Para someterlas a momentos de máximo esfuerzo se emplearon cintas de correr y pruebas de agarre de manos. Los resultados de su rendimiento se compararon después con los obtenidos por 13 hombres y 14 mujeres cisgénero que realizaron las mismas pruebas.
Tras estudiar estas dos investigaciones, Mark Davies tiene claro cuál debería ser el camino a seguir por el remo, pero también por el resto de deportes: "En British Rowing, estamos a punto de publicar una actualización de nuestra política sobre transexualidad. El remo mundial es menos protector del deporte femenino que otras federaciones deportivas internacionales como la FINA".
"Ellos han adoptado una política de tener categorías abiertas y femeninas, donde las abiertas son para cualquiera que haya pasado por la pubertad masculina, reconociendo que limitar los niveles de testosterona no contrarresta el impacto duradero de eso. ¿Podría el remo revisar su política por la preocupación de que se ponga en peligro el progreso del deporte femenino que tanto ha costado conseguir, y considerar seguir el ejemplo de la FINA?".
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El presidente de la Federación Británica de Remo no se rinde en su empeño por intentar establecer de forma generalizada el escenario que considera más justo para todos los deportistas. Además, recientemente ha recibido otro apoyo que ha llegado desde la Universidad Metropolitana de Manchester. Allí, el profesor de genómica del deporte y del ejercicio Alun Williams, admite que tras revisar el estudio aportado por la Universidad de São Paulo, ha comprobado que las mujeres trans tienen una ventaja injusta sobre las atletas femeninas.
"Esta nueva evidencia no apoya la elegibilidad de las mujeres trans para las categorías femeninas de la mayoría de los deportes. La prueba de aptitud cardiovascular parece bastante buena y los científicos consiguieron personas que han bajado su testosterona durante años, lo cual es inusual. Sin embargo, hay formas mejores y más informativas para probar la fuerza en el deporte, incluso algo tan simple como las sentadillas o el press de banca. Podríamos basarnos en eso en el laboratorio de una forma más sofisticada".
Así pues, la guerra por saber cuál es la categoría correcta para las atletas trans continúa. Las diferentes corrientes hacia uno u otro bando en el universo del deporte se suceden. De momento, la British Rowing ya ha lanzado su proclama al mundo, apostando por el programa de la FINA y por las categorías abiertas como primera solución.